Amín Maalouf
Julia
Sáez-Angulo
El
escritor libanés en lengua francesa Amín Maalouf fue nombrado miembro de la
Academia Francesa y ocupa el sillón número 29. Al tener que hacer un elogio de
su predecesor en el sillón Claude Leévi-Stauss para su discurso de ingreso,
sintió curiosidad por el predecesor de este y así sucesivamente. El resultado
es este libro de dieciocho capítulos titulado Un sillón que mira al Sena, publicado por Alianza Editorial ,
editorial que publica todos los libros de Maalouf.
La
traducción del francés es de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García
Gallego.
Amín
Maalouf (Beirut. Líbano, 1949)
periodista y escritor que ha trabajado en su país y en Francia, reside
actualmente en París. Entre sus novelas de éxito: Samarcanda, León el africano, Los Jardines de luz, Los desorientados o La roca de
Tanios. Ha merecido diversos galardones como el de la Maison de Presse y el
Principe de Asturias en España “por su empeño en estrechar lazos entre oriente
y occidente”.
Los dieciocho capítulos se suceden en
Un sillón que mira al Sena, con títulos singulares que aluden a los
“inmortales” académicos, llamados a inmortalizar la lengua francesa con su obra.
Casi trescientas páginas que narran la vida y avatares de los académicos que le
antecedieron en el sillón, con su pluma magistral llena de erudición y
amenidad.
Entre
sus “antepasados” en el sillón: Claude Bernard, Henry de Montherland, Claude
Lévi-Strauss… además de Pièrre Bardin, Nicholas Bourbon, Philippe Quinault, o
Piérre Flourens entre otros, muchos de ellos desconocidos u olvidados por los
lectores de hoy. Pero los títulos de los capítulos son más sugerentes:
De aquel que se ahogó por querer salvar a su
pupilo; De aquel a quien sólo le gustaba escribir en latín; De aquel que
prefirieron a Corneille; De aquel que era la envidia de los escritores; De
aquel que iba a renacer al cabo de dos siglos; De aquel que le susurraba al
oído del rey; De aquel que le paso por delante a Voltaire; De aquel que se
convirtió en un emblema de Occitania; De aquel que idolatraba a Molière; De
aquel a quien condenaron dos veces a muerte; De aquel a quien eligieron entra
de Víctor Hugo; De aquel que quiso volver a inventar la medicina; De aquel que
se atrevió a decir que Jesús era “un hombre”; De aquel a quien no le gustaba su
antecesor; De aquel que fue el hombre más insultado de Francia; De aquel al que
todo el mundo iba a oír; De aquel a quien fascinaban los ciclos del sol, y De aquel que estaba encariñado con las
culturas frágiles.
Toda una labor de investigación que Amín Maalouf ha llevado a cabo
principalmente en la Biblioteca del Instituto de Francia. Dieciocho biografías de escritores, desde
1634 a nuestros días, que dan cuenta de la vida francesa y más concretamente
parisina.