Dirty Marilyn. Imágenes de su repertorio artístico
Imágenes de Dirty Marilyn
Julia Sáez-Angulo
20/8/22.- El Escorial.- La escritora Izara Batres ha visto la luz de su poemario “Fin del mundo del fin”, con ilustración de tres pinturas de Mayte Spínola y otros artistas visuales, publicado por la editorial Valparaíso de Sevilla. El libro será presentado en La Cafebrería de Madrid, el próximo 9 de septiembre. En octubre será presentado en el espacio de Arte y Libros, junto a una exposición de las obras de Mayte Spínola.
Los otros artistas visuales que han participado en la ilustración del libro con una obra son: Sasha Lvova, Félix de la Concha, José María Abad, Antonio Camaró y Juan Antonio Mañas.
La poeta ha visitado El Escorial y ha paseado por la Casita del Príncipe Carlos IV.
Izara Batres (Madrid, 1982) es licenciada en Ciencias de la Información y doctora en Estudios Literarios por la Universidad Complutense de Madrid. Es profesora de literatura, escritura creativa, guión y poesía. Ha diseñado el curso de Poesía Terapéutica en tres fases pedagógicas. Colabora con diferentes revistas culturales y de actualidad (El Ciervo, Tiempo, Letras Libres, etc.) y también con la editorial Xorki y con la plataforma literaria digital Escritores Complutenses.
La escritora ha sido premiada por la Editorial Siruela (2004), por su ensayo en el certamen “El mundo de Sofía”, recibió el primer premio del periódico El País, como ganadora del concurso de relatos de EP3 “Talentos” (2007), con el relato El paciente, y ha resultado finalista en diferentes certámenes literarios, nacionales e internacionales. Es autora de los poemarios Avenidas del tiempo (Vitruvio, 2009) y El fuego hacia la luz (Sial-Pigmalión, 2011), del libro de relatos Confesiones al psicoanalista (Xorki, 2012), del ensayo, basado en su tesis, Cortázar y París: Último round (Xorki, 2014), y de la novela ENC o El sueño del pez luciérnaga (Xorki, 2014). En 2016 ganó el Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo.
En “Fin del mundo del fin”, la poeta va desde el estado de crítica y desgarro a la paulatina subida vital. El libro se divide en los bloques de Fragmentación, Incendio y Transfiguración.
Del libro, Ana Cáceres ha dicho: "En el libro hay un sueño, un deseo, un grito de dolor y amor, un diálogo con la esencia y con el absoluto, un temblor de cimientos, un viaje alquímico, que nos lleva desde el fin de los tiempos -con alusiones a la actualidad-, a su recomposición y necesaria reinvención permutante, reveladora y convulsiva, recorriendo diferentes estaciones del ser, la exploración del abismo, la iluminación y la esperanza, en el anhelo último de trascender el tiempo y el espacio, cuando "rompamos el laberinto de cristal" y podamos halla al fin "la puerta".
POEMA
Fuiste el animal de despedida, el grito más sordo.
hilo único de un perfil minucioso.
como el lujo de una copa evanescente que se pierde
en el aullido de la noche.
Y yo fui la raíz de la última vuelta.
la inventora de hogueras célebres en las nubes.
hogares sin medida.
Sosteniéndose apenas sobre sobre una rosa ingrávida,
en las lentas destrucciones del universo.
Izara Batres y Julia Sáez-Angulo en los jardines de la Casita del Principe. El Escorial. El Real Monasterio al fondo.
J.S.A.
0/08/22.- Madrid.- Dirty Marilyn, ex pareja de Banksy, es una artista visual multidisciplinar, fotógrafa, pintora, poetisa, escultora y diseñadora de NFTs. La artista se encuentra actualmente en España, y seguidamente viajará a Nueva York, donde tiene previsto asentarse.
Conocida en el medio artístico por la relación que mantuvo durante muchos años con el artista anónimo Banksy. En la actualidad Dirty Marilyn se dedica a producir NFTs, los cuáles son autorretratos continuos de su femineidad. A través de sus creaciones (NFTs) refleja sensaciones y emociones producidas por consecuencia de su ruptura con su ex pareja Banksy, a quien conoció a los 18 años en una calle de Glasgow mientras éste ejecutaba un pequeño mural, desde ese encuentro mantuvieron una larguísima relación sentimental con sus altos y bajos. Su ruptura se atribuye a la diferencia de conceptos artísticos.
En múltiples ocasiones su personalidad ha sido descrita como bipolar ya que ella ha sufrido dicha condición desde niña. Hoy a sus 27 años después de experimentar numerosas técnicas en el arte digital la artista Dirty Marilyn debutará con su primera colección de NFTs bajo el título "NFT Yonky" en discrepancia con las críticas de Banksy sobre el mercado de los activos digitales. La colección "NFT Yonky" se inspira en el neorrealismo digital y está disponible de forma exclusiva en OpenSea.
La artista da una vuelta de tuerca a su visibilidad/invisibilidad sobre Banksy, por cuanto ella manifiesta con frecuencia su rostro manipulado a través de su obra, de sus imágenes digitales en suma. Una obra joven, fresca, que rezuma color y belleza sui generis. El rostro humano siempre es una imagen potente, la naturaleza más viva, y en el caso de Dirty Marilyn resulta potente, fuerte, inolvidable cuando lo utiliza, sobre todo de sí misma. Un trabajo, resultado de siete años.
Podría decirse que, cuando se mira atentamente las imágenes de Dirty Marilyn, la fuerza y el asombro chorrean de los ojos.
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Imágenes de Dirty Marilyn
Julia Sáez-Angulo
Verbena de Altomira (Cuenca)
L.M.A.
19.08.20222.- Altomira (Cuenca).- Mi pueblo, Jabalera, en el Valle de Altomira (Cuenca) es de los pocos en España, donde aún se hace verbena. Ya sabes, para bailar sin que te queme el sol. Se va al monte, se corta leña y se va colocando entre las cuerdas. El escritor Rogelio Sánchez Molero ha escrito un poema al respecto.
Julia Sáez-Angulo
18/8/22.- El Escorial.- Hay una visita gastronómica puntual veraniega entre dos artistas pintoras y dos críticas de arte: María Jesús de Frutos, Cuchi de Osma, Carmen Valero Espinosa y quien esto firma. Como las golondrinas se citan de manera fija en la segunda quincena de agosto, pasada la fiesta de la Paloma y superado ciertamente el ferragosto. “La Horizontal” es el restaurante elegido, a mitad de la falda del monte Abantos, por aquello de su frescor entre coníferas y su razonable comida. Yo sentía frío y pedí un chal, que la casa me lo proporcionó en gris, con la etiqueta de Ikea. Ya en otoño pasado, tuve que pedir una manta de chimenea para paliar el frío de la terraza. En La Horizontal siempre hace fresco.
Cuchi lucía una camelia Chanel sobre el vestido sesentero; Carmen, camiseta con edelweiss bordadas en Austria; Julia, lunares andaluces en la blusa, y M. Jesús, vestido largo amarillo estampado, con mangas abullonadas, tipo Imelda Marcos.
El comienzo fue de buen jamón y aros de cebolla, para seguir con los platos de cuchara: lentejas con verduras para un día fresco, amén de carrillada y gallos. Final con tiramisú y sorbetes de limón.
Pero no solo de alimento viven el hombre y la mujer, sino de cultura y belleza. Este año visitamos la Casita del Infante Don Gabriel (hijo de Carlos III y hermano de Carlos IV; el más culto de los hermanos. Tradujo a Salustio y tocaba el órgano en concierto con el Padre Soler, que tocaba el otro órgano, en la Real Basílica)), en la carretera de San Lorenzo del Escorial hacia Ávila Un pabellón de caza, edificio neoclásico, construido en el último tercio del siglo XVIII, por el arquitecto Juan de Villanueva, el mismo que construyó la Casita del Príncipe en la parte inferior del bosque de la Herrería, y el mismo que hizo el edificio del Museo del Prado.
La Casita del Infante solo se abre al público los viernes de 12 a 18 horas, por lo que nos dedicamos a visitar los hermosos jardines italianos, desde los que se divisan los mejores encuadres del Real Monasterio, salvo en un ángulo en el que un pino piñonero -que habrá que podar- impide la vista diáfana.
Pese a la belleza circundante, Carmen Valero insistía en que mirásemos las nubes velazqueñas del cielo. Es una nefelibata. Ciertamente eran tan hermosas y los críticos de arte sabemos que los celajes forman parte del paisaje.
Disfrutamos el recorrido de los parterres con laberintos de boj, los estanques de nenúfares con un solo surtidor que nutre con un sutil sonido musical de agua, de las coloridas margaritas, de las hortensias algo castigadas por el calor, de los floridos árboles de Júpiter, que algunas calificaban de árboles del amor y el guardés nos dijo que nada tenían que ver unos con otros. No quedamos muy convencidas.
Pero, sobre todo, de los árboles centenarios gigantescos, en buena parte clasificados como de interés especial por la Comunidad de Madrid: el cedro del Líbano o de Salomón, en paralelo al cedro del Himalaya, los pinsapos de la entrada, las sequoyas, las sabinas, los pinos piñoneros…
En esta Casita del Infante, donde se celebran conciertos de cámara de vez en cuando, residió don Juan Carlos de Borbón, cuando estudiaba en los Agustinos, y se le llamaba Príncipe de España, título que jamás ha existido en la Historia de España, sino el de Príncipe de Asturias que es el que procede al heredero de la Corona hispánica. En la Casita del Infante se guarda el dormitorio y mobiliario que utilizó don Juan Carlos antes de casarse (¡Dios, que buen rey, si no hubiera hecho el tonto durante los últimos años!).
En la Casita del Infante los reyes Juan Carlos y Sofía ofrecieron un almuerzo a la reina Isabel II de Inglaterra -primer y único viaje de la soberana británica a España- y a su esposo el Príncipe de Edimburgo en 1988. Y, en 1989, se iba a alojar allí el presidente alemán Helmuth Koln, hasta que se dieron cuenta de que era demasiado corpulento y alto y que tendría que bajar la cabeza ante los bajos dinteles de las puertas -a riesgo de posible chichón- y habría que comprarle una cama especial, pues la de medidas habituales no servía para su tamaño. Desistieron de alojarlo allí.
De las anécdotas de altura, pasamos a las de bajura en los jardines italianos que rodean el palacete, como la del estanque en el que -confiemos que temporalmente- faltan los peces de colores y sobre todo los cisnes que ornan cualquier estanque real que se precie. Siempre los ha habido, sobre todo en el Jardín de los Frailes. El guardés nos contó que la pareja de cisnes se renovaba cada año, pero que, en el último, antes de la pandemia, la hembra le dio por picar y atacar al macho (casi siempre es al revés), por lo que hubo que separarlos, y se subió la hembra al estanque de la Casita del Infante y aquí despareció, porque un zorro circundante por los bosques de la Herrería se la zampó.
La cadena trófica de la Naturaleza no se anda con contemplaciones.
La Casita del Infante Don Gabriel, a diferencia de la Casita del Príncipe, es un lugar mucho más tranquilo y solitario, por lo que es recomendable a quien quiera disfrutarla, pero que no se corra la voz y se entere la tromba de turistas al Real Monasterio, porque se acabaría con el relax y disfrute de vistas al Monasterio, a los bosques y montañas que hoy tiene.
Chocante el busto diminuto y algo ridículo de la cabeza de Carlos III, que el gran rey tiene hoy en el luneto al aire libre del aparcamiento de coches, frente al palacete del Infante. Aquel monarca, por sus aportaciones artísticas y culturales, se merece un busto que guarde al menos la escala con el espacio.
En suma, el paseo de las pintoras y las críticas de arte por el Pabellón de caza del Infante Don Gabriel fue magnífico y recomendable. Ya estamos deseando de que llegue la siguiente cita estival para celebrar de nuevo el arte de la buena mesa y la belleza de El Escorial de arriba y de abajo.
Confiemos en que el año próximo veamos peces de colores y cisnes, como merece el Real Sitio. (En Inglaterra todos los cisnes son propiedad de Su Majestad Británica, según la vieja tradición, aunque no haga uso de tal propiedad).
Una de las cuatro fuentes de nenúfares. Casita del Infante
Uno de los nenúfares abierto
Cuchi de Osma, M Jesús de Frutos y Julia Sáez-Angulo