jueves, 5 de marzo de 2015

Anna Hamouda, exposición "Trazos, Geometría y Colores" en el Centro Nicolás Salmerón




 Anna Hamouda, tercera a la izquierda, entre Pilar Redondo y Estrella Merino. Julia Sáez-Angulo en el uso de la palabra.


L.M.A.

         La artista italiana Anna Hamouda, residente entre Madrid y El Cairo, ha vuelto a exponer su pintura en Madrid y lo ha hecho en el  centro cultural Nicolás Salmerón, dirigido por Estrella Merino. La muestra titulada Trazos, Geometrías y Colores, permanecerá abierta hasta finales del mes de marzo de 2015 y abarca una pequeña retrospectiva de veinte años de trabajo artístico.

         La concejala del distrito de Chamartín,  Pilar Redondo, abrió el acto de inauguración celebrando la presencia de una obra tan colorista y de buena factura como la de Anna Hamouda Sfiligoj (Udine. Italia, 1955). La crítica de arte Julia Sáez Angulo glosó la acendrada trayectoria de la pintora, así como su firme apuesta por la geometría y el color, de los comienzos en que conoció y trató al gran arquitecto suizo Alberto Sartoris, discípulo de Le Corbusier.

         Más de una veintena de pinturas, en su mayoría sobre el soporte de tabla, en las que resplandece el color, constituyen esta brillante exposición de Anna Hamouda Sfiligoj. Colores, nunca puros, siempre reflejo de la manipulación y el gusto de la artista, con total ausencia del negro, en polígonos geométricos de borde duro en algunos casos y con tendencia a la línea curva en los últimos años.

         En algunos cuadros, Hamouda lleva la paleta al nacarado o efectos acuosos y vaporosos o líquidos muy interesantes. La autora presenta varios tondos, una de sus especialidades más constantes desde que comenzó en la pintura.

         De su primera etapa en El Cairo, la pintora recrea algunas caligrafías árabes que hacen alusión a los atributos divinos. También presenta dos grandes cuadros blancos sobre soporte azul, en los que dibuja con cuerda y geso.

         Los collages de maderas pintadas son otra modalidad de su obra, lo que dota a la pintura de cierto ritmo cromático. Las últimas investigaciones plásticas de Anna Hamouda, que trabaja en acrílicos, derivan por la línea curva, atravesando el soporte y los diferentes cuadros que componen a su vez el cuadro definitivo sobre un soporte común. El magisterio de Kandinsky y los Delaunay laten en estas obras.

         En la inauguración estuvieron presentes, además del arquitecto egipcio Ayman Hamouda y de su hija Sara, diversos artistas plásticos, colegas de la pintora como Marina Gómez, Ana Vivas, Pedro García Molano, Cecilia Lassaletta o Adriana Zapisek, así como diversos amigos italianos.


         Anna Hamouda, de quien se recordó su primera exposición madrileña en la galería Quorum en 1991, declaró que a partir de ahora piensa permanecer periodos más prolongados en España.


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