Diputación
de Valladolid (España)
Ministerio
Federal de Familia, Mayores, Mujer y Juventud (Alemania)
Inauguración
en Valladolid: Palacio de Pimentel, 8 de marzo de 2015 (hasta 8 de abril de
2015)
Inauguración
en Berlín: Inselgalerie Berlin, 30 de abril de 2015 (hasta 30 de mayo de 2015)
Coloquio
en Berlín: Inselgalerie Berlin, 1 de mayo de 2015
Artistas
seleccionadas:
Barbara
Noculak (DE), Christine Seghers (NL), Concha Gay (ES), Concha Mayordomo (ES),
Dolores Fernández (ES), Feyhan Bayik (TK), Franca Bartholomäi (DE), Guadalupe
Luceño (ES), Hufreesh Dumasia (IN), Jolanta Wagner (PL), Juliane Ebner (DE),
Liliana Kleiner (IL), Margret Kohler-Heilingsetzer (AT), Maria Cristina Carlini
(IT), María Jesús Aragoneses (ES), Marianne Pitzen (DE), Marianne Schröder
(DE), Marina Lange (SE), Rufa Fernández (ES), Süheyla Asçi (TK), Tina
Schwichtenberg (DE)
Muchos han sido los proyectos
que se han presentado desde marzo de 2014 en conmemoración del V Centenario del
nacimiento de Santa Teresa de Ávila, la inmensa mayoría precisamente en Ávila.
Nosotras hemos querido presentar el nuestro en Valladolid, con dos
característica que, a nuestro juicio, lo diferencian de los demás. De un lado,
el enfoque eminentemente feminista en el tratamiento de la santa, de otro, su
carácter transfronterizo: viajará a Berlín tras su presentación vallisoletana.
Es por tanto un proyecto hispano-alemán en el que Teresa concita las miradas
actuales de veintiuna artistas de diez países.
El interés que en nuestros
días suscita Teresa no parece estribar tanto en su condición de reformadora de
una orden religiosa como en su feminismo y su experiencia
mística. La "experiencia" recorre todos los escritos de Teresa,
colocándola en el mismo centro de la Edad Moderna: "No diré cosa que no haya experimentado mucho"
(V18,8). Esta afirmación, más aún, autoafirmación también la colocará en el
punto de mira de la Inquisición, como sospechosa de pertenecer a la corriente
de los "alumbrados", que contaba, por cierto, con muchos seguidores
conversos. Bien es sabido que Teresa provenía de una familia de judíos
conversos, al igual que San Juan de Ávila.
Teresa transgrede sin
temor las leyes que su tiempo le imponen por su condición de mujer. Incumple la
prohibición, impuesta a las mujeres, de leer las Escrituras Sagradas. Desoye la
obligación, impuesta a las mujeres, de rezar únicamente en voz alta y defiende
la oración interior. Bebe, a través de Francisco de Osuna (Tercer abecedario espiritual), de la
teología mística oriental. Renuncia a los sentidos, a la actividad intelectual
en la oración, en definitiva, defiende la intuición, no pensar para llegar al
conocimiento, a la iluminación, pues "el
mismo cuidado que se pone en no pensar nada quizá despertará el pensamiento a
pensar mucho" (4 M 3, 6). Una mujer reformando una orden de
frailes, una "pobre monja descalza, sin
ayuda de nadie" (F 2, 6) sino Dios mostrando su poder dando
"osadía a una hormiga"
(F 2,7). ¡Es inaudito! Traspasa los límites de lo social y políticamente
aceptable dirigiéndose en miles de cartas a potenciales benefactores, a la
nobleza, al mismo Rey Felipe II, en cuya casa natal, el Palacio de Pimentel de
Valladolid, se inaugura este proyecto. Osa referirse a los relatos evangélicos,
a las amistades de Jesús -¡nada menos!- para reivindicar el papel de la mujer,
pues ve "los tiempos de manera que no
es razón desechar ánimos virtuosos y fuertes, aunque sean de mujeres" (CE
4, 1). Es uno de los muchos ejemplos de feminismo teresiano. La crítia a las
posiciones oficiales de la iglesia y de la sociedad respecto a la función de la
mujer es feroz, así como a la actitud misógina de los "jueces" (los
inquisidores). Qué inteligencia, la suya, al apoyar su alegato en la Sagrada Escritura
como protección frente a la Inquisición. El fragmento desde "y más
fe…" hasta "aunque sean mujeres", íntegro en el autógrafo de El
Escorial, fue tachado por los censores (¡masculinos!), por lo que no aparece ya
en el autógrafo de Valladolid.
Teresa morirá sin ver
reconocida públicamente su inmensa labor: haber recuperado la antigua regla
carmelita y conseguido una provincia propia en España para la orden descalza.
Al frente se coloca a un hombre, a su gran amigo Jerónimo Gracián. Teresa gana
la batalla, pero ninguno de los altos prelados la menciona. A ella no le
importa, profesa vivir "quitando
nuestro amor propio y nuestra voluntad, el estar asidas a ninguna cosa de la
tierra" (5 M 2, 6). A nosotras sí. De ahí que la fecha elegida
para la presentación en Valladolid de nuestro proyecto sea el 8 de marzo, Día
Internacional de la Mujer. Con ello reivindicamos los ingentes esfuerzos de
innumerables mujeres que se dejaron la piel en su lucha por los derechos de la
mujer, la igualdad, la libertad y la justicia, y que, como Teresa, fueron
ninguneadas o, en el mejor de los casos, utilizadas por la política, la iglesia
y la sociedad en beneficio de sus propios intereses que nada tenían que ver con
las aspiraciones y objetivos de sus protagonistas.
Teresa de Ávila es una de
sus más insignes exponentes. A ella rendimos homenaje en el V Centenario de su
nacimiento, el 28 de marzo de 2015, a través de 21 miradas de mujeres
heterogéneas e internacionales que nos presentan a una Teresa mística, sí, pero
también transgresora hasta la médula.
Guadalupe Luceño /
Ilse-Maria Dorfstecher
Comisarias del proyecto