Julia Sáez-Angulo
La artista española de origen portugués, Linda de Sousa (Lisboa, 1950), ha inaugurado su escultura en piedra y hierro titulada “Carolina Beatriz Angelo” en la ciudad de Sintra, dentro del VIII Muestra de Arte Pública, organizada por la Cámara Municipal de Sintra y el Centro Internacional de Escultura, situado en la cercana localidad de Odrinhas, dirigido por el escultor Moisés Preto Paulo.
De Sousa explicó a los asistentes que lleva tiempo llamando la atención en su obra sobre la discriminación y maltrato a las mujeres, incluidas las de sociedades más avanzadas, por lo que eligió al personaje de Carolina Beatriz Angelo (1878 - 1911), la primera mujer que votó en Portugal. Ella fue una mujer que licenció en Medicina y la primera cirujana en el hospital de San José. Con Ana de Castro Osorio fundó la Asociación de Propaganda Feminista, donde desempeñó el cargo de presidenta y fue vicepresidenta de la Liga Republicana de Mujeres Portuguesas.
La artista Linda de Sousa subrayó el hecho de que el voto de la señora Angelo en las elecciones de la Asamblea Constituyente de 1911 constituyó un episodio singular de lucha por la ciudadanía de las portuguesas, cuando el derecho al voto era reconocido apenas a “ciudadanos portugueses con más de 21 años, que supiesen leer, escribir y fuesen cabezas de familia”.
Carolina Beatriz, ya viuda, se acogió a este último dato de cabeza de familia y logró que un juez le diera la razón y pudiera votar en las elecciones. De manera ignominiosa, al año siguiente se cambió la ley de modo explícito para que las mujeres no pudieran volver a votar bajo ningún concepto, pero el hecho del año anterior quedó para la historia del país.
La escultora de Sousa ha querido recordar en su escultura a Carolina Beatriz Angelo y, en ella, a todas las mujeres marginadas y “transparentes” en la sociedad. Una gran piedra de caliza con barrotes de hierro adosados en la parte posterior sirve de apoyo a la silueta en hierro de una mujer que parece salir del muro y liberarse de de las rejas, pero una gran bola de piedra atada a su tobillo -los prejuicios- la siguen sujetando al pasado de sumisión y miedos.
La autora sigue su línea de defensa de la mujer, al tiempo que la figura de Carolina Beatriz Ângelo crece en el tiempo, como símbolo de mujer pionera y luchadora por los derechos de la mujer.
En el acto de inauguración estuvieron presentes las autoridades locales y diversas personas del mundo de la cultura, que elogiaron la pieza de la escultora.
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