Dolores Tomás, coleccionista (Foto J.M. Pagador)
Pintura en la Colección "Rusia Siglo XX"
Julia Sáez-Angulo
Fotos: Luis Magán y Mario Saslovsky
21/6/23.- Madrid.- Con los cuatro mil cuadros que componen su colección de arte “Rusia Siglo XX”, durante el periodo de la Unión Soviética, podría escribirse la intrahistoria del pueblo ruso, es decir su modo de vivir en la vida cotidiana, familia, retratos, trabajo doméstico y exterior, descanso... Dolores Tomás, una apasionada de la historia de Rusia, su cultura y su gente, fue adquiriendo, paulatinamente en sus viajes, una colección de arte de pintores rusos durante los años, de la que pasado el tiempo, los museos de Moscú, adquirieron 60 cuadros para completar las lagunas de sus fondos y la coleccionista española tuvo la gentileza de donarlos institucionalmente a todos ellos.
Dolores Tomás fue recompensada con justicia, con la gran condecoración de la Medalla Pushkin en 2017, máximo reconocimiento de la actual Federación de Rusia. Primera mujer extranjera que recibe tal condecoración. La coleccionista está orgullosa del galardón con el nombre del célebre escritor ruso.
Su actividad coleccionista comenzó a finales de los 89 hasta el 2.004. Cada periodo tenía su objetivo. Adquisición de pinturas, combinada con la restauración exhaustiva por ella misma -Dolores Tomás es pintora-, con reposición de muchos bastidores. Los materiales con frecuencia, era pobres. Después vino la creación de la Fundación Surikov, nombre de uno de los pintores rusos más relevantes.
A la vista de la pintura propia de Dolores Tomás, cabe decir que, ella la ha aparcado con decisión, para restaurar y ordenar la colección de pintura rusa y organizarla en una Fundación, que gestiona su difusión y exposiciones.
Las obras donadas a los museos de Rusia corresponden a 39 renombrados pintores entre los cuales podemos encontrar a F. Andrianov, A. Borodin, A. Bukh, N. Chernikova, A. Chervonoenko, A. Danilichev, A. Fomkin, V. Ivanova, G. Ivanovski, P. Khaykin, N. Khristolyubov, P. Litvinski, V. Martynov, L. Nefedova A. Potapov, V. oettinger, V. Skuridin, A. Sologub, V. Striguin, V. Stroev, V. Velichko, A. Yastrzhembski, o V. Zakharkin, entre otros.
Han sido muchos los años en los que Dolores Tomás ha viajado por trenes en estepas infinitas, buscando estudios de pintores que una buena conservadora de arte le asesoraba. Tenía claro el objetivo de su colección: “Rusia Siglo XX” es decir, la Rusia pintada en la intimidad, más allá de lo institucional que siempre conlleva pompa y fanfarria.
A Dolores, la llamaban “Dalores”, porque en la primera sílaba, la “o” la leían como “a”. El nombre les resultaba familiar por Dolores Ibarruri, la comunista española exiliada en la URSS, y en algunos casos hasta escribían el apellido Ibarruri antes del suyo. El número de anécdotas de todo tipo, de esta coleccionista en su querida Rusia son geniales por la extrañeza, la expectativa o el humor que presentaban, a veces hilarante. Le animamos a escribirlas. Natacha, una rusa amable que sabía español, fue siempre su servicial compañera de viajes y traductora con los rusos.
Hizo callar al Politburó
Cuentan que Dolores Tomás puso en firme a todo un Politburó, cuyos miembros se alojaban en su mismo hotel, no lejos del Kremlin. A la coleccionista la despertaron, pasada la media noche, voces, risas, alborozos y alborotos… de los miembros del Politburó que venían de una juerga al final de su congreso. Dolores, mujer morena, menuda y firme, con voz impositiva, se asomó al corredor del hotel en pijama y pantuflas, y les obsequió con un discurso a medias en inglés y español, trufado de palabras en francés y ruso, que no sabe si entendieron, pero, de inmediato, todos los hombres, grandes como armarios, bajaron la voz, entraron en sus habitaciones y Dolores pudo seguir durmiendo.
A la mañana siguiente, cuando Natacha la traductora fue a recoger a la coleccionista le preguntó: "¿Qué les dijiste a los del Politburó que todos se recogieron en silencio? No se habla de otra cosa en el hotel, de la Dama española que hizo callar a esos hombres poderosos; ha sido lo primero que me han comentado los empleados".
Dolores Tomás se ha alojado en hoteles gigantescos o diminutos, en las ciudades o solitarios en medio de bosques; las incidencias se sucedían para no aburrirse y recordarlas, pero lo importante era el encuentro con cada uno de los pintores en su taller, la amistad y atención con que la recibían, la conversación, las confidencias, los intercambios de regalos… Allí percibía ella la grandeza del “alma rusa”. Para aquellos pintores, profesionales del arte, más bien fuera del stablishment, aquellos pagos que Dolores les hacía, por sus cuadros eran como un regalo de los Reyes Magos.
El periodo más difícil fue el de la Glasnost, de Gorbachov. Una suerte de mafia la perseguía en sus viajes -quizá la imaginó como archimillonaria- y ella les atajó: ¿Cuánto queréis y me dejáis en paz? Regateó, llegaron a un acuerdo, y pudo seguir tranquila, adelante adquiriendo cuadros.
Dolores consiguió que la Real Academia de San Fernando recibiera a una delegación de esos artistas rusos a los que ella conoció. El historiador de arte Matías Díaz Padrón estuvo cerca de aquella hermosa visita y contacto de artistas rusos y españoles. El historiador escribió también algunos textos sobre la singular colección “Rusia Siglo XX”, que se ha expuesto en Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas. Hoy la Fundación Suricov está presidida por Dolores Tomás.
"Poco equipo y mucho esfuerzo, pero con el convencimiento de que todo merecía el trabajo. Matías Díaz Padrón estaba convencido caído de que era la recuperación de un patrimonio importante que hubiese desaparecido. Años más tarde, ellos, los rusos, fueron conscientes de lo mismo", explica Dolores.
"En momentos de desánimo Matías me decía que lo importante de verdad precisa siempre de años para hacerse historia. En su día yo les prometí a los pintores todo mi esfuerzo para que ocuparan el lugar que les corresponde".
Tristemente, ahora las circunstancias no son tan propicias, dada la guerra contra Ucrania, pero Dolores Tomás es optimista y sabe que todo pasa y el pueblo ruso, que es también europeo, volverá a estar cerca de todos nosotros, fuera de situaciones bélicas o sistemas políticos siempre coyunturales. "Conocer Rusia es una aventura apasionante", concluye.
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https://lamiradaactual.blogspot.com/search?q=Dolores+Tom%C3%A1s
Dolores Tomás y su esposo Jesús, con amigos en Pozuelo de Alarcón Susana, Luis, Adriana, Dolores, Jesús, Julia y Carmen