sábado, 2 de julio de 2011
Beatiz Cunha, escultora portuguesa y el “Corazón” de la Humanidad
Julia Sáez-Angulo
La escultura portuguesa Beatriz Cunha (Lisboa, 1959) ha sido una de las artistas seleccionadas para el VIII Arte Pública, que ha tenido lugar en la ciudad de Sintra. Su obra ha interpretado un gran corazón orgánico en mármol rojo, titulado “Corazón de Titán”. “La pieza representa el motor y la maquinaria de energía del cuerpo humano y por tanto de toda la humanidad”, declara la artista.
“En el seguimiento de mi trabajo sobre la condición humana, escogí el corazón, organo del cuerpo que tiene mayor importancia en un campo magnético mayor que el cerebro, para representa al “hombre” en el mundo”, explica la escultora.
“El corazón tiene, en la cultura de la humanidad, varios simbolismos: motor de bombear la sangre en las visiones mecanicistas del cuerpo pero también amor, coraje, emoción, compasión y fuerza. Es sinónimo de vida y de las fuerzas vitales que nos rigen”, añade.
“Por otra parte, los titanes, divinidades primitivas, tal vez de remoto origen oriental, están ligados a ritos agrarios. Esta connotación con los elementos de la naturaleza en la mitología griega, atribuye a los titanes el origen de la parte terrestre, o material de los seres humanos. Los titanes eran los doce hijos de los primitivos señores del universo; Gaia (la Tierra) y Urano (el Cielo), que darán origen a los conocidos dioses del Olimpo. Ellos, los titanes, son la representación de lo que ha demás esencial en nosotros de la naturaleza a la cual pertenecemos”, concluye Beatriz Cunha.
La escultora tiene instalado su taller en uno de los habitáculos del Centro Internacional de Escultura, situado en Odrinhas y dirigido por el escultor Moisés Preto Paulo. Su obra es fundamentalmente abstracta, con la espiral como forma de horadar e investigar la piedra hasta el propio corazón de la misma.
“La concepción de mis piezas parte de la observación y de la abstracción de las relaciones que se establecen entre fenómenos tan diversos como la fertilidad de la naturaleza, los objetos de construcción humana, la Historia del Arte o de la Música. Es un trabajo íntimo que busca integrar fuerzas en conflicto y que conduce a la transmutación de las partes en un todo que las trasciende. La forma guarda la memoria de la evolución de una condición a otra, en un proceso de transformación que es personal, natural y cultural”, explica Beatriz Cunha, una escultora que estudió en la Universidad de Nova Lisboa y que comenzó a exponer su trabajo artístico desde los años 90.
Más información:
www.beatrizcunha.net
viernes, 1 de julio de 2011
Poemas para el mes de Julio
Sintra, Arte Pública VIII: 16 escultores sobre “Un hombre, Un mundo”
Pablo Reviriego, Exposiciones en Piedrahita y el Torreón de los Guzmanes
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CRISTÓBAL COLÓN. DIFERENCIAS EN LOS ANÁLISIS A HECHOS ACAECIDOS.
María Flores, Premio Reina Isabel de Braganza en el Casino de Estoril
jueves, 30 de junio de 2011
Marcos Marín, brasileño residente en Mónaco, expone en Lisboa
Marcos Marín
Pintura y Escultura
Galería Espaço Arte Livre
65, Avenida de Liberdade
Lisboa. Junio-Julio, 2011
Julia Sáez-Angulo
Artista entre óptico y cinético, Marcos Marín (San Francisco de Paula, Rio Grande do Sul , Brasil, 1970) es un artista de éxito como retratista entre personajes célebres o famosos. Desde el príncipe Alberto de Mónaco y su futura esposa –que lo han invitado a su boda- hasta el diseñador Pierre Cardin, el brasileño dibuja con su peculiar estilo los rostros de los modelos a base de dejar la esencia del rostro y la figura de aquellos. Marín expone actualmente en la galería Espaço Arte Livre en Lisboa, dirigida por Malú Ferreira.
Hijo de padre español y madre brasileña, los próximos proyectos de Marín son dos esculturas de aluminio y hierro sobre el rostro del escritor francés Jean Cocteau para la ciudad de Villefranche en la Costa Azul o la que representa al premio Nobel portugués José de Saramago para una exposición itinerante. El artista sabe en todo momento que poner y que quitar del plano para dejar una composición esencializada en la que fácilmente se reconoce al personaje. Una suerte de figuración/abstracción de gran efecto óptico, auténtica revelación en el circuito artístico internacional.
Con ciertos guiños al pop y, en concreto a Andy Warhol, Marín ha retomado iconos reconocibles del mundo del cine, de la canción o del espectáculo como Marilyn Monrroe, Audry Hepburn, Alain Delon, Romy Schneider, Alfred Hitchcock, Sofía Loren, Jacques Brell, Amalia Rodrigues, Sarah Bernard, Brad Pitt, Pavarotti y otros, para que la imagen sea reconocible y aceptada por un gran público que, de inmediato se fija en la habilidad plástica la presencia y ausencia vertical del material de base, así como de los ritmos geométricos con que lo dota. El resultado viene a ser en muchos casos como el negativo singular de una fotografía.
Marcos Marín reside en Mónaco, privilegio que muy pocos pueden obtener, ya que se exigen condiciones tales como abrir una cuenta corriente con un mínimo de treinta y cinco mil euros, pagar una elevada tasa por la residencia y garantizar unos ingresos igualmente mínimos cada mes. Artista de éxito, el artista brasileño cuenta con todos ellos, además de la simpatía de palacio o, lo que es lo mismo, de los Grimaldi. Para obtener la nacionalidad monegasca –algo que no sé si está en sus deseos- se exige una residencia continuada de cuarenta años.
La galerista Milú Ferreira fotografiada por Marcos Marín, así como su hija Sarah, está orgullosa de contar con este artista brasileño en su nómina. La inauguración en su Espaço Arte Livre se llenó de velas, luz y fiesta entre los muchos invitados del mundo de la cultura que acudieron a celebrarlo. La exposición anterior en la misma galería fue la de Rui Perdigao.
Marcos Marín se encuentra en las mejores colecciones de Brasil, Miami y Francia, así como en diversos museos de los Estados Unidos de América como el de Boca Ratón en Florida. “No me interesa estar sólo en las colecciones o museo especializas en arte latinoamericano”, confiesa el autor, “me gusta figurar en museos más amplios e integradores.
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miércoles, 29 de junio de 2011
José Luís Fernández, medio siglo junto a la escultura
José Luis Fernández
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“Agustín de Hipona ¿Qué es el tiempo?”, traducido por Corti para Trotta
Edición bilingüe y traducción: Agustín Corti
Editorial Trotta
Madrid, 2011 (106 pags)
Julia Sáez-Angulo
“Me parece que el tiempo no sea otra cosa que una expansión: ¿de qué cosa? No lo sé pero no me asombraría que fuera del espíritu mismo”, dice Agustín de Hipona (354 – 430), uno de los grandes padres de la Iglesia, autor del célebre libro “Las Confesiones”, que se ordenan en torno del proceso de conocimiento de sí mismo y que lleva a preguntarse por las relaciones del hombre con Dios, el cual trasciende y determina la propia subjetividad.
Agustín Corti ha llevado a cabo una edición bilingüe y traducción de “Qué es el tiempo”, libro XI de las Confesiones, en la editorial Trotta, donde Agustín de Hipona reflexiona: “Te suplico, Dios mío, ¿qué mido entonces cuando digo de forma poco precisa: “este tiempo es más largo que aquel; o cuando digo de modo preciso: “este es el doble de aquel”. En la misma editorial y del mismo autor, se ha publicado el libro “El maestro o Sobre el lenguaje” (2003).
El pensador cristiano viene a concluir: “Mido el tiempo, lo sé. Pero no mido el futuro, porque aún no es, ni mido el presente porque no comprende ningún espacio temporal, tampoco mido el pasado, porque ya no es más. ¿Qué mido entonces? Los tiempos que pasan, no los pasados. Así lo he dicho antes.
La estructura del libro abarca los apartados: Hacia la pregunta por el tiempo; La paradoja del ser del tiempo; El tiempo como expansión del espíritu, e Influencia del libro XI. El traductor recuerda en la introducción la figura del hombre que en la costa mediterránea del siglo IV decide escribir un libro para alabar a Dios: “La Confesiones”. Un libro que ha sido leído por numerosos filósofos y hombres de letras.
Confesarse significa para todo cristiano “afirmar la fe de Cristo, exponer sus pecados frente a Dios y al resto de los seres humanos, así como también ensalzar a Dios”, según Corti. La reflexión o análisis sobre el tiempo “parte del relato de la creación tal y como la presenta el primer versículo del “Génesis”.
Paralelamente a la división temática, “hay motivos que atraviesan todo el libro como es el papel de su madre Mónica en la conversión de Agustín al cristianismo, la crítica a los maniqueos o la autocensura de los pecados. El contraste entre la eternidad divina y la finitud de los hombres, así como la diferencia entre las cualidades del ser divino y las de los seres humanos vuelven también como temas recurrentes una y otra vez”.
Agustín de Hipona concluye que “el tiempo es la expansión del espíritu a través de la actividad conjunta de memoria, atención y expectación”.
Portugal, un hermoso país tan cerca y tan lejos
Paula Rego, pinturas narrativas en la “Casa de las Historias” de Cascais
Fundación Arpad Szenes - Vieira da Silva en Lisboa
Julia Sáez-Angulo
Es una de las instituciones culturales más singulares de la capital de Portugal. La Fundación Arpad Szenes - Vieira da Silva en Lisboa situada en la hermosa plaza de las Amoeiras de Lisboa, ofrece un recorrido por la creatividad de matrimonio e artistas: la portuguesa María Helena Vieira da Silva (1908 - 1992) y su esposo, el húngaro Arpad Szenes (1897 – 1985).
Estos dos pintores de la segunda hornada de la escuela de París han dejado una obra de una creatividad muy singular. Ambos han sido capaces de abstraer las formas de la realidad en una suerte de geometrías y formas que aluden a los lugares sin mimetizarlos. Arpad Szenes, un hombre sabio y discreto dio paso muy pronto al reconocimiento de la superioridad de la obra de su esposa María Helena Vieira da Silva, si bien su propia obra es una gran fuerza y dignidad.
Tanto María Helena Vieira da Silva como Arpad Szenes pertenecían a familias de inquietud intelectual en las que ambos supieron mamar la cultura y las artes en todas sus ramas. Ella estudió pintura y dibujo en Lisboa y en 1928, fue a París para estudiar en la academia de escultura de Bourdelle. Más adelante hizo grabado y acudió a las clases de Fernand Legar, en las que llevó a cabo diversas investigaciones.
En 1930 se casó en el pintor húgaro Arpad Szenes, cuya obra profundiza en el espacio y la profundidad de los volúmenes. En 1935 presentaron su obra en Portugal y fueron a vivir a Brasil de 1940 a 1947, atormentados por al guerra; durante este periodo sus pinturas reflejan la ansiedad. Regresaron a París en 1950 y participaron en numerosas exposiciones del momento. El Estado francés adquirió algunas de sus obras y en 1960 fueron condecorados como pintores reconocidos.
La Fundación Gulbenkian de Lisboa presentó la obra de ambos artistas en su sede de Lisboa en 1970, 1977 y 1988. La Fundación que lleva los nombres de ambos pintores se creó en 1990 y cuatro años más tarde se abrió el museo de la citada fundación con las obras disponibles de los artistas.
Arpad Szenes mantuvo una estrecha relación los surrealistas Miró, Tanguy y Max Erns, que influyeron de alguna manera en su obra. El pintor impartió la docencia a otros artistas y publicitarios durante algunos períodos. La inquietud de este artista estribaba sobre todo en las sensaciones lumínicas, , la exploración de atmósferas y la delicadeza espacial que revela el arte japonés. Fue un hombre que siempre puso la tarea artística de su esposa en primer lugar, pero su discreción y modestia no esconden una obra muy digna de admiración y respeto.
Los dibujos de anatomía de Arpad Szenes y Vieira da Silva, junto a los del Museo de Medicina de Lisboa, se muestran recientemente en una exposición temporal en la Fundación. Una muestra de gran interés y belleza. Actualmente la dirige la doctora Marina Rairrao Ruivo.
La Fundación Arpad Szenes - Vieira da Silva pasa por ciertas dificultades de financiación y en los circuitos artísticos portugueses, se habla de un posible cierre por imposibilidad de mantenimiento. Seria una pena porque es una institución refinada y de primer orden, que en su día fue dirigida por el arquitecto Somer Ribeiro.
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Ángeles Caso publica “Las casas de los poetas muertos”, Premio Llanes de Viajes
Ángeles Caso
VI Premio Llanes de Viajes
Imagine Ediciones
Madrid, 2011 (254 pags)
Julia Sáez-Angulo
Es un premio ganado siempre por artistas de cierto renombre que preparan su libro durante un tiempo para ganar sin sorpresa el premio Llanes de Viajes. Ahora le ha tocado el turno a Ángeles Caso (Gijón, 1959) con el libro titulado “La casa de los poetas muertos”, publicado por Imagine Ediciones, dirigida por Silvia Pérez. Juan Eslava Galán, Ángela Valvey, Gustavo Martín Garzo, Espido Freire y Ricardo Menéndez Salmón han sido los anteriores seleccionados al VI premio de esta edición. El Ayuntamiento de Llanes y El Corte Inglés patrocinan este galardón.
Ángeles Caso, licenciada en Historia del Arte y antigua presentadora de televisión ha hecho en su libro, un recorrido por algunas casas de escritores en España, lugares de memoria puestos en valor para relacionar un autor literario con la atracción por la casa donde nació, vivió, murió o simplemente se emula lo que pudo ser. Un “ars topiae” en el que los franceses son maestros y se ha extendido por toda Europa. El escritor Javier Marías abordó también este tema en otro de sus libros.
Las casas de escritores elegidas por Ángeles Caso son las de “Miguel de Cervantes o la lucha por la vida” en Alcalá de Henares y la de “Lope de Vega o la fama” en Madrid; “Jovellanos o la desdicha” en Gijón; Rosalía de Castro o la saudade” en Padrón; la de “Emilia Pardo Bazán o la fortaleza” en La Coruña; la de “Machado o la humildad” en Segovia; y las de “Federico García Lorca o el dolor” en Fuente Vaqueros; Museo de Valderrubio y Huerta de San Vicente.
La narración llevada a cabo por la autora pasa por la vida literaria de cada escritor, sus circunstancias socio-familiares, la geografía del lugar de la casa museo, las impresiones que provoca en la escritora... en suma, un texto que participa por igual del reportaje y el manual literario para hacer divulgable unos personajes y unos lugares que concitan la llamada de viajeros y visitantes, sobre todo de colegas escritores. Como dice Javier Marías con humor, hay autores que saben tanto de escritores que se creen a su vez colegas de los grandes.
De premios y encargos
Ángeles Caso, con su novela “Contra el viento” fue ganadora en 2009 del premio Planeta, otro galardón que como declarara en su día el también escritor galardonado, el filósofo y profesor de Ética, Fernando Savater (San Sebastián, ) creer en la bondad de este premio es como creer en los Reyes Magos. Algo similar afirmó Miguel Delibes con su experiencia ante la propuesta de presentar novela al premio.
Ciertamente escribir es llorar como afirmara nuestro escritor romántico Mariano José de Larra, pero los premios como afirmaba el viejo y zorro editor José Manuel Lara, sirven para descubrir lectores más que escritores, ya que los autores están de antemano destapados. Más valdría hacer directamente un contrato de encargo y escritura con el autor que se desee y dejarse de “farsas” apariencias. Después de todo, cada uno sabe quien es quien y se perjudicaría menos a quienes pican en el enredo y envían sus originales y hasta cinco copias con plica, incluso desde Hispanoamérica. Los premios concertados son odiosos.
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martes, 28 de junio de 2011
Linda de Sousa, Escultura sobre Carolina Beatriz Angelo en Sintra
Jacinto Luís expone pintura figurativa ne la galería Renato Rodyner
Jacinto Luís
Pintura. “Paisajes y bodegones”
Galería Renato Rodyner
Cascais. Portugal
Junio - Julio, 2011
Julia Sáez-Angulo
Fue una exposición que a su vez inauguraba una galería, la de Renato Rodyner en Cascais. El pintor Jacinto Luís (Maxieira. Fátima. Portugal, 1945) presentaba una sucesión de paisajes urbanos y bodegones, principalmente de frutas, en una sucesión impoluta de cuadros acrílicos, de una perfección formal absoluta y cierto hieratismo formal.
La inauguración de la muestra fue una fiesta en la que se dieron cita numerosos personajes del mundo de la cultura, el arte y el espectáculo fundamentalmente, entre los que se encontraban el doctro Lima de Carvallo, director actístico deL Casino de Estéril; los pintores Antonio Oliveira Tavares, últimamente consagrado al retrato; Linda de Sousa; Moisés Preto Paulo; Juan Jiménez o Luz S. Miguel entre otros.
La estética de Whopper planea por los cuadros de Jacinto Luís resulta vagamente congelado en la contemplación del modelo, sea un rincón urbano o un frutero. La geometría rígida va dibujando los contornos de los edificios: casas, teatros, iglesias, capillas... que el registra en sus obras como un observador fío y distante.
Las luces de estos cuadros son ligeramente irreales, más perteneciente al arte particular del autor que a la realidad solar. Jacinto Luís gusta del juego de luces y sombras, de la luz artificial, de los nocturnos... para unas obras en las que el “Sin título” es el rótulo habitual de los cuadros, dificultando la identidad de la obra a la obra denominarla o hablar de ella en particular, por lo que sólo cabe renunciar a ello.
Luís de Mazedo dedica un bello poema a los cuadros del pintor, que el catálogo sitúa en uno de los edificios pintado en mostaza y añil, que parece representar un teatro. Por su parte, Graça Moura habla de arquitecturas irreductibles, sombras planas, melancolía de lo sagrado, repeticiones de la noche y “sitios visibles y distantes para los rituales secretos de nuestras horas desiertas”, para hablar de la pintura de Jacinto Luís.
El pintor, que residió ocho años en la provincia de Madrid, pintó en su día diversos paisajes urbanos de Alcalá de Henares y otros pueblos históricos de Madrid. Jacinto Luís regresó a Portugal para cultivar viñedo y hacer vino con su propia denominación, pero después de varios años de experiencia lo dejó y regresó por entero a la pintura, arte y oficio que no ha abandonado nunca.
Luz S. Miguel, dibujante y artista plástica de teatrillos y collages
Julia Sáez-Angulo
Reside en una hermosa casa/taller en Amoreira (Portugal) no lejos de Sintra, donde lleva a cabo toda su creatividad plástica en papel y cartón de dibujos, ilustraciones, collage, maquetas de teatrillos, pequeñas instalaciones de fantasía barroca muy a la portuguesa y cajas de metacrilato con acumulaciones de pequeños títeres y cosas... Luz de Sao Miguel (Lisboa, 1963), viajera y cosmopolita en su primera juventud –ha residido en Alemania- es una creadora ingeniosa de personajes que vuelan en su imaginación y salen de sus manos prodigiosas con una vida artística llena de ingenio.
Niños y mayores disfrutan con sus héroes llenos de color, ardor y sugerencias: muchachos aguerridos, reyes, princesas, soldados, animales, lunas y estrellas... que se mueven animados en la magia de los pequeños teatros de cartón y cuentan una deliciosa historia de sentimientos y pasiones.
Luz S. Miguel, hija a su vez de profesor de arte, sabe crear escenarios de gabinete y lograr la participación de los más pequeños embelesados, que intervienen y preguntan a los recortables en movimiento dirigidos por la artista. Sus actuaciones, que se producen generalmente en bibliotecas y escuelas, harían las delicias de Federico García Lorca, amante del teatro de títeres.
Los dibujos de Luz S. Miguel son también motivo de amplios cuadros que expone periódicamente y permiten al espectador una contemplación de su arte más tranquila y silenciosa que en la actuación dramática de los escenarios. El dibujo es siempre una idea germinal del trazo en el artista y ciertamente el de São Miguel es sugerente por su expresividad y su color.
Artista polivalente para dibujar, ilustrar, componer collages en cuadros, escenarios o cajas a los Cornell, Luz S. Miguel ha recalado en una casa de campo para trabajar con tranquilidad, en una paz donde el tiempo parece multiplicarse. Está casada con el escultor Moisés Preto Paulo, director del Centro Nacional de Escultura, por el pasan numerosos escultores de diversos países, fundamentalmente jóvenes, en busca del conocimiento del arte de la tercera dimensión.
Luz S. Miguel y Moisés Preto Paulo tienen una hija también artista, Romana Preto, que estudia arte dramático en Cascais. Todos ellos vegetarianos, disfrutan de la compañía de diversos animales, que van desde una cabra, siempre vigilante a la entrada de la casa, un perro, dos hámsteres y diversos animales de granja, todos ellos bien atendidos.