Clausura del congreso internacional El canon del boom organizado en la Casa de América en Madrid
L.M.A.
• Clausura en la Casa de América el congreso internacional ‘El canon del boom’, organizado por la Cátedra Vargas Llosa y Acción Cultural Española (AC/E), que ha reunido durante seis días en ocho ciudades españolas a más de cuarenta escritores y críticos de ambas orillas del Atlánticoausur
• Medio siglo después de la publicación de ‘La ciudad y los perros’, los congresistas han analizado las repercusiones culturales que tuvieron la obra de Vargas Llosa y el boom latinoamericano en la literatura española y latinoamericana de las últimas décadas.
José Manuel Caballero Bonald ha pronunciado esta mañana en Casa de América la conferencia de clausura del congreso internacional El canon del boom organizado por la Cátedra Vargas Llosa yAcción Cultural Española (AC/E) con motivo de los 50 años de la publicación deLa ciudad y los perros, la primera novela de Mario Vargas Llosa y una de las obras fundamentales del boom latinoamericano.
Caballero Bonald habló Del mestizaje y la lengua literaria“un tanteo de superficie (aunque el título de la ponencia, quizá excesivo y enfático, sea más apropiado para un ensayo filológico) que ponga de manifiesto lo que el mestizaje aportó a la cultura literaria en español en una búsqueda de esos brotes latinoamericanos que reverberaron en España y enriquecieron y revitalizaron nuestro idioma anquilosado”.
El Premio Nacional de las Letras empezó con un “somero recuerdo de las oleadas consecutivas de narradores hispanoamericanos que precedieron al boom” con un “primer linaje de escritores” entre los que se encuentran Rómulo Gallegos, Horacio Quiroga, Miguel Ángel Asturias o Macedonio Fernández seguido “por un segundo grupo que secundan esta avanzada” con autores como Juan Rulfo, Manuel Mújica Lainez, Lezama Lima, Alejo Carpentier o Juan Carlos Onetti.”Y aprovecho este punto para cuestionarme –continúa Bonald- qué hubiera pasado si estos novelistas hubieran establecido entre ellos una estrecha relación de amistad y compartido el mismo vínculo editorial. ¿No se habría, producido entonces, un preboom si me perdonan lo feo de la palabra?”, se pregunta el poeta.
Esos novelista, continúa Bonald, y los que les siguieron “compartían una misma patria común en ese territorio de La Mancha en el que nace nuestra novela, como decía Carlos Fuentes”. La patria común de nuestra lengua que se ha ido enriqueciendo desde el descubrimiento de América cuando los conquistadores y los cronistas de Indias nombraron plantas, animales y utensilios desconocidos recurriendo a palabras del idioma local y fomentando la “creación de un mestizaje lingüístico tan natural como el de la sangre” que evocaba nuestros propios mestizajes históricos con el latín, el hebreo, el árabe…”
Un proceso que continúa a lo largo del tiempo. “La paulatina consolidación de la literatura consiste en tomar conciencia de nuestra espléndida diversidad –asegura Bonald-. De la Patagonia a Río Bravo es posible entenderse en una misma lengua lo que supone la evidencia emocionante de que las mezclas culturales propician una siembra lingüística que ha sido el mejor logro de la presencia española en Hispanoamérica”.
El tiempo continúa avanzando. Se produce la revolución en Cuba y, aunque luego las cosas cambian, “La Habana se convierte en un foco de atención que catapulta hechos culturales hasta entonces diseminados y se produce una creciente atracción universal de poderoso rango expresivo que responde a una nueva fundación del lenguaje basada en los mestizajes y el desacato a lo establecido”.
Y aparece Carlos Barral y se publican entre 1962 y 1965 los libros de los autores del boom “García Márquez, Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, para algunos también Jorge Edwards y José Donoso –dice Bonald-“.
“Las afinidades poéticas de sus autores eran tan relativas como copiosa su unánime conciencia de renovación en libertad de un lenguaje literario malgastado. Y algo ciertamente ejemplar: esa media docena de narradores convierten en universal el español que usan los mexicanos, los limeños, los bonaerenses… transmutan en lengua literaria el habla local a la vez que habilitan nuevas técnicas novelísticas y nuevas propuestas innovadoras”, afirma el poeta.
Tras ellos han llegado escritores como Vallejo, Bolaños, Villoro, Volpis, Padura… que no cejan en la búsqueda de empresas literarias más complejas y libres que abundan en el mestizaje lingüístico y continúan enriqueciendo la literatura. Porque, en último caso, se trata de “volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial” como decía Matta. “Una medida ciertamente saludable –concluye Bonald-. Y por ahí andamos a ver qué pasa”.
Mario Vargas Llosa pronunció el pasado 5 de noviembre la conferencia de inauguración de este congreso en un acto que estuvo presidido por SS. AA. RR. los Príncipes de Asturias. A partir de ese momento, los escritores procedentes de once países -Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, España, México, Nicaragua, Suecia y Venezuela- se han repartido por ocho universidades españolas que han otorgado el Doctorado Honoris Causa a Mario Vargas Llosa (Universidad Europea de Madrid,Universidad de La Rioja, Universidad de Castilla-La Mancha, Universidad de Valladolid,Universidad de Granada, Universidad de Málaga, Universidad de Murcia yUniversidad de Alicante). Los objetivos: analizar las repercusiones culturales que tuvieron la obra de Vargas Llosa y elboom latinoamericano en la literatura española y latinoamericana de las últimas décadas a la vez que se establecían diálogos entre algunos de los novelistas contemporáneos más importantes de Hispanoamérica y España con el fin de desentrañar las fuentes literarias que irrigan hoy en día la creación literaria en español.
Unos objetivos que para J.J. Armas Marcelo, director de la Cátedra Vargas Llosa, están más que conseguidos. “El congreso –asegura- ha marcado una experiencia muy interesante que abre nuevas expectativas a la Cátedra Vargas Llosa, a los estudios sobre el boom y la novela en lengua española de un lado y del otro del Atlántico. Creo que este experimento universitario da pie a nuevos proyectos y reuniones. Hay que tener en cuenta sobre todo que estamos hablando ya de clásicos, de escritores canónicos y de textos narrativos clásicos".
En el congreso han participando: Héctor Abad Faciolince (Medellín, Colombia, 1958),José Balza (Delta del Orinoco, 1939),Jorge Eduardo Benavides (Lima, 1964),Marcelo Birmajer (Buenos Aires, 1966),Gonzalo Celorio (Ciudad de México, 1948),Will H. Corral (Ecuador), Alonso Cueto (Lima, 1954), Juan Carlos Chirinos (Valera, Venezuela, 1967),Inger Enkvist (Suecia, 1947), Arturo Fontaine (Santiago de Chile, 1952), Carlos Franz (Ginebra, Suiza, 1959), Rodrigo Fresán (Buenos Aires, 1963), Jeremías Gamboa (Lima, 1974), Alejandro Gándara (Santander, 1957),Marcos Giralt Torrente (Madrid, 1968), Gustavo Guerrero (Caracas, 1957),Luis Goytisolo (Barcelona, 1935), Andrés Ibáñez (Madrid, 1961), Fernando Iwasaki (Lima, 1961),Juan Carlos Méndez Guédez (Barquisimento, Venezuela, 1967), Rosa Montero (Madrid, 1951), Pedro Félix Novoa (Lima, 1974),Antonio Orejudo (Madrid, 1963),Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, Bolivia, 1967), Ernesto Pérez Zúñiga (Madrid, 1971),J. M.ª Pozuelo Ivancos (Murcia, 1952),Soledad Puértolas (Zaragoza, 1947), Sergio Ramírez (Masatepe, Nicaragua, 1942), Fernando Savater (San Sebastián, 1947), Iván Thays (Lima, 1968), Ignacio del Valle (Oviedo, 1971) yJuan Gabriel Vásquez (Bogotá, 1973).
Paralelamente al congreso internacional El canon del boom, se celebró en Madrid un ciclo de mesas redondas que reunió más de una decena de especialistas que abordaron las repercusiones delboom latinoamericano en los medios, la política, la academia y el periodismo. En ellas participaronEduardo Becerra, Albert Bensoussan, Blanca Berasátegui,José Manuel Blecua, Amelia Castilla, Juan Cruz, Peter Landelius, Ramón Pernas, Fernando Rodríguez Lafuente, Sergio Vila-San Juan yDarío Villanueva.