L.M.A.
Madrid,
08. 10. 16 .- Carmen Silva y Beatriz Villacañas han llevado a cabo un recital poético
en la pasada Tarde de Prometeo, espacio literario en Madrid desde 1980, fundado
por Juan Ruiz y dirigido hoy por la poeta Ángela Reyes.
La
presentación, a cargo de Ángela Reyes, subrayó la gran capacidad de trabajo de
la escritora Carmen Silva y Velasco para escribir, dar talleres literarios en Boadilla el
Monte y dirigir la revista Troquel –que presentará su último número el próximo
día 17 de octubre, a las 18,30 horas en la Sociedad General de Autores de
Madrid.
Ángela
Reyes destacó el contenido de las cosas cotidianas en la poesía de Carmen
Silva, como la mesa de despacho, la cocina, la taza del desayuno o las gafas. A
estos poemas de lo cercano les adjudicó un valor importante diciendo que Carmen
Silva era capaz de encontrar poesía en todas las cosas.
Silva
comenzó la lectura con un poema editado y continuó con otros inéditos inéditos.
“A mí se me conoce principalmente por los poemas libres y por esa razón quise
leer cinco sonetos2, señaló la poeta. Cuando ya había cerrado Angela le pidió que
leyera los alusivos a las nuevas tecnologías y terminó con el soneto al
teléfono móvil.
La
escritora y profesora Beatriz Villacañas Palomo habló en primer lugar de la figura amada
de su padre, el poeta Juan Antonio
Villacañas (Toledo, 1922 - 2001) y leyó varios poemas del
autor que residió en la ciudad imperial. Recordó que el poeta había reivindicado la lira y se le atribuía una
lira juanantoniana. La escritora leyó, entre otros, un poema que Juan Antonio
Villacañas había escrito a su esposa, madre de Beatriz.
El
recital estuvo muy concurrido y, entre los asistentes; Carmina Casala, Jesús Riosalido, Francisco de
la Torre y Emilio Ruiz Parra.
POEMAS
Llegó
la Eternidad cuando aventaba
primaveras y hechizos.
Era la dulce voz de las sirenas,
procaz, insinuante, posesiva.
De lejos, muy de lejos
envuelto en la vergüenza
de existencias perdidas,
aparece un poema
que yo compuse al alba.
Quiere venir conmigo.
Pero no sabe beber Eternidad,
se desangra.
Se va, me deja sola,
en esta inmensidad inexplorada.
primaveras y hechizos.
Era la dulce voz de las sirenas,
procaz, insinuante, posesiva.
De lejos, muy de lejos
envuelto en la vergüenza
de existencias perdidas,
aparece un poema
que yo compuse al alba.
Quiere venir conmigo.
Pero no sabe beber Eternidad,
se desangra.
Se va, me deja sola,
en esta inmensidad inexplorada.
Carmen Silva (2004)
Pensaba
que venía
pero de Nueva York, como
del orto.
La casa le traía
al camino más corto,
sabe su corazón cómo me porto.
La casa le traía
al camino más corto,
sabe su corazón cómo me porto.
Y
lo pensó a diario
como su corazón lo piensa
todo
en el pecho de Hilario.
Yo sé que hay otro modo
que en él va Dios, los dos, codo con codo.
en el pecho de Hilario.
Yo sé que hay otro modo
que en él va Dios, los dos, codo con codo.
Juan
Antonio Villacañas (22-1-97)