miércoles, 15 de agosto de 2012



La Justicia Española es poco eficiente contra los incendiarios
del patrimonio forestal





Julia Sáez-Angulo



         Los incendios forestales en España son una lacra que surge especialmente cada verano con la canícula y produce efectos devastadores en nuestros escasos bosques y destruye nuestro necesario verdor en un país que se desertiza a pasos agigantados. Canarias y Galicia han sufrido en los últimos días una pérdida gigantesca de patrimonio forestal, de bienestar natural de sus ciudadanos. La pasividad o indiferencia de la sociedad resulta irritante ante una pérdida tan grave. La policía y, sobre todo, la Justicia española no parecen ser todo lo eficaces que conviene a la ciudadanía.



El escritor Santiago de Mora Figueroa, marqués de Tamarón, escribió en su día una “Tercera” del ABC ciertamente con enojo contra los incendiarios. “Reconozco que esa ira no la alivian la hipocresía y la apatía generales que noto a mi alrededor en este verano atroz”, comenta hoy el escritor.



“¿Cuántos cumplen condena por incendiari​os? Los incendios forestales, que este verano están peor que nunca, nos dejan a algunos entre tristes y furiosos. El mayor problema que afronta España en este terreno calcinado es la indiferencia general, y el segundo la ignorancia no menos general. Las llamas producen horror pero no parecen iluminar la mente de los horrorizados. Se habla de las causas, y en general se menciona la falta de labores de mantenimiento en los montes, y la imprudencia de algunos fumadores y/o domingueros. O de los que queman rastrojos indebidamente. Y los que tiran botellas. Como mucho, se habla de los "pirómanos", con lo cual la estupidez rousseauniana queda a salvo, puesto que los causantes son unos enfermos (por culpa de la sociedad) y por tanto inocentes”.



“Pero todo el mundo, hasta los ecologistas, sabe que en su mayoría los grandes incendios son provocados, y no por imprudencia sino con intención criminal. También por eso es vano pedir, cuando por lo demás ya es tarde, que se cambie la ley para castigar con más severidad esos delitos. El problema no está sólo en la lenidad de las penas, con ser notable. Está sobre todo en que la ley no se aplica. También esto sale gratis en España”.



“Incluso cuando se ha capturado al sospechoso y ha sido juzgado y condenado, ocurre, no se sabe cómo, que o no cumple la pena o ésta se queda reducida a un tiempo mínimo. La prueba está en que de un año para otro quedan en la cárcel muy pocos o quizá ninguno de los convictos y confesos. Y por cierto los datos estadísticos que acreditan la lenidad de la justicia española en estos delitos permanecen secretos. Yo llevo años pidiéndolos a la Fiscalía, a Medio Ambiente y a otros más, pero ni contestan”, se quejade Mora Figueroa. “De vez en cuando se cubren con unas declaraciones que ocultan lo principal (en especial cuánto tiempo llevan en la cárcel los condenados), como las que recoge la noticia del ABC: “la media de incendiarios detenidos en España es de trescientos, pero la mayoría no ingresan en la cárcel. Sólo diecisiete autores de incendio forestal están en prisión”, concluye el escritor.



Más información

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2012/04/06/016.html




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