· Se une a los 44 bienes culturales españoles que
forman parte de la prestigiosa lista de bienes culturales Patrimonio Mundial de
la UNESCO
· España es el tercer país con más bienes declarados
Patrimonio Mundial
L.M.A.
15-julio-2016.- El Comité de
Patrimonio Mundial de la UNESCO, que celebra su reunión anual en Estambul, ha
incluido hoy al Sitio de los Dólmenes de Antequera (Málaga) en la Lista de Patrimonio
Mundial de la UNESCO.
España es el tercer país
del mundo en número de bienes inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial: el
Sitio de los Dólmenes de Antequera es el bien cultural número 45 de nuestro
país en formar parte de esta prestigiosa lista. Además, España cuenta con 14
bienes incluidos en la lista de Patrimonio Inmaterial y 5 de Patrimonio
Documental en el Registro Memoria del Mundo.
Íñigo
Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte, ha manifestado su
orgullo por la declaración y ha agradecido a la Junta de Andalucía, al
Ayuntamiento de Antequera, al Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera y a
la comunidad científica, así como a la UNESCO y a ICOMOS, Organismo Consultivo
de la Convención de Patrimonio Mundial, el continuado y arduo trabajo
desarrollado para formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial. “Pero el
trabajo no acaba aquí porque esta declaración conlleva compromisos. La
inscripción de cualquier bien en esta lista no es el objetivo, sino que es sólo
el principio para una mejor conservación. Es necesario que los gestores de los
bienes culturales Patrimonio Mundial y las autoridades competentes sigan
trabajando en la gestión, supervisión, preservación y difusión del bien”. Méndez de Vigo visitó el conjunto arqueológico
del Sitio de los Dólmenes de Antequera el pasado 14 de diciembre. En esta
visita, el ministro manifestó que “lo que he sentido hoy al entrar aquí es cómo
la vida se vive desde atrás y se entiende desde atrás. Es realmente emocionante
ver cómo aquí, en el mismo sitio que hoy estamos, hubo hace millones de años
personas que ya poblaron estas tierras y trabajaron el culto funerario”.
Además, aseguró que “los Dólmenes de Antequera deben ponerse en valor aquí, me
parece que esta es una expresión del patrimonio cultural de Andalucía.”
En esta 40ª Sesión del
Comité de Patrimonio Mundial, a la que ha acudido una delegación del Ministerio
de Educación, Cultura y Deporte, encabezada por la subdirectora general de Protección
de Patrimonio Histórico, Elisa de Cabo, también
se ha recomendado la inscripción de bienes tanto naturales como culturales de
otros países, tales como La obra arquitectónica de le Corbusier, candidatura en
la que participan Argentina, Bélgica, Francia, Alemania, India, Japón y Suiza;
el Archipiélago de Revillagigedo de México; Mistaken Point en Canadá o el
Parque Nacional de Khangchendzonga en la India, entre otros.
Criterios de inclusión
El
Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO ha seguido la recomendación de su
organismo consultivo ICOMOS (Consejo Internacional de Sitios y Monumentos) que
en su informe ha manifestado que el Sitio de los Dólmenes de Antequera posee un
Valor Universal Excepcional .
El sitio de dólmenes de Antequera es un bien en serie que
consta de tres monumentos megalíticos: el dolmen Menga, el dolmen de Viera y el
tholos de El Romeral, así como dos monumentos naturales: La Peña de los
Enamorados y el Torcal de Antequera. Construido durante el Neolítico y la Edad
del Bronce con grandes bloques de piedra que forman las habitaciones y espacios
cubierto con dinteles (Menga y Viera) o falsa cúpula (El Romeral), y se
utilizan con fines rituales y funerarios. Los megalitos de Antequera son un excepcional ejemplo del megalitismo europeo.
Las estructuras megalíticas tienen la apariencia un paisaje natural (enterrado
bajo montañas de tierra) y su orientación se basa en dos elementos naturales:
la Peña de los Enamorados y El Torcal, que son dos señales visuales
indiscutibles.
La interacción monumentos megalíticos con la naturaleza se
evidencia en los pozos profundos ubicados dentro de Menga y en la orientación
de Menga y El Romeral hacia las montañas sagradas (La Peña de los Enamorados y
El Torcal), acentúa la singularidad de este paisaje prehistórico funerario y el
ritual. Las tres tumbas, por la naturaleza única de sus diseños y sus
diferencias técnicas y soluciones formales, aúnan las grandes tradiciones de la
arquitectura megalítica funeraria de la península ibérica.
El Sitio de los Dólmenes de Antequera está integrado por tres monumentos
megalíticos: el dolmen de Menga, el dolmen de Viera y el tholos de El Romeral,
así como dos monumentos naturales, La Peña de los Enamorados y El Torcal. Se
trata de una de las más antiguas y originales formas de monumentalización
paisajística mediante integración de arquitectura megalítica y naturaleza que
se conoce en la Prehistoria mundial, un gran centro ritual cuyo origen se
remonta a la primera mitad del cuarto milenio antes de Cristo.
El Megalitismo conecta sociedades de tiempos y espacios muy distintos y
se ha desarrollado en los últimos cien mil años en todo el mundo, en
condiciones y circunstancias muy diferentes, por lo que constituye un fenómeno
de alcance mundial.
Durante la Prehistoria, Antequera fue un cruce natural de itinerarios
entre mares y continentes y un punto de encuentro de pueblos y culturas
diferentes. Ello dio lugar al nacimiento de unos modelos arquitectónicos
sobresalientes y a una cultura basada en la excepcional interacción con el
paisaje, en la que las construcciones megalíticas (dólmenes de Menga y Viera y
tholos de El Romeral) se presentan bajo la apariencia de paisaje natural (los
monumentos megalíticos están enterrados bajo túmulos de tierra), subordinando
su orientación hacia los dos hitos naturales: La Peña de los Enamorados y El
Torcal, que constituyen los referentes visuales indiscutibles del Sitio.
La vinculación física y conceptual con el entorno natural es un
hecho común en el fenómeno megalítico, sin embargo en el Sitio de Antequera lo
realmente original es el estrecho e íntimo diálogo establecido entre la
arquitectura megalítica y la naturaleza; un hecho que le dota de una relevancia
única de escala universal y que no tiene paralelo en la lista de Patrimonio
Mundial ni en otros bienes reconocidos del mismo tipo.