Carmen Valero
Fue un
soriano audaz quien fundó el restaurante Antonio en el barrio de Retiro de
Madrid, no lejos del célebre parque. Su buena mesa le dio prestigio y hoy , su
propietario tiene tres establecimientos que se distribuyen: dos en la capital y
uno en Tres Cantos.
Antonio
Pérez Martínez (Valdemaluque, Soria, 1940) es uno de esos castellanos que en
1961 llegó a la capital de España y emprendedor, montó un taberna/bodega, en la
que que comenzó a servir comidas. El éxito de la buena cocina de su esposa
Eutiquia Bravo Íñigo (Masorejos, Soria, 1939) convirtió muy pronto el
establecimiento en una bien reputada casa de comidas que servía hasta treinta
menús diarios.
“Una
inspección de Turismo me recomendó que reconvirtiera el lugar en restaurante,
dado el volumen de comidas que había alcanzado”, explica Antonio, su dueño, para
quien la clave de su continuidad es “la
compra de buen género. “Bueno, también la buena cocina de mi mujer que ha sido
reconocida en el tiempo por los clientes”.
Antonio
dice que él no cocina ni ha cocinado, “pero yo distingo si las cosas están bien
o mal”, añade sonriendo. Como empresario se siente orgulloso y satisfecho: “hay
que tener carácter para llevar un negocio y saber tratar adecuadamente al
personal”.
Antonio Pérez Bravo
Ahora es
su hijo Antonio Pérez Bravo (Madrid, 1970), que estudió Empresariales, el que
le ayuda a llevar un negocio en expansión. El hace ahora la compra en Merca
Madrid y la elección de la materia prima, punto de partida decisivo. Hoy cuentan con veinte empleados.
De sus
orígenes sorianos, en el restaurante Antonio se ha preparado el picadillo, los
torreznos y las morcillas de arroz. Las gambas a la plancha han tenido mucho
éxito y los canapés de ahumados fue una novedad de la casa muy reconocida
durante años por los clientes. También las buenas raciones de jamón. “El
restaurante se va reinventando al ritmo de los tiempos”.
El
cordero asado ha sido y sigue siendo un plato estrella de la casa. Venido de
Aranda de Duero, el cordero se sirve sobre todo en sabrosas paletillas o
piernas, al gusto del cliente.
El
pescado, elegido con esmero, tiene poco que envidiar a la carne de los asados.
Antonio opina que “Madrid sigue siendo el primer puerto de mar, el que ofrece
el mejor pescado, y donde vienen a comprarlo hasta los de Bilbao. Y no
exagero”.
En los
años 80 el restaurante Antonio tuvo una racha de popularidad entre el famoseo del momento. Por el lugar
pasaban María Luisa Merlo, Zori Santos, Miki Molina, Isabel Tenaille, la Chunga,
Antonio Gala… A Victoria Abril se la ve de vez en cuando; su madre vive cerca y
cuando la actriz viaja de París a Madrid, van juntas a comer en el restaurante
Antonio. Las aprecian mucho.
Un grupo
de abogados también se ha dejado ver con asiduidad por el restaurante Antonio,
desde los hermanos Antonio y Ángel Valero de la Vega a María Antonia de
Diego -Tona- José Antonio Griñán, Soledad
Córdoba, el jesuita padre Jorge Cela y Carmen Valero. (Aquí recibí el homenaje de todos ellos, antes de
partir a trabajar en la República Dominicana en los años 90, tras el terremoto
que castigó a aquel país).
El mundo
de los médicos, del cercano Hospital Gregorio Marañón también acude al comedor
de Antonio.
Ni que
decir tiene que el restaurante Antonio cuenta con un variado menú diario -al
que acude una clientela fija del barrio-, en el que se pueden degustar
excelentes potes de garbanzos, lentejas, arroz o verduras en los primeros
platos; carnes o pescados varios en los segundos. Los numerosos postres caseros
van desde la tarta de manzana a la leche frita, pasando por las natillas.
Restaurante Antonio
c/ Fernán González, 65
28009 Madrid
Tel 915.738.896
Reservas: restalo.es
(Parking, al lado)