La Justicia Española es poco eficiente contra los
incendiarios
del patrimonio forestal
Julia Sáez-Angulo
Los incendios forestales en España son
una lacra que surge especialmente cada verano con la canícula y produce efectos
devastadores en nuestros escasos bosques y destruye nuestro necesario verdor en
un país que se desertiza a pasos agigantados. Canarias y Galicia han sufrido en
los últimos días una pérdida gigantesca de patrimonio forestal, de bienestar
natural de sus ciudadanos. La pasividad o indiferencia de la sociedad resulta irritante
ante una pérdida tan grave. La policía y, sobre todo, la Justicia española no
parecen ser todo lo eficaces que conviene a la ciudadanía.
El
escritor Santiago de Mora Figueroa, marqués de Tamarón, escribió en su día una “Tercera”
del ABC ciertamente con enojo contra los incendiarios. “Reconozco que esa ira
no la alivian la hipocresía y la apatía generales que noto a mi alrededor en
este verano atroz”, comenta hoy el escritor.
“¿Cuántos
cumplen condena por incendiarios? Los incendios forestales, que este verano
están peor que nunca, nos dejan a algunos entre tristes y furiosos. El mayor
problema que afronta España en este terreno calcinado es la indiferencia
general, y el segundo la ignorancia no menos general. Las llamas producen
horror pero no parecen iluminar la mente de los horrorizados. Se habla de las
causas, y en general se menciona la falta de labores de mantenimiento en los
montes, y la imprudencia de algunos fumadores y/o domingueros. O de los que
queman rastrojos indebidamente. Y los que tiran botellas. Como mucho, se habla
de los "pirómanos", con lo cual la estupidez rousseauniana queda a
salvo, puesto que los causantes son unos enfermos (por culpa de la sociedad) y
por tanto inocentes”.
“Pero
todo el mundo, hasta los ecologistas, sabe que en su mayoría los grandes
incendios son provocados, y no por imprudencia sino con intención criminal.
También por eso es vano pedir, cuando por lo demás ya es tarde, que se cambie
la ley para castigar con más severidad esos delitos. El problema no está sólo
en la lenidad de las penas, con ser notable. Está sobre todo en que la ley no
se aplica. También esto sale gratis en España”.
“Incluso
cuando se ha capturado al sospechoso y ha sido juzgado y condenado, ocurre, no
se sabe cómo, que o no cumple la pena o ésta se queda reducida a un tiempo
mínimo. La prueba está en que de un año para otro quedan en la cárcel muy pocos
o quizá ninguno de los convictos y confesos. Y por cierto los datos
estadísticos que acreditan la lenidad de la justicia española en estos delitos
permanecen secretos. Yo llevo años pidiéndolos a la Fiscalía, a Medio Ambiente
y a otros más, pero ni contestan”, se quejade Mora Figueroa. “De vez en cuando
se cubren con unas declaraciones que ocultan lo principal (en especial cuánto
tiempo llevan en la cárcel los condenados), como las que recoge la noticia del
ABC: “la media de incendiarios detenidos en España es de trescientos, pero la
mayoría no ingresan en la cárcel. Sólo diecisiete autores de incendio forestal
están en prisión”, concluye el escritor.
Más información
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2012/04/06/016.html
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