viernes, 11 de julio de 2014

MARCO de Vigo: "Score", exposición sobre relación entre imagen y sonido


ARTISTAS Y OBRAS EN EXPOSICIÓN

SCORE es una muestra de producción propia que aborda la relación entre imagen y sonido. Del cine experimental a obras conceptuales basadas en el cine narrativo, y a trabajos que prestan especial atención a la gramática del sonido y de la imagen en movimiento, esta muestra reúne un conjunto de obras de 18 artistas de distintas generaciones, desde los años setenta hasta la actualidad.

Meris Angioletti (Bérgamo, Italia, 1977; vive y trabaja en París y Milán)
Martin Arnold (Viena, Austria, 1959; vive y trabaja en Viena)
Eugènia Balcells & Eugeni Bonet (Barcelona, 1943; vive y trabaja en Nueva York y Barcelona / Barcelona, 1954; vive y trabaja en Barcelona)
Guy Ben Ner (Ramat Gan, Israel, 1969; vive y trabaja en Tel Aviv)
Manon de Boer (Kodaicanal, India, 1966. Artista neerlandesa, vive y trabaja en Bruselas)
Tony Conrad (New Hampshire, Estados Unidos, 1940; vive y trabaja en Nueva York)
Keren Cytter (Tel Aviv, Israel, 1977; vive y trabaja en Nueva York)
Anna Franceschini (Pavía, Italia, 1979; vive y trabaja en Roma)
Douglas Gordon (Glasgow, Reino Unido, 1966; vive y trabaja en Berlín y Glasgow)
Ragnar Kjartansson (Reykjavík, Islandia, 1976; vive y trabaja en Reykjavík)
Annika Larsson (Estocolmo, Suecia, 1972; vive y trabaja en Berlín)
Christian Marclay (San Rafael, California, US, 1955; vive y trabaja en Nueva York y Londres)
Dóra Maurer (Budapest, Hungría, 1937; vive y trabaja en Budapest)
Jacopo Miliani (Florencia, Italia, 1979; vive y trabaja en Milán)
Lis Rhodes (Londres, Reino Unido, 1942; vive y trabaja en Londres)
Manuel Saiz (Logroño, 1961; vive y trabaja en Berlín)
Diego Santomé (Vigo, 1966; vive y trabaja en Nigrán, Pontevedra)
ZimmerFrei (colectivo de artistas fundado en Bolonia, Italia, en 2000. Con sede en Bolonia y en Bruselas)
[Massimo Carozzi (1967, Massa, Italia), Anna de Manincor (1972, Trento, Italia), Anna Rispoli (1974, Bassano del Grappa, Italia)]



SÍNTESIS DEL PROYECTO EXPOSITIVO

SCORE es un proyecto expositivo que juega con diferentes significados de este término como medio para navegar a través de una serie de obras de cine, vídeo, e instalaciones. Esta muestra pretende dirigir la fascinación por el sonido y el arte sonoro hacia el contexto de la imagen en movimiento. Tomar el término score como marco físico, conceptual y estructural, nos ayuda a observar los fines aparentemente dispares de la producción artística en el cine y en el vídeo, y el modo en que estas obras abordan la relación entre imagen y sonido.

La relación entre artes visuales y narración, que ha inspirado y caracterizado en gran medida las obras de cine y vídeo de las dos últimas décadas, ha dado paso a un interés por la cuarta dimensión: el tiempo. Este desplazamiento puede ayudar a explicar un papel más ambiguo del sonido como expresión temporal en las artes visuales, una mayor atención al concepto de score en la imagen contemporánea en movimiento, y un renovado interés por los trabajos históricos.

Los múltiples significados de la palabra —score como corte o arañazo, como banda sonora, y como partitura musical— permiten yuxtaponer diversas prácticas artísticas que, dentro del extenso ámbito del cine, se centran en las relaciones entre imagen y sonido. El gesto de cortar o arañar está presente en multitud de obras del cine experimental —donde el celuloide es manipulado físicamente— así como en el esencial proceso de montaje, mientras que la idea de score como partitura musical nos pone en relación con nuestra experiencia del cine y nuestra comprensión de la banda sonora: diálogo, sonido y música.

Frente al hábito de considerar imagen y sonido como un todo orgánico, las obras presentes en esta exposición pueden ser observadas en relación con lo que Michel Chion denomina “contrato audiovisual”, en el que ambas percepciones —visual y auditiva— están en constante negociación. SCORE presenta un conjunto de instalaciones, películas y vídeos que giran en torno a las distintas acepciones de este término, desde el cine más experimental a obras conceptuales basadas en el cine narrativo, y trabajos que prestan especial atención a la gramática del sonido y de la imagen en movimiento.

A través de sus afinidades y divergencias, las obras resuenan entre sí y construyen una geometría inesperada de relaciones que estructura la propia exposición como una partitura, en la que el ritmo y los tonos de imagen y sonido sacan a la luz todo el potencial de la arquitectura panóptica del MARCO.


TEXTO CURATORIAL

Score
Entre la imagen y el sonido
Sarra Brill y Anna Cestelli Guidi, comisarias de la exposición

Esta exposición —que no pretende ser enciclopédica, histórica, ni tampoco el correlato visual de una formulación teórica— se construye en torno a diversas obras que dialogan sobre prácticas artísticas relacionadas con el sonido y la imagen en movimiento. Se trata de una composición de límites difusos, de fraseos y variaciones, un ámbito libre e interdisciplinar en el que sonido e imagen se encuentran y en la que artistas, cineastas y músicos de disciplinas totalmente diferentes producen obras cuyos ecos, tonos y notas resuenan internamente, y también entre sí. El título de la muestra, SCORE, saca partido de las diversas acepciones de este término como medio para articular diversas prácticas artísticas, y redirigir la fascinación actual por el sonido hacia la relación entre imagen y sonido. La palabra score denota también el modo en que las obras se distribuyen y relacionan entre sí. SCORE se convierte en la idea que compone la exposición, así como en el mecanismo lingüístico que describe su propio contenido.

Somos cada vez más conscientes de la relación entre componentes visuales y sonoros en las obras de imágenes en movimiento. Exposiciones y publicaciones recientes han puesto de relieve el uso del sonido en el contexto de las artes visuales. A la hora de articular la ontología del arte sonoro, normalmente buscamos paralelismos, volviendo la mirada hacia otras formas de arte. Sonido e imagen en movimiento tienen similitudes estructurales, y la más importante es que ambos medios están basados en el tiempo, en una dimensión temporal. Las prácticas relacionadas con el sonido y la imagen en movimiento han dominado la producción cultural del siglo XX, como fuente inagotable de cine, música y otros medios de cultura de masas, y sus equivalentes vanguardistas, fringe y underground. Además, hoy en día la omnipresencia de dispositivos móviles y redes digitales ha traído consigo un flujo constante de estos medios, que inundan nuestra vida cotidiana.

El campo del film experimental, y el más amplio del cine experimental, precursor del videoarte y de la denominación global más reciente de imagen en movimiento, están plagados de ejemplos de cómo utilizar la propia cinta de la película como instrumento en sí misma. Esto se refleja en un gran abanico formal, que va desde el rasgado del celuloide hasta la aplicación poética de procesos pictóricos sobre la película, pasando por el cine estructuralista, entre muchos otros. Estos antecedentes artísticos traen a colación otro significado de la palabra score —como “arañazo”, “corte” o “incisión”— para referirnos a obras que surgen de este canon.

Tony Conrad, cineasta, artista, compositor, músico y performer, realizó la instalación Yellow TVs (1973) para crear películas y formas fílmicas de duración indefinida, yendo más allá de sus experimentos anteriores en el cine estructuralista. Conrad crea un espacio meditativo mediante la presencia de un sonido eléctrico continuo producido por la amplificación de la misma fuente lumínica que mantiene en funcionamiento los paneles de “televisión”, consistentes en pinturas sensibles a la luz. Este uso del material pictórico en Yellow TVs se puede observar también en la obra experimental de Lis Rhodes —el film de 16 mm Dresden Dynamo (1974)— y en la instalación de Meris Angioletti Le Songe Vert. Variation 2 (2014). Ambas trabajan manipulando el celuloide. La colorida abstracción de rayas, puntos y rombos de color rojo y azul que bailan por la pantalla está copiada sobre la banda sonora óptica del film, creando un juego entre sonido e imagen que tiene su traducción literal en la frase “lo que ves es lo que oyes” (y viceversa). Meris Angioletti manipula las propias diapositivas, mezclando gelatinas de colores para crear una multiproyección, una orquestación de abstracciones, color y luz.

Otras tendencias del cine experimental, como found footage (metraje encontrado), samplings y técnicas de reapropiación, son similares a las del videoarte, lo que también ayuda a ubicar parte de las obras presentes en la exposición. El material procede de vinilos antiguos, películas de Hollywood, animaciones, obras de arte cinematográficas y películas de culto. En su obra más reciente en vídeo, Martin Arnold se apropia de dibujos animados norteamericanos, eliminando todo rastro de imagen que permita una continuidad narrativa, y utiliza sus movimientos abstractos y formas desencajadas como notas en un teclado o elementos de percusión en una batería. Los fotogramas del vídeo de Arnold se convierten así en una paleta visual y sónica de ruidos y sonidos rítmicos y armoniosos. La hipnótica obra de Christian Marclay —titulada irónicamente Looking for Love (“buscando el amor”), 2008— consiste en una grabación de media hora en la que el artista, moviendo erráticamente la aguja de un tocadiscos, busca literalmente la palabra “amor” en viejos vinilos de los años cincuenta y sesenta. En este caso, los surcos del disco tienen una analogía directa con la palabra score. Por su parte, en Soundtrack (2012), Guy Ben Ner utiliza como readymade un fragmento de once minutos del audio de La guerra de los mundos (2005), de Steven Spielberg, y dobla la banda sonora con imágenes que reinterpretan la acción, en una grabación del artista con sus hijos en su propia cocina. En el film experimental 133 (1979), Eugènia Balcells y Eugeni Bonet vinculan clips de found footage con una grabación sonora en vinilo que hallaron casualmente, reconectando de este modo imagen y sonido.

La impactante instalación de Douglas Gordon, Feature Film (1999), utiliza el film Vértigo, obra maestra de Alfred Hitchcock, como punto de partida para su propia película. Gordon pone en escena la banda sonora original de Bernard Hermann, pero mostrando solo al director de orquesta. Invierte así la diégesis o desarrollo narrativo, de modo que banda sonora y película se fusionan en una única entidad. Jacopo Miliani crea una experiencia íntegramente auditiva al apropiarse de la banda sonora de Profondo Rosso (Rojo oscuro), el icónico film de terror de Dario Argento, presentándola como un experimento de cinéma pour l'oreille para analizar el potencial del audio sobre la imagen.

Buena parte de las obras en la exposición se resisten a una definición categórica, y giran en torno al concepto de score a través de tendencias poéticas, técnicas, o procesos de investigación. El film estructuralista Kalah (1980), de Dóra Maurer, realizado en colaboración con el músico Zoltán Jeney, está construido como un contrapunto de formas abstractas y música. En la obra Presto, Perfect Sound (2006), Manon De Boer corta la imagen de una grabación de una sonata de Bartók para violín y la adapta al sonido preeditado, jugando a invertir el tradicional dominio de la imagen sobre el sonido en el cine. En la instalación titulada God (2007), de Ragnar Kjartansson, el imperfecto “bucle humano” de la voz difiere de la perfección lineal del dispositivo de grabación. Dentro de las salas, las imágenes de los intérpretes de ambas obras resuenan entre sí, y con el director de orquesta en el film de Gordon, como una espectral orquesta de músicos que nunca coinciden en el tiempo.

La doble instalación de Annika Larsson, compuesta por Animal (in 14 Movements), y A Score for Animal (2012), lleva el diálogo de Score más allá de la imagen proyectada. Larsson añade sus propias aportaciones musicales a un enigmático retrato fílmico de personas disfrazadas de animales antropomórficos, y crea una abstracta banda sonora de imágenes y textos como potencial banda sonora del film. En Rose Garden (2014), Keren Cytter juega con las posibilidades acústicas de la estructura narrativa como vía para convertir el diálogo en notas, acordes y complejos arreglos de juegos de palabras multifónicos, con resultados desorientadores.

Las obras poéticas, escultóricas y reflexivas de Anna Franceschini, ZimmerFrei y Diego Santomé ofrecen una reflexión acerca del sonido mecánico de los dispositivos de proyección. En Nothing Is More Mysterious. A Fact That Is Well Explained, de Anna Franceschini, el movimiento circular de la cámara tiene una musicalidad propia que nos remite a las grabaciones de Marclay, y el scroll vertical del papel perforado de la pianola recuerda a una cinta de película incorpórea en el espacio. Por el contrario, los visores en 3D de ZimmerFrei congelan la imagen en movimiento y extienden el espacio temporal a través de la composición sonora. En Cinematógrafo (7 metros 30 centímetros), de Diego Santomé, la imagen proyectada es la del propio proyector, y el sonido es tan solo el suave tic del motor, lo que nos lleva de nuevo a la afirmación de Lis Rhodes sobre su propio trabajo: “lo que ves es lo que oyes”.


En Specialized Technicians Required: Being Luis Porcar (2005), Manuel Saiz aborda de forma paradójica las dimensiones del cine y el arte contemporáneo, en una obra en la que imagen y sonido sincronizado nunca se encuentran, devolviendo así el protagonismo a uno de los temas centrales de SCORE.


jueves, 10 de julio de 2014

Tamara Falcó, una inesperada conversión tras leer la Biblia




Hija de una famosa y un marqués, hermana de Julio (Jr.) y Enrique Iglesias.
 Nieves San Martín la entrevista en la revista digital Zenit







L.M.A.



MADRID, 10 de julio de 2014 (Zenit.org) - 
Narra con naturalidad y sencillez su conversión. Tiene la dulzura de sus ancestros filipinos maternos. En las jornadas “Católicos y Vida Pública”, Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler –casada tres veces--, y del marqués de Grignon, contó su encuentro con Jesucristo. Licenciada en comunicación por la Universidad de Boston y máster en marketing de moda, su famosa familia es habitual de las revistas de papel cuché.

Protagonista de un reality show --We love Tamara, en Cosmopolitan TV,  treintañera, dice con desarmante naturalidad que el Señor crece día a día en su interior. A la pregunta de si es feliz, responde: “Estoy en camino, en proceso de salvación. Necesito tiempo de paz y de oración. La plenitud la alcanzaré cuando llegue al cielo”.

Fue entrevistada en Bilbao, por Koldo Domínguez, en el encuentro de católicos y vida pública. “Tiene un pasado de fama, glamour, revistas del corazón”, dice el entrevistador: “No son cosas opuestas –responde Tamara--. Todo el que se bautiza es hijo de Dios y hay dos tipos de pobreza: la material y la espiritual. Yo no tenía pobreza material pero sí espiritual. Es erróneo pensar que Dios no quiere a la gente rica. Puedes ser muy pobre y estar todo el día empeñado en conseguir riquezas o puedes ser muy rico y no darle importancia. Lo esencial es ver dónde está puesto tu corazón”.


¿Qué tenía de malo su modo de vida anterior?

--La ausencia de Dios. Jesús resume todo en dos mandamientos: ‘Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo’. Creo que es imposible amar al prójimo si no amas a Dios primero. Sin esos dos cimientos, mi vida se basaba en buscar superarme en el trabajo, ganar más dinero, tener cosas materiales, los novios más estupendos...”.


¿Y no era feliz?

--El Señor me dejó que yo tuviera todas esas cosas y que descubriera el vacío. Lo tenía todo y a la vez era infeliz y estaba insatisfecha. El mundo no te puede ofrecer lo que Dios te da. Pero Él nos ha puesto en el mundo y somos seres materiales, así que una cosa no quita la otra.


Lo suyo sí que fue una caída del caballo, como san Pablo. ¿Le dieron miedo esas nuevas sensaciones?

--Todo lo contrario. En el momento en el que empiezo a leer la Biblia me encuentro mejor. Estaba sedienta y alguien me dio agua. Fui al retiro del padre Ghislain [Ghislain Roy, sacerdote de la diócesis de Quebec]. Me impuso las manos y me dejó muy claro que el diablo existe y que la única forma que tenía de cerrarle las puertas era a través de la confesión. Y me pasé todo el fin de semana en el confesionario.


¿A qué ha renunciado desde su conversión?

--A nada. He ganado en todos los aspectos. Sí he renunciado a echarme toda la carga encima. Me gusta saber que hay un Padre que cuida de mí, que me está esperando, que me escucha y tiene paciencia. Mi único miedo es no poder seguirle, ser la semilla que cae en tierra mala”.

¿Está 

a favor de la castidad?

--Claro. Evidentemente es mucho más agradable la vida compartida. Yo tendía a entregarme totalmente a la persona con la que estaba. Así que, si llego a tener novio, no habría podido vivir este despertar espiritual y haberme enamorado de Jesús. No le habría podido prestar atención ni a la oración, ni a las cosas que tengo que hacer para crecer.

¿Le gusta más el Papa o Rouco [arzobispo de Madrid]?
--Los dos. Son la misma Iglesia. Hay muchas espiritualidades dentro de la Iglesia. He tenido oportunidad de conocer a gente del Opus Dei, del Camino, a legionarios, carismáticos... Dentro de la Iglesia hay sitio para todos.


¿Por qué la juventud actual se ha alejado de la Iglesia?

--Porque hay una tremenda mentira que dice que seguir a Jesús no es divertido. Como si creer te quitara la libertad, y no es así. Jesús era una persona divertida, fue el primero que convirtió el agua en vino.

¿Qué opina del aborto?
--Amigas mías han abortado. Y todas han roto con sus parejas. Tienen tremendas complicaciones para tener relaciones. Eso lo he visto yo. Las mujeres cuando abortan lo hacen por miedo: no lo voy a poder mantener, qué va a ser de él. Piensan que es la mejor solución y en realidad es un alma y el Señor se hará cargo.


¿De los anticonceptivos?

--La Iglesia no los permite porque lo ideal es la castidad. En casi todas las parroquias hay centros de planificación familiar que te enseñan qué métodos naturales puedes usar para controlar la natalidad.


¿Ha sido su familia un ejemplo de catolicismo para usted?

--Mi abuela materna sí. Ella es tremendamente católica. Vino a vivir con nosotros y gracias a sus oraciones creo que ha sucedido mi conversión.


Ha vivido el divorcio de sus padres, y sus hermanos tienen pareja sin casarse... ¿Cómo lleva todo eso?

--Al principio lo llevaba con normalidad y ahora lo llevo con esperanza. Todos tenemos cruces en nuestra vida.


¿Y ellos cómo lo llevan?

--Ellos me preguntan y yo les contesto. Con Julio [su hermano, cantante], he rezado; Ana [hija del exministro Miguel Boyer, tercer marido de su madre] me trajo un rosario precioso de la catedral de la Sal de Colombia; y Chábeli [hermana, hija de Julio Iglesias] bautizó a su niña y estuvimos todos. Veo pequeños cambios. Poquito a poco. Rezo por ellos.


¿Haría una portada de Interviú?

--¿Vestida?



En Interviú, difícil

--Hay libertad para elegir entre el bien y el mal. Yo no lo haría. Además, creo que hay una parte de la dignidad humana que es importante preservar.
En septiembre de 2013 viajó a Mozambique con la “Fundación SOS Día Universal de la Infancia”, para ayudar a la Casa do Gaiato, orfanato de 152 niños, y con la Fundación Barraquer, para convivir con los niños.
Con el apoyo de una familia influyente y rica, se ha creado una vida independiente con sus estudios y su trabajo. Cuenta su experiencia junto a otros conversos en el libro Estamos de vuelta, de la editorial LibrosLibres.

Para saber más: https://twitter.com/Tamara_Falco_https://www.facebook.com/tfalcopreysleroficial/timeline


I Festival Ópera DeArte Medinaceli (Palacio Ducal Medinaceli/Soria)




L.M.A.

Organiza: Fundación DEARTE
Finalistas premio Un Futuro DEARTE. Festival Ópera DeArte Medinaceli. Palacio Ducal de Medinaceli
Seis sopranos y un tenor compiten por Un Futuro DEARTE:
Una murciana, Carmen Romero. Dos madrileñas Elvira Padrino e Ines Ballesteros. Un tenor santanderino Jesús Cantolla. Una valenciana Vanessa Navarro. Una canaria Nora beatriz y una ucraniana, Anna Moroz

Medinaceli, jueves 9 de julio 2014. Tras diversas interpretaciones en la Escuela Superior de Canto de Madrid y bajo la dirección musical del crítico Francisco Mejorada, han sido seleccionados siete jóvenes cantantes liricos para pasar a la final  del I Concurso Internacional de Canto   “Un  Futuro DEARTE”, organizado por la Fundación DEARTE. Se celebrará el día 20 julio de 2014 en el Palacio Ducal  Medinaceli (Soria). Se trata de la soprano lirica murciana Carmen Romero, las madrileñas Elvira Padrino e Inés Ballesteros, el tenor santanderino Jesús Cantolla, las jóvenes sopranos Nora Beatriz que es canaria,  la valenciana Vanessa Navarro y  la ucraniana, residente en España, Anna Moroz.
Actuarán en Medinaceli en presencia del público y ante un jurado excepcional :
Joan Matabosch, Director del Teatro Real de Madrid. Paolo Pinamonti, Director Teatro de la Zarzuela de Madrid. Cristobal Soler, Director Musical Teatro de la Zarzuela de Madrid.Juan Ángel Vela del Campo, Crítico musical.José Ramón Tapia, Crítico musical.Susana Cordón, Profesora de la Escuela Superior de Canto de Madrid.José Manuel Aceña, Director otoño musical de Soria.Francisco Mejorada, Director I Festival Ópera DeArte Medinaceli.
Se concederán tres premios en metálico patrocinados por la empresa soriana Malvasía. Primer Premio: 2.500 € .Segundo Premio: 1.000 € . Tercero Premio: 500 €. Además, recibirán un trofeo diseñado y patrocinado por Grupo INK, relacionando el único arco de triunfo romano que hay en España de tres arcos, en la villa histórica de Medinaceli.
Pedro Lavirgen, uno de los mejores tenores de España recibirá un homenaje como premio a Una vida DEARTE por su larga y fecunda carrera musical y ejemplo de las nuevas generaciones.
Como cierre del I Festival Ópera DeArte Medinaceli actuarán los tres premiados y la famosa soprano española Pilar Jurado ofrecerá una selección de su repertorio mas conocido.


El festival cuenta con la colaboración, entre otras, de la Escuela Superior de Canto de Madrid, de los ayuntamientos de Medinaceli y de Soria, Diputación de Soria, Fundacion Casa Ducal de Medinaceli, Grupo PRISA, Embajada de la República Argentina y diversos medios de comunicación sorianos como son Diario de Soria, Cadena Ser-Soria y el Heraldo de Soria.




Fundación DEARTE Contemporáneo Festival Ópera DeArte Medinaceli     

Tlf. 91 308 46 35   975 32 64 99 www.dearte.info

"Hacer la presencia". Fotografía, arte y (bio)tecnología, de la filósofa y bioartista eslovena Polona Tratnik





L.M.A.


Herder Editorial presenta Hacer la presencia.
fotografía, arte y (bio)tecnología, de la filósofa y
bioartista eslovena Polona Tratnik en el que evoca el
tema de la vida y su relación con el arte.
Su autora hace énfasis no sólo en los proyectos en que
se representa la vida, sino en los que es “puesta en
escena”, así como en los proyectos contemporaneos de
transart que la manipulan con base en las relaciones
establecidas entre las ciencias biológicas (genética,
neurociencia, ingeniería de tejidos, medicina
regenerativa, etcétera) y el arte.
Este ensayo está dedicado a la fotografía y al esfuerzo
artístico de superarla como medio. El trabajo también
se centra en la biotecnología o en los esfuerzos
biotecnológicos por intervenir en lo corporal. Al respecto,
la autora discute tanto los usos artísiticos de la
biotecnología, como su carga política cuando se trata de
manipular el cuerpo. Polona Tratnik reconoce la
biotecnología como “la” tecnología contemporánea para
el poder-de-hacer-vivir, que invierte en el cuerpo y
mejora la calidad del cuerpo social.

La autora

La doctora Polona Tratnik es profesora de filosofía e investigadora asociada en el Centro de
Ciencia e Investigación de la Universidad de Primorska, Eslovenia, donde también imparte cursos
sobre estudios culturales, filosofía del arte y cultura, estudios sobre el cuerpo y biotecnología. Es
jefa del Departamento de Estudios Culturales y coordinadora del programa de doctorado en
Filosofía y Teoría de la Cultura Visual. En 2012 fue distinguida con la beca Fulbright y fue
profesora visitante en la Universidad de California, Santa Cruz. Es presidenta de la Sociedad
Eslovena de Estética y directora de Horizonti.

Como autora publicó cinco monografías sobre filosofía del arte, cultura y ciencia, entre ellos: The
End of Art – Genealogy of the Modern Discourse: from Hegel to Danto y Transart. Culture and Art
in Global Conditions. Polona Tratnik es, asimismo, artista pionera; trabaja con biotecnología, sobre
todo con tejido humano, también ha sido editora, curadora, crítica de arte y escritora.



miércoles, 9 de julio de 2014

Jornadas pop en el Museo Thyssen

 

3 días con especialistas para hablar sobre los grandes mitos del arte pop: Warhol, Lichtenstein, Hamilton, Equipo Crónica... 

Del 9 al 11 de julio
Museo Thyssen Bornemisza 





L.M.A.


Con motivo de la exposición Mitos del pop(que se puede visitar hasta el 15 de septiembre), se celebran unas Jornadas pop en el salón de actos del Museo Thyssen. A lo largo de tres días (9, 10 y 11 de julio), especialistas en diferentes materias acercarán a los asistentes a los últimos estudios críticos que han abierto nuevos caminos de interpretación del arte pop.  

La aparición del pop art a finales de los años cincuenta y comienzos de los sesenta fue uno de los momentos más liberadores de la historia del arte. Su adscripción decidida a la nueva cultura de la tecnología y el consumo echaba por tierra los anhelos heroicos y subjetivos de las vanguardias anteriores y reintegraba el arte al mundo real. Con el incesante intercambio entre el arte y todo tipo de objetos de la cultura visual y de la cultura popular, el pop acabó con la separación entre la alta y la baja cultura e inauguró un nuevo debate sobre las relaciones entre lo estético y lo antiestético que se ha prolongado hasta nuestros días.

Participan Guillermo Solana, Paloma Alarcó, Thomas Crow, Estrella de Diego, Rafa Cervera, Francisco Calvo Serraller, Tomás Llorens, Valeriano Bozal, Bernardo Pinto de Almeida y el artista Darío Villaba.