martes, 9 de diciembre de 2014

María Antonia de Castro, Poeta Invitada de “La mirada Actual”




M Antonia de Castro



L.M.A.

Mª Antonia de Castro Rosales. Licenciada en Historia del Arte, comisaria de exposiciones, crítica (El País, Beaux Arts), redactora de audiovisuales (MNCARS) y del programa Metrópolis (RTVE), articulista, ha organizado varios cursos vinculando el arte contemporáneo con otras áreas de la creación (como la música) y el  pensamiento (UIMP/MNCARS). Ha trabajado para instituciones y medios de diversos países (Francia, Suiza, Italia, Chile…).

Como investigadora leerá próximamente su tesis doctoral sobre El primitivismo y la espiritualidad en la abstracción moderna. Cautivada por las culturas nómadas africanas ha realizado ensayos comparados con el arte actual.

Trabaja por la visibilidad de las mujeres, investigando a artistas ocultadas y desarrollando otras iniciativas como miembro de la Junta Directiva de MAV (Mujeres en las Artes Visuales). Dirige una mesa de trabajo sobre Comisariado para la asociación IAC.

Adicta a la natación e incondicional del amarillo. Desconfía de las cosas y los seres difíciles.

Los poemas de Copa de cristal surgen de la necesidad, se inician en la edad adolescente  y fueron llegando uno a uno hasta hoy.




POEMAS

Toda el agua del cielo ha caído sobre mi cabeza
pero ni una de sus gotas me ha mojado
porque con su actitud
mi cuerpo y mi corazón se han perdido.


*                                                       *

Hazte piedra
ata tus manos,
yo haré auroras de carmín
noches de tormenta.

No marques mi teléfono
llama a otras
ven con ellas
tráelas anilladas a los pies,

a veces, yo he venido
de otros brazos
a encontrarte.

Huye de mi olor
defiéndete  de él
juega al bagamon
o juega a que no estoy,

me vestiré de aire
para envolverte
donde estés.

Por más que anudes
tus manos,
te seguiré trabando
lenta y sin descanso
a mi pelo
hasta tenerte enredado a él
y sentir por el cuello,
otra vez,
tu aliento en los pendientes.

*                                                           *

No quiero ni necesito saber
lo que hay después de tu espalda
porque detrás de tus hombros
sólo está el vacío.
Pero en estos días de duda
debo asomarme más allá de ti
e intentar dejarte a una orilla
como si no te hubiera visto,
para prevenir el miedo y la ausencia,
debo ocuparme del vacío
y llenarlo de cosas
que yo invente.



*                                       *

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