domingo, 8 de mayo de 2016

“Animales nocturnos” de Juan Mayorga en el Teatro Fernán Gómez del Centro Cultural de la Villa




Julia Sáez-Angulo

            Madrid, 08.05.2016 .- “Animales nocturnos” la obra dramática del escritor Juan Mayorga se representa en la sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán Gómez  en el Centro Cultural de la Villa de Madrid hasta el próximo 5 de junio de 2016. Una obra hermosa y compleja, con acentos surrealistas, al mismo tiempo sobre las relaciones y la rareza de la condición humana. La obra está dirigida por Carlos Tuñón. a iluminación es de Jesús Díaz Cortés.
           
            Cuatro actores, dos hombres y dos mujeres sin nombre, Pablo Gómez Pardo, Jesús Torres, Irene Serrano y Viveka Rytzner, dan vida con viveza a los personajes que dejan aflorar sus sentimientos, deseos, temores y miedos, al tiempo que guardan sus secretos.

            El montaje es una gran caja de madera que se abre para mostrar al espectador los interiores de dos casas, dos parejas y sus relaciones íntimas, sus vidas afectivas, a ratos anodinas. Son vecinos de un inmueble y tienen la misma vista exterior.

            Un encuentro forzado en un bar por un vecino sobre otro, un inmigrante sin papeles, provoca una situación de cierto dominio y extorsión sobre el migrante, buscando compañía, mientras en casa se enrarece su situación con su esposa.

            El secreto del emigrante sobre esta relación anómala trasciende a su mujer  y paulatinamente todo se pone de manifiesto, rompiendo equilibrios.

            Los actores esperan a los espectadores en el escenario y se despiden sin decir nada o anunciar el momento final, algo que crea una situación ligeramente embarazosa con los espectadores que no saben si esperar, aplaudir, quedarse o qué.

            Animales nocturnos, una obra misteriosa y poética, literaria, poco real y posible al mismo tiempo. La rareza de estos “animales nocturnos” les lleva a intereses o costumbres poco habituales. El recelo y el miedo les puede, lo anómalo les desconcierta… Son seres que siguen su hilo y discurso mental, sin practicar la empatía con el otro, casi vidas paralelas que chocan en confluencias forzadas por la vida. La soledad es el humus de todos ellos.

            Mayorga escribió este texto para hablar de la ley de extranjería hace más de doce años. El extranjero, el otro, provoca curiosidad y lleva en la obra a una situación de perplejidad y a un aceptación de situaciones insólitas.

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