Julia Sáez-Angulo
Francia tiene la riqueza del “petróleo verde”, un suelo
fértil y bien regado por la lluvia fiel y frecuente, que permite una
agricultura rica y feraz, así como una ganadería, principalmente vacuna, que
goza de buenos pastos. Bretaña es una región atlántica, celta, y verde, llena
de historia, castillos y de fortalezas levantadas contra los ingleses, cuya
presencia ha dejado huella y nombres en su territorio.
Al
igual que en Normandía, las aldeas, pueblos y ciudades de Bretaña participan en
el programa de “Florecimiento de Francia” y, con algunas ayudas puntuales
llenan sus fachadas, parques y jardines macetas y arreglos florales que
imprimen un gran colorido a los espacios. Los geranios y pelargonios dominan,
pero no faltan las begonias, dalias, gladiolos, malvas reales, miosotis y
minutisas. Una explosión cromática floral que adoran los franceses y los
visitantes de la región.
Rennes es la gran capital de Bretaña, bien comunicada con
París por un tren de alta velocidad, algo con lo que no cuenta Normandía. Junto
a Rennes hay ciudades de gran belleza como Dinan o Dol de Bretagne.
Dinan es la patria chica de Duguesclín (1364 – 1380) –nació
cerca de la ciudad-- el Condestable de Francia del siglo XIV que luchó contra
los ingleses y ayudo en España de modo decisivo al rey Enrique II de Trastamara
contra Pedro I en su lucha por Castilla. El corazón de Duguesclín se encuentra
guardado en una urna funeraria en la bella iglesia de San Salvador de Dinan.
El castillo fortificado de Dinan es motivo de orgullo por su
factura y emplazamiento estratégico amurallado con el río Rance como foso
natural y hoy puerto de pequeñas embarcaciones de paseo. La fortaleza de
entrada y la torre del homenaje del castillo de Dinan acogen hoy un museo con
restos arqueológicos de la zona como altares y columnas, así como estatuaria
medieval y renacentista, principalmente religiosa. Los hachazos de los
revolucionarios de 1789 en las cabezas sacras del arte están presentes en algunas
piezas. En las salas altas del castillo-museo se exponen los dibujos
acuarelados de Louis Giblat durante los meses de verano y hasta finales de
septiembre. Un total de 153 escalones permiten subir hasta el adarve las
murallas que se pueden recorrer para ver una vista panorámica excepcional de
Dinan.
El museo Yvonne Jean-Haffen (1895 – 1993), conocido como “la
casa de la artista de La Grand Vigne”, al borde del pequeño puerto de Dinan es
otro atractivo de la ciudad, que muestra el estudio de la pintora y fuente de
inspiración. La artista fue amiga de Maturin Méheut (1882 – 1958).
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