Madrid .- 14.04.2020
GÉNESIS (MAYTE SPÍNOLA)
“Al principio, el espíritu de Dios aleteaba por encima de las aguas, y dijo Dios: Haya Luz”
Génesis, 1: 2-3
Luz que brota a borbotones. Resbala en leve escorzo
y se hace en tus pinceles inseparable esencia,
lírica abstracción, liturgia del color, rito cromático.
Luminosidad que traspasa el inconsciente
en la sutil armonía de cielos escapados,
dándole vigor al sol declinante del ocaso;
y forma primordial al caos originario.
Sustancia espiritual. Color que insufla vida
y fluye por las concéntricas esferas del espacio.
Tiempo abstraído cuando creas
pensamientos más allá de lo tangible,
buscando en lo absoluto lo que la realidad esconde.
Euritmia. Plácido equilibrio. Lenguaje onírico
que asume la quietud de los silencios.
Deslizas los volúmenes volátiles
sobre sutiles alas de ingrávidas gaviotas
o en etéreas ondas de estrellas y corales.
Poesía latente en la materia prístina
con que trazas tus mundos:
Arenas que transmutan en orquídeas emergentes.
Cosmos transfigurado en vuelo de amapolas
que ciñen sus pétalos sutiles,
su evanescente aura,
donde nadie siquiera lo imagina.
Ventanas que se abren a otros firmamentos;
sublimas los azules y los blancos.
Desnudas tauromaquias exentas de liturgia;
cosos imaginarios en que el hombre y la bestia
pugnan; atávicos combates entre razón y fuerza.
Corazones de fuego palpitan en tus lienzos.
Lenguaje sugerente, sagrada redención;
ascética expresión de lo inefable.
Silencio creador, soplo primigenio.
Alma intangible que, en su giro infinito,
aparta la quietud de los espacios misteriosos.
Y abre, de parte a parte, el universo.
Rogelio Sánchez Molero
Amor,luz y color redimidas por el Creador!!!
ResponderEliminarEnhorabuena Julia y Mayte.
Un abrazo enorme