La muestra podrá verse en el Espacio Fundación Telefónica
del 5 de octubre de 2016 al 5 de febrero de 2017
- L.M.A.
- Esta
iniciativa permite apreciar el talento de Hitchcock, considerado uno de
los creadores más geniales del siglo XX y quien supo rodearse e inspirar a
los intelectuales del momento no solo en materia cinematográfica, sino
también en ámbitos como la moda, la arquitectura, la cultura de masas y el
arte, que de manera simultánea evocaban la atmósfera de cada época.
- En ‘Hitchcock, más allá del
suspense’ se aborda, desde una perspectiva global, los
aspectos más relevantes de su vida y obra: desde sus iconos cinematográficos
hasta su destreza para trabajar con grandes colaboradores, el juego visual
de los trampantojos o cómo rompió los códigos de censura y supo como nadie
vender y promocionar sus películas y a él mismo.
- La
exposición ha sido organizada en cinco grandes bloques que conforman un
repaso de su vida y sus películas más conocidas: Introducción, El toque
Hitchcock, Mujeres y hombres,
Hitchcock y su tiempo, el arte y la
arquitectura y El revés de la
trama: Hitchcock, las apariencias y los trucos.
- La muestra
va acompañada de un programa educativo para todos los públicos: talleres
para familias, jóvenes y adultos, desde caracterización hasta diseño de
carteles, pasando por cómo crear
suspense y drama a través del montaje.
Madrid, 4 de
octubre de 2016 –Hitchcock, más allá del suspense, organizada
por Espacio Fundación Telefónica y
comisariada
por el profesor de Historia del Cine y de Historia de la Fotografía en la
facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca (USAL), es
la primera gran exposición en España en torno a la figura del cineasta
británico catalogado como el maestro del suspense. Sin embargo la obra de
Alfred Hitchcock (1899-1980) va más allá del estereotipo y
tres décadas después de su muerte, su cine sigue siendo difícil de clasificar.
Mucho se ha escrito sobre el que está considerado uno de los creadores más
geniales del siglo XX y todas las interpretaciones coinciden en señalar la
fascinación visual que desprenden películas como La ventana indiscreta, Vértigo o Psicosis, que son un compendio de
imágenes de gran potencia que con el tiempo se han convertido en verdaderos
iconos modernos.
‘Hitchcock, más allá del suspense’ no es una exposición lineal de la
filmografía del célebre director. Por el contrario, se plantea como una mirada
global a las claves esenciales de su cine para conocer y comprender toda su
figura al completo. Se verán retratados aspectos personales y comerciales, la
base fundamental de su proceso de creación y su lenguaje cinematográfico: su
dominio de recursos del arte y el cine de vanguardia; su capacidad para
rodearse de grandes colaboradores, desde técnicos y actores a diseñadores y
guionistas, sobre los que ejercía un control férreo; el papel fundamental que
tuvieron en sus obras los personajes femeninos y las relaciones complejas entre
los dos sexos. Y por supuesto, la capacidad de sus películas para reflejar el
tiempo en que fueron creadas y para evocar la atmósfera de cada época.
La exhibición presenta a través de
fotogramas ampliados y secuencias de sus películas, storyboards, bocetos de
decorados, vestuario y peluquería, carteles, fotografías, revistas y vestidos,
un recorrido distribuido en cinco ámbitos expositivos que ilustran las claves
más significativas de la filmografía del director: Introducción,
donde se realiza un repaso a su biografía y filmografía, su relación con el
cine desde bien temprano o cuáles fueron las influencias para la creación de los
iconos del cineasta. Se hace especial hincapié en los colaboradores con quienes
trabajaba de manera muy intensa; El
toque Hitchcock, que recorre
aspectos técnicos del director como las superposiciones de las imágenes, las
ralentizaciones, el lenguaje menos sofisticado, la música que acompañaba a las
secuencias dramáticas…; Mujeres y
hombres, donde se manifiesta la difícil
relación entre ambos sexos y el deseo como uno de los motores centrales de sus
películas; Hitchcock y su tiempo, el
arte y la arquitectura retrata la consciencia que tenía el autor sobre su
época y el contexto artístico y cultural que vivió y que no pasó desapercibido
en su cine y, por último, El revés de la trama: Hitchcock, las apariencias y los trucos, que
pone ante los
ojos de los visitantes el sistema de trampantojos que Hitchcock fomentó en sus
películas además de otras formas de engañar al espectador a través de la
pantalla.
Introducción
Hitchcock nace
en 1899 en Londres en una familia católica y a muy temprana edad, con la muerte
de su padre, se ve obligado a abandonar los estudios y emplearse en una empresa
de telegrafía, al tiempo que asiste a clases de varias asignaturas, entre ellas
historia del arte, dibujo y pintura. Pronto ingresa en la productora
Famous Players-Lasky donde durante tres años realiza todo tipo de funciones,
entre ellas guiones, decorados, vestuario y otros cometidos. Con 27 años se
casa con su compañera de vida, Alma Reville. Entre 1924 y 1939, en Gran Bretaña,
dirigirá 24 películas, nueve mudas, y se convierte en el director más popular
del país.
Comienza en 1939 su época americana con un gran éxito: gana
el Oscar a la mejor película con Rebeca
(1940), aunque su período más prolífico y más intenso sucede entre 1953 y 1960.
Es entonces cuando realiza La ventana
indiscreta (1954), Vértigo (1958)
y Psicosis (1960) para la Paramount,
además de Con la muerte en los talones
(1959), su única colaboración con la Metro. Los presupuestos son generosos y la
libertad creativa es amplia. Es el momento en el que también afianza la
colaboración con sus dos actores fetiche, James Stewart y Cary Grant y la
emisión de la serie de televisión Alfred
Hitchcock presenta –372 episodios de los que él mismo dirigió veinte –,
donde realizaba una introducción especial en cada programa. Todo ello convirtió
a su figura una de las más populares y
admiradas a nivel mundial.
En 1962 arranca con el inicio de colaboración con Universal
y rueda Los pájaros (1963), film con
el que consigue un éxito desde todos los puntos de vista, mientras que la
controvertida Marnie, la ladrona
(1964) marca un período de decadencia comercial, y poco después también
artística. Muere en Los Ángeles en 1980.
Desde el comienzo de su
carrera Hitchcock controlaba todas sus películas, sin embargo supo rodearse de colaboradores
de calidad y apreciar lo que aportaban, aunque les controlaba férreamente. Saul
Bass (1920-1996), famoso creador de títulos cinematográficos; Robert Burks
(1909-1968), que colaboró en 12 películas del británico como director de
fotografía; Edith Head (1897-1981), quien a partir de la década de 1950 diseñó
el vestuario de todas sus películas en una época marcada por el tono
sofisticado de las mismas o Bernard Herrmann, (1911-1975) compositor de la
música de siete de sus películas y quien trabajó también con Welles, Mankiewicz
o De Palma.
El toque
Hitchcock
A
lo largo de toda su carrera él se mostró fiel, con matices diferentes, a hacer
un cine en el que lo visual y las respuestas emocionales del público eran
fundamentales, lo que marcó su singularidad respecto a su propia época. El
éxito comercial de la mayoría de sus propuestas le permitió esa diferencia y
una libertad creativa de la que no disponían la mayor parte de sus colegas, que
trabajaban para las grandes productoras.
Ya desde sus inicios, en 1927 asistía a la
recién fundada London Film Society que proyectaba películas de vanguardia
europea, de donde recoge determinadas formas para secuencias aisladas. Durante
toda su carrera planteó sus películas y las historias que contaba de una manera
visual, donde los recursos eran atípicos y muy personales. Así, en la segunda
versión de El hombre que sabía demasiado
(1956) hizo avanzar la cámara en planos sucesivos, mientras sonaba la canción
de Doris Day como si fuese la propia música la que se movía por el espacio
hasta llegar al niño secuestrado.
Cuando comienza su carrera en EEUU crea una
sociedad cuyo objetivo era dar a conocer a la prensa las noticias referentes a
él mismo. Por ejemplo Psicosis (1960)
fue su obra maestra de la publicidad, con recursos raros hasta entonces como la
insistencia en su propia figura como icono o el establecimiento de sesiones con
horario fijo y no continuo.
En
otro ámbito de cosas, a través de su lucha contra la censura, Hitchcock logró
varios hitos con esta película: mostrar un pecho desnudo, si bien desenfocado;
encargar un cartel que enseñaba por vez primera a una estrella en sujetador;
comenzar el film con una larga escena de besos de dos figuras semidesnudas; y,
lo más ofensivo para los más ortodoxos, enseñar en dos secuencias un retrete –
una novedad en el cine de Hollywood –, incluido el sonido de la descarga de la
cisterna.
Pero
sin lugar a dudas, la secuencia más famosa de toda la obra de Hitchcock es el
asesinato en la ducha, que en un primer lugar concibió sin música pero siguiendo
la sugerencia del ya nombrado Bernard Herrmann, y que realizó finalmente como
todos conocemos.
Mujeres y
hombres
La relación entre ambos sexos está presente en gran parte de
la filmografía de Hitchcock. La mujer activa en Con la muerta en los talones, el deseo posesivo del hijo sobre la
madre en Psicosis (1960), o todo lo
contrario en Los pájaros (1962), son
algunos ejemplos claros de la importancia de la relación entre los géneros y convierte
el deseo en uno de los motores centrales de sus películas. Este es encarnado, también,
a través de relaciones complicadas como en Vértigo
(1958), donde el protagonista es incapaz de amar a la mujer real.
La mujer ocupó un papel protagonista en su obra. Sus máximos
exponentes fueron Madeleine Carroll, Ingrid Bergman, Grace Kelly y Tippi Hedren
aunque había una gran diferencia entre ellas, desde la fascinación que mostró
por Grace Kelly hasta la humillación a la que fue sometida Tippi Hedren en la
grabación de Los pájaros.
Hitchcock y su tiempo, el arte y la arquitectura
Firme a la esencia cultural y artística de las épocas que le
tocaron vivir, Hitchcock encontró la forma de introducir ambientes
contemporáneos y reconocibles. Especialmente, y a partir de la década de los 50,
introdujo signos de modernidad plástica y arquitectónica para lo que se inspiró
en muchos artistas contemporáneos de la talla de Len Lye, Julio Le Parc,
Picasso, Dalí, los hermanos Whitney, Balenciaga o Christian Dior.
Entre otros elementos empleó los espacios
arquitectónicos de manera escenográfica. En Con
la muerte en los talones (1959) había alusiones diáfanas a Mies Van der
Rohe, Le Corbusier o Henry Dreyfuss, que reflejan el triunfo del Estilo
Internacional y cómo el director se apropió de él para sus maquinaciones. Las
postales de la RDA fueron solicitadas expresamente por el director para
inspirar los espacios de Cortina rasgada
(1966), materializados a partir de esas imágenes.
De igual manera la alta costura también
tuvo influjo en las películas de Hitchcock, ya que aportaban glamour, colaboró
con Chritian Dior y Balenciaga, entre otros. Especialmente tras la 2ª Guerra Mundial
la clase media norteamericana triunfó y el gusto sofisticado de la Europa de
postguerra se exportó. Atrapa a un ladrón (1954) es su película
de suspense más afín a la comedia elegante que tan de moda estuvo en la década
de los cincuenta. Reflejaba una Europa identificada con la Costa Azul vista a
través de las páginas de las publicaciones femeninas: lujo, voluptuosidad y
sofisticación.
Por otra parte también plasmó el paisaje
cotidiano en Psicosis (1960): los
nuevos automóviles, el paisaje de las gasolineras, los anuncios luminosos…,
todo ello fue apropiado para dar en la primera parte una sensación de
normalidad, a través de un agigantamiento del signo que prefiguró la
estética pop.
Los títulos de crédito
tuvieron un papel importante a partir de su etapa en Paramount. Desde La ventana indiscreta (1954) los títulos
iniciales poseían un carácter de resumen de la película, bien a través de una imagen
realista, bien a través de cartones dibujados. La colaboración con Saul Bass
ofreció ejemplos de construcciones evocadoras a través de tipografías tratadas
de manera plástica, dinamismo de la imagen y un sentido general de explicación
alegórica de la película.
El revés de la trama: Hitchcock, apariencias y
trucos
Hitchcock, quien no
pretendía que sus películas fuesen espejos directos de la realidad, fomentó la
estilización visual. Nunca pretendió que se notara, confiaba en la sugerencia y
la eficacia de la retórica audiovisual. A medida que iba acercándose una época
más realista y los rodajes eran en exteriores auténticos, Hitchcock
desconcertaba a la crítica porque acentuaba, incluso, los aspectos más
estilizados. Un claro ejemplo son los artificiosos decorados de Vértigo (1958), Marnie, la ladrona (1964) y Cortina
rasgada (1966).
A partir de El enemigo de las rubias, ya en 1927, Hitchcock decidió aparecer en
sus películas. Lo que al comienzo era una necesidad, el ahorro de un figurante,
se convirtió en un juego. La última de sus presencias sucedió en la última de
sus películas, una silueta negra tras el cristal del registro de “nacimientos y
defunciones”.
TALLERES
PARALELOS
La exposición Hitchcock, más allá
del suspense irá acompañada de una serie de actividades y talleres educativos gratuitos para todo tipo de públicos:
general, familiar, infantil y escolar. Habrá además visitas comentadas libres
sin reserva los martes a las 12:00 y 18:00 horas y los miércoles a las18:00
horas, los sábados a las 12:00, así como la posibilidad de reservar visitas
concertadas y con guía propio con reserva.
Además, el
programa ABIERTO
POR VACACIONES se centrará en la exposición con actividades dirigidas a niños de 6
a 12 años, el martes 27, miércoles 28, jueves 29 y viernes 30 de diciembre y el
martes 3, miércoles 4 y jueves 5 de enero.
Para reserva e inscripción de las actividades: educacion.espacio@fundaciontelefonica.com
Para más
información de talleres: https://espacio.fundaciontelefonica.com/talleres-expo/?ide=50132
o en el dossier adjunto
ACTIVIDADES
AUDITORIO
El auditorio se llena de actividades
relacionadas con el maestro del suspense. A parte del ya conocido concusrso de
Instagrame’s Gallery, que ya está en marcha, y se podrá ver en el Hall del
Espacio Fundación Telefónica, el Espacio acoge en Hay vida en martes, la temática
Hitchcock y Roald Dahl,
además habrá una maratón de pelis de
cineasta inglés, y la proyección del documental sobre la entrevista de Truffaut a Hitchcock en 1962. Además
abrimos el telón para ver ¡Suspenso! De Víctor Coyote.
Para más información y descarga de material de prensa: espacio.fundaciontelefonica. com
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