martes, 4 de febrero de 2020

José Manuel Broto, pintor y su poema "Algunos colores"




PINTURA DE BROTO

Broto ante dos de sus pinturas

L.M.A.

          05.02.2020.- Madrid.-  José Manuel Broto (Zaragoza, 1949),  pintor aragonés, residente en Mallorca, expone su obra sobre la reflexión del color en el Museo Casa de la Moneda en Madrid, bajo el comisariado de Lola Durán. 
         El artista visual, que ganó el Premio Nacional de Arte Gráfico 2017, que otorga la Casa de la Moneda, ha escrito sus pensamientos sobre el color en una suerte de poema:

El arco iris es un suntuoso regalo que, como el arte, no tiene ninguna utilidad.
Ya Descartes lo analizó y explicó su fundamento sin renunciar a la emoción que produce.
Su avistamiento es azaroso, y en ocasiones es doble. Si se tiene esa fortuna, se araña la felicidad.

El gris es un color muy extendido
ha tenido mala fortuna.
Es elegante y dicen que triste, incluso anodino. A mi no me lo parece.

El violeta es un color picudo, impropio, imposible
y se asienta bien en la lavanda.

Siempre he desconfiado de la serenidad del verde… El lametazo de la vaca.

El rojo es un color vivo, estruendoso y desapacible.
Hiere y te abraza con su urgencia.
Ver rojo es acomodarse a la paz de la ira.

Azul, añil, glasto. Lo que vemos antes de ver.
El fondo que ampara y estimula el dibujo de esa nube.

Los ocres son de gran utilidad en el campo,
asedian y ordenan la expansión del verde, lo ponen en su lugar.

Hay un amarillo ácido que desasosiega, vivir con él es un sobresalto.
Hay otros más clementes como el de Nápoles y algunos menos claudicantes.
Yo prefiero el sobresalto agrio.

Rodeados de noche el negro se hunde y ya no lo ves.

Naranja como una cálida broma.

El púrpura es una utopía que oscila entre el violeta y el rojo.
Más que un color es una distinción.
Han conseguido que sea un color sospechoso.

El marrón es como la tierra. De muchos colores.

Blanco como nada.

José Manuel Broto



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