Poemario de Rilke en el centenario de su viaje a España
Julia Sáez-Angulo
Toledo y Ronda son las ciudades españolas que dejaron una
impronta decisiva en el poeta alemán Rainer María Rilke (Praga, Bohemia,
República Checa, 1875 – Val-Mont, 1926), en su viaje a España hace un siglo. El
poemario bilingüe, francés y español, “Las rosas seguido de Esbozos
valaisanos”, en edición bilingüe y con la traducción de Ariel Napolitano ha
sido publicada por la editorial Salto de Página para conmemorar el aniversario.
Los poetas Clara Janés y Jenaro Talens, directores de la
colección de Poesía de la citada editorial, presentaron el libro en el Círculo
de Bellas Artes, acompañados de Jordi Doce.
Clara Janés hizo una bella exposición literaria sobre Rilke
en la que puso de manifiesto la conexión de Rilke con las palabras y conceptos:
“ángel, estrella, pastor, corazón, rosa y vuelo”, al que sintió de modo intenso
en Toledo, sobre todo al contemplar los cuadros de El Greco. Recordó la
admiración de Heidegger por el poeta, especialmente por su obra “Poemas a la
noche”, que incluye la “Trilogía Española. Comentó también su obra decisiva “Elegías
de Duino”, finalmente los poemas sobre la rosa del libro “Las rosas seguido de
Esbozos valaisanos”, así como el dato de que Rilke eligiera uno de esos breves
poemas a la rosa para su propio epitafio.
Jenaro Talens dijo que si hay algo que define la grandeza de
un poeta es la dificultad de su ubicación literaria, algo que en su opinión sucede
con dos poetas: Juan Ramón Jimenez y Rilke. Este último está dentro de la
poesía alemana, siendo checo, pero goza de la extra territorialidad, al salir de
su tradición para entrar en otra, “Rilke es un faro aislado”, señaló Talens,
que escribió en francés, lengua en su momento paradigma de la transmisión del
conocimiento. “Rilke es un potencial poético, sea cualquiera el tema qu aborde
o utilice una u otra lengua”, concluyó.
Poema
como escultura compacta
Jordi Doce elogió la labor de Janés y Talens, directores de
la colección que ha alumbrado el poemario de Rilke “Las rosas seguido de
Esbozos valaisanos”. Recordó que siendo checo escribió en dos grandes lenguas
europeas: alemán y francés, así como su trabajo de secretario del escultor
Rodin en París, lo que le llevó a cultivar su sensibilidad en la ciudad que
admiraba. Rilke habla del ·”poema como escultura compacta”. El poeta trató a Paul
Valery en Francia y en Suiza, donde tradujo el poema del francés “Narciso”.
Ambos se tenían una simpatía mutua.
Doce subrayó que la gran obra de Rilke está en las “Elegías
de Duino” y sus sonetos y recordó sus años de silencio durante la segunda
guerra mundial. Finalmente el presentador declaró que “la rosa sirvió a Rilke como
referencia poética, como objeto de contradicción, para tomar conciencia de sí a
través de la palabra”.
Rilke tuvo un encuentro en parís con Jean Cassou, Alfonso
Reyes y Unamuno” y de los más de los 440 poemas en francés que escribió, 24 e
encuentran en el libro “Las rosas seguido de Esbozos valaisanos”. Enfermo de
leucemia, Rilke murió curiosamente a consecuencia del pinchado de una espina de
un rosal.
“Un recuerdo (a modo de prefacio” de Paul Valery, abre oportunamente
el libro “Las rosas seguido de Esbozos valaisanos”. El poeta francés de “Cementerio
marino” rememora el ultimo encuentro con Rilke tres semanas antes de su muerte.
Rilke, muy editado en España, no ha ejercido excesiva
influencia en sus poetas, salvo en J. M. Valverde, Claudio Rodríguez y María
Victoria Atencia.
Clara Janés lamentó que pese a la gran fascinación de Rilke
por Toledo, la ciudad no se ha interesado por este aniversario de los 100 años
del viaje del poeta.
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