sábado, 21 de marzo de 2015

Gonzalo Celorio, autor de una hermosa novela entre Asturias y México : El metal y la escoria"











Julia Sáez-Angulo

         Es nieto de asturiano Emeterio que emigró el siglo pasado y se hizo mexicano en el barrio de La Merced, una historia que ahora cuenta en una hermosa novela. Gonzalo Celorio ha escrito en El metal y la escoria la bellísima historia de su familia que llegó de España para hacer las Américas. El libro ha sido publicado por la editorial Tusquets.

         Gonzalo Celorio (México, 1948) estudió Lengua y Literatura española en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde imparte cátedra de literatura iberoamericana desde 1974.  Es miembro de número de la Academia Mexicana, correspondiente de la española. Su obra, más de doce libros, ha sido traducida a diferentes lenguas.

         Si perder la narratividad magistral, El metal y la escoria es un excelente documental, en su exponente, de la emigración asturiana a América, principalmente a Cuba y México. Una novela de saga familiar que engarza España con el país azteca, así como el proceso de asimilación de los emigrantes.

         Todo comienza en 1884, cuando el joven asturiano Emeterio Celorio se despide de sus padres, en una contenida y emociante escena para nunca más volver. Hizo fortuna, pero no regresó como un indiano a mostrar su riqueza -sus padres ya habían muerto-, se hizo al México que le recibió y le permitió una vida de trabajo, quehacer y patrimonio, dos esposas y una descendencia generosa no siempre ejemplar en lo que a laboriosidad se refiere, pero con un nieto que ha sabido rescatarlo de la cárcel del olvido.

Gonzalo Celorio


         El escritor Gonzalo Celorio, el nieto menor de una camada de doce hermanos, un nieto que llegó a académico de la Lengua Española, se cuestiona su identidad del pasado e investiga para dar forma certera y literaria a su apenas mencionado abuelo Emeterio y su emporio de establecimientos de bebidas alcohólicas, a su padre, Miguel, casi un abuelo, al ser el escritor el más pequeño de sus hijos y que él recuerda de espaldas, ya mayor en el escritorio cara a la pared y bastante sordo.

         Ambientes, personajes, vivencias, peripecias, múltiples hermanos y dos casas… dan para mucho, para poder lucir la gran documentación que Gonzalo Celorio maneja con maestría.

         

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