Julia Sáez-Angulo
11/7/2020 .- Madrid .- Con Garcilaso de la Vega se inaugura la poesía castellana moderna, al levantar la lengua a la categoría artística del italiano, heredero del legado latino y heredero de voces que eran entonces modelo principal de imitación. Garcilaso de la Vega ha sido calificado como Príncipe de los Poetas, por la crítica hispana. La Poesía de Garcilaso de la Vega aparece ahora y de nuevo en una edición de Ignacio García Aguilar, en la colección Letras Hispánicas de la editorial Cátedra.
El libro acoge una amplia Introducción, estudio de García Aguilar, que enfoca a Garcilaso, estudia su trayectoria en la encrucijada de su tiempo, analiza las circunstancias y contextos, lo sitúa dentro de la poesía castellana y da cuenta de las peripecias editoriales de la poesía garcilasiana.
Garcilaso de la Vega (Toledo, 1503 – Niza, Francia, 1536) es un referente inexcusable de cualquier antología poética española que se precie como lo es san Juan de la Cruz. Su modernidad se refleja en la construcción de un yo lírico que reflexiona sobre sus experiencias previas.
“La lección garcilasiana parece apuntar al hecho de que en medio de la conflictividad del mundo, el individuo forjado por su poesía únicamente puede contar con el asidero de las propias convicciones”, escribe García Aguilar. “De ese modo, la radical originalidad de la poesía garcilasiana no estriba tanto en la construcción de un sujeto enunciativo como el grito de afirmación de una individualidad desgarrada y problemática; lo que equivale a decir moderna y fieramente humana”.
Buena muestra sobre la visión de Garcilaso sobre la identidad conflictiva dl mundo lo muestra en el canto de Salicio de la égloga I: “La cordera paciente/ con el lobo hambriento/ hará su ayuntamiento/ y con las simples aves sin rüido/ harán las las sierpes ya su nido”.