Susan Engledow, “El principio de la tranquilidad”, pinturas y dibujos en el Convento de Santo Domingo de Ronda

Pintura de Susa Engledow

Julia Sáez-Angulo

         Bajo el título de El principio de la tranquilidad, Susan Engledow expone pinturas y dibujos en la sala de exposiciones del convento de Santo Domingo de Ronda. La muestra, compuesta por casi medio centenar de obras, abarca el trabajo de la artista de 1985 hasta 2015. Permanecerá abierta hasta el 28 abril de 2016.

         Susan Engledow (Londres, 1947) estudió en la prestigiosa escuela Slade School of Fine Arts, bajo la dirección de sir Williams Coldstream, con profesores de prestigio como Frank Auerbach. En ella aprendió rigor intelectual y a cuestionarse su propia obra.

Conectada a España

         En 1973, 1978 y 1981 Susan disfrutó de años sabáticos en Nueva York donde enseñó a la State University, Long Island. En 1973 Susan se casó con Leonardo Castillejo, hijo de José Castillejo uno de los grandes reformadores de la Educación en España. Junto con Leonardo, Susan concibió y colaboró en el desarrollo del programa Olivar Casa de Artistas con sede en la Fundación Oliver de Castillejo (en la fue casa de la familia Castillejo en Madrid) como miembro del patronato de la fundación presidida por Leonardo. El programa atrajo entre 1986 y en 1997 a decenas de artistas, escritores, músicos, actores, pensadores, etc., procedentes de muchos países. Vivieron en la casa y utilizaron el jardín como espacio de encuentro y creación para organizar talleres,  seminarios, producciones de ópera y teatro, conciertos, exposiciones y happenings, en colaboración con varias entidades y fundaciones culturales españolas, británicas y del resto de Europa.

         La pintura de Susan Engledow es figurativa y minimalista al mismo tiempo. Una representación cotidiana hecha de objetos cercanos, cotidianos, domésticos… una pintura que respira intimidad y silencio, no lejos de cierta inquietud en ocaiones.

         La obra de  Engledow tiene la poética del silencio que se entronca con la línea de un Giorgio Morandi, la de los objetos elocuentes en su misma presencia callada o "soledad sonora" al decir de san Juan de la Cruz. Una figuración que se hace abstracta en su propia visualidad, si bien algunos objetos cortantes como las tijeras, repetidas en varios dibujos o pinturas, resultan inquietantes en su propio simbolismo.

Los retratos y autorretratos de Susan Engledow buscan la discreción y el mismo silencio que sus naturalezas muertas; aprovecha los contraluces para ofrecer figuras, casi siluetas, y evitar el rostro que mira, interroga o "grita" en sus facciones. Retratos elegantes de una gran modernidad.

Esta pintura está ciertamente en la línea de la mejor pintura inglesa de nuestros días.

Susan Engledow. a la dcha.

       

Más información

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http://fundacionolivardecastillejo.org/