martes, 16 de enero de 2018

El Museo Arqueológico Nacional inaugura la nueva propuesta expositiva de la “Vitrina CERO” con las últimas adquisiciones de época medieval.




Bajo el título “Al servicio del culto” la  “Vitrina CERO” del Museo Arqueológico Nacional mostrará piezas medievales de los siglos XIII al XV.


  “Al servicio del culto” pondrá a disposición del público, a partir de hoy y durante los próximos tres meses, piezas extraordinarias que documentan la producción artística y la religiosidad de la Edad Media hispánica y que aún no habían podido ser contempladas.



L.M.A.

16 enero-2018.- La “Vitrina CERO”  del Museo Arqueológico Nacional (MAN) se ha convertido en un espacio destinado a mostrar piezas y temas singulares, que complementan y enriquecen la exposición permanente, para darlos a conocer a todos nuestros visitantes.

Este espacio tan reciente se renueva con una propuesta excepcional que nos traslada  a la Edad Media a través de un conjunto de piezas, datadas en los siglos XIII al XV, relacionadas con el culto y la piedad cristianas. Estas obras, han sido recientemente adquiridas para el  MAN por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.


La vitrina mostrará cuatro piezas extraordinarias que documentan aspectos esenciales de la producción artística y la religiosidad de la Edad Media hispánica. Una cruz del taller de Limoges, un cáliz de taller castellano, un molde para confeccionar hostias y una talla de Virgen con Niño, son ejemplos de la piedad cristiana del medievo y su profundo sentir religioso, materializado en la celebración de la liturgia eucarística o el culto mariano.

La cruz presentada en la Vitrina CERO supone la oportunidad de contemplar uno de los bellísimos ejemplos del trabajo con el esmalte que durante la Edad Media se desarrollaba en los talleres de Limoges, y disfrutar del brillante colorido y de la suntuosidad de la luz dorada de sus creaciones. Otro gran ejemplo de la producción medieval es el cáliz en plata fundida y cincelada, muestra del destacado nivel alcanzado por la platería medieval hispánica.

El principal acto del culto cristiano en la Edad Media, como hoy, es la misa, y dentro de ésta la liturgia eucarística. Juegan un papel esencial en la Eucaristía el pan, a través de la hostia consagrada, y el cáliz con el vino, representando el cuerpo y sangre de Cristo y su sacrificio en la cruz. El molde para fabricar hostias con representaciones  de la  Santa Faz, la Crucifixión, la Imago Pietatis e inscripciones del evangelio de San Juan, es otro de los objetos expuestos que está íntimamente relacionado con la celebración de este rito.


Dentro de la piedad cristiana del medievo cabe destacar el gran auge del culto mariano que propició la creación de esculturas como la magnífica talla de madera policromada de la Virgen con el Niño de escuela navarra, que encierra ese gran valor devocional que poseen las obras  de arte medievales.


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