miércoles, 28 de septiembre de 2011

La pintura privada y oculta de Goya vista como pensamiento, por Tzvetan Todorov




“Goya. A la sombra de las luces”
Tzvetan Todorov
Prólogo de José María Ridao
Traducción de Noemí Sobregués
Galaxia Guteberg/Círculo de Lectores
Barcelona, 2011 (27 pags)




Julia Sáez-Angulo


“Goya. A la sombra de las luces” es el último ensayo de Tzvetan Todorov (Sofía,1939), escritor búlgaro residente en París, que ha querido contribuir al estudio de la pintura de Francisco de Goya y Lucientes, con su propia visión, en la que enfatiza sobre las ideas humanísticas que se desprenden de la pintura privada del aragonés –dibujos para “Los Caprichos” y “Los desastres de la guerra”, así como las pinturas negras. Una pintura individualista en la que denuncia el horror de la guerra tanto por parte del pueblo que seguía la tradición de “Dios, Patria, Rey”, como del ejército de Napoleón, que pretendía instaurar las ideas de la revolución francesa, “Libertad, Igualdad y Fraternidad”. La crueldad y el horror manaron de ambos bandos. Pinturas que se conocieron después de su muerte.

Goya, a juicio de Todorov, aboga en su visión del pueblo como víctima de la guerra y apela a una compasión -virtud cristiana por excelencia-, lo que le convierte en un humanista, más que un nihilista, como ha señalado algún otro estudioso. Todorov añade que el pensamiento de Goya va más allá del pensamiento del Siglo de las Luces de sus contemporáneos.

Resulta interesante y audaz ofrecer una nueva visión de Goya en España, donde se han realizado numerosos estudios, ensayos y exposiciones sobre la figura del pintor aragonés. El presentador del libro, José María Ridao –que ha realizado el prólogo- abogó por una visión de la pintura de Goya como pensamiento, algo que no se había hecho hasta Todorov, lo que sembró en principio cierta perplejidad en el auditorio. Ridao comparó el ensayo de Todorov sobre Goya como un descubrimiento, paralelo al que Américo Castro hiciera de Cervantes, como rastreador del pensamiento de Erasmo, y más allá de “ingenuo lego” como que se le venía considerando.

No hay estética sin ética

“Nulla aesthetica sine ethica” enseñaron muy pronto los clásicos. No hay estética si no se sustenta con un pensamiento ético. El arte es forma y pensamiento, de lo contrario es mero decoro y ornamentación. Detrás de cada obra artística se encuentra un pensamiento, un modo de ver y enfocar la vida. Goya hizo pintura costumbrista y decorativa para a Corte, así como pintura de concepto y pensamiento en retratos y sobre todo en sus dibujos y pinturas negras.

Todorov ha manejado cierta bibliografía como la del catálogo de Pierre y Wilson Gassier o la de Enrique Lafuente Ferrari, así como los textos de los catálogos “El capricho y la invención”, exposición que tuvo lugar en el Museo del Prado en 1993, así como el de “Goya y el espíritu de la Ilustración, que tuvo lugar en 1989 en Boston y antes en el Palacio de Vistahermosa, entonces Museo del Prado. En este último texto se hablaba de una interesante corriente de pensamiento de la Ilustración Española, que ha recorrido su historia sin estar indefectiblemente uncida a la Ilustración francesa. Falta en esta bibliografía los ensayos de Valeriano Bozal, José Camón Aznar y de Francisco Calvo Serraller, lo que no quiere decir que aquella pretendiera ser exhaustiva.

En suma, el libro de Todorov “Goya. A la sombra de las luces” es una aportación interesante, amena, donde se contempla la citada obra privada de Goya “no como una mera denuncia, sino la compasión ante la gente afligida, más que desesperada”, lo que pone de manifiesto su sentir de humanista. Goya, al representar al ejército francés y al populacho como monstruos de la guerra, “parece advertir que hay que escapar del dominio ideológico para no cometer horrores”. Uno de los capítulos del libro habla de la invasión napoleónica en España, con una cierta visión maniquea.

El primer grabado es el “presentimiento” y representa a Cristo en el huerto de Getsemaní, -destacó Todorov- después vendrían los distintos dibujos y grabados anteriores a los célebres cuadros “El 2 de mayo” y “El 3 de mayo” con la carga de los mamelucos y las ejecuciones en la Moncloa. La sordera fue un factor decisivo en Goya para que interiorizara su mundo y lo vertiera de modo libre en dibujos y pinturas privadas.

“Goya. A la sombra de las luces” va ilustrado con fotografías en color de los cuadros aludidos por Todorov en el libro, lo que facilita la comprensión del ensayo acudiendo a las imágenes.

El autor, Todorov, ha presentado también su libro “Vivir solos juntos”, una recopilación de ensayos sobre personajes que van desde el desaparecido escritor palestino Edgard Said, residente en Nueva York y amigo suyo, hasta un perfil de Goethe, pasando por La Rochefoucauld, Rousseau, Mozart, Stendhal y Beckett. Galaxia Guteberg/Círculo de Lectores ha publicado otros textos de este autor búlgaro/francés.

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