Julia Sáez-Angulo
06.06.2020 .- Madrid .- El filósofo Ignacio Gómez de Liaño ha publicado el nuevo libro Filosofía y ficción sobre la relación de ambos conceptos y lo va ilustrando alternativamente en sucesivos capítulos relacionado de Filosofía y Ficción. Digamos que entre cuento y cuento, el lector se encuentra con pensamientos o aforismo que aleccionan sobre distintos aspectos de la vida como la libertad, el conocimiento, los viajes, la historia, las letras, la materia, la verdad, la mentira… y otras grandes cuestiones sobre la existencia humana. El libro ha sido publicado por Ediciones de Aquí.
En el preámbulo, el autor se pregunta: “¿Es la República de Platón una obra de ficción o de filosofía? A lo largo de dos mil trescientos años la respuesta ha sido unánime: de filosofía. En ella se plantean cuestiones como qué es la justicia y qué el Estado, cual es origen de éste y cuáles las formas de gobierno, en qué consiste el lenguaje poético y qué consecuencias tiene…”, pero el autor del libro Filosofía y ficción señala más adelante que “el lector enseguida se da cuenta de que la idiosincrasia de los personajes que intervinieron en el diálogo -sacados de la vida familiar del autor-, la ocasión en que este se produce -una fiesta religiosa celebrada en una playa con una carrera de antorchas-y los demás ingredientes narrativos que acompañan al debate son mero revestimiento”.
En narrativa hay personajes que encarnan una manera de pensar o de actuar, que revelan una manera de ver, pensar o actuar en la vida. Hay filosofía y acción en su pensamiento, por eso a veces no caminan tan lejanas la filosofía y la ficción.
“La sesión de un seminario o de un consejo de departamento de universidad puede ser objeto de un relato”, señala el profesor universitario Ignacio Gómez de Liaño (Madrid, 1946), autor de treinta libros sobre historia y pensamiento. “Sentimiento de la vida, eso es lo que le pedimos al novelista que nos comunique, y porque es eso lo que le pedimos le autorizamos a que nos proporciones también conocimiento de las cosas: un conocimiento que no renuncie al sentimiento dramático que nos suscitan las cosas”.
El autor de Filosofía y ficción cuenta que, después de estar unos meses enfrascado en una investigación filosófica pasaba a la creación novelística y “experimentaba un sentimiento de liberación. Era como si tras haberme visto obligado a efectuar una danza de movimientos rigurosamente reglamentados, se me permitiese retozar por el campo a mi antojo o vagabundear por las calles de una gran ciudad”.
El tema de Filosofía y ficción es muy seductor y se comprueba al leer los distintos capítulos sobre filosofía seguido de las correspondientes ficciones entre las que se encuentran: Villa Carelia (para el viaje, el museo de historia invisible o el regreso y el hombre); El dedo gordo de Alma-Tadema; El retiro; El profesor de Geografía, Paradoxa; los detalles y la fatalidad, o, El último minuto.
El libro Filosofía y ficción, que se terminó de imprimir el día 23 de abril de 2020, Día Mundial del Libro, y que seguramente soñaba con asistir a la Feria del Libro de Madrid, acaba de llegar a las librerías y el lector puede al fin hacerse con un ejemplar para dirimir a su manera la relación o puntual contradicción entre filosofía y ficción.
"En narrativa hay personajes que revelan una manera de ver, pensar o actuar en la vida. Hay filosofía y acción en su pensamiento, por eso a veces no caminan lejanas la filosofía y la ficción." dice Gómez de Liaño. ¿Ficción¿¿Realidad? ¿No es el pensamiento algo real, independientemente de que en si mismo necesite el papel o una pantalla de ordenador y siempre la palabra? Los límites entre la ficción y la realidad son, a veces, muy estrechos, incluso podemos decir que en multitud de ocasiones, inexistentes. Muchas veces me he preguntado quién es más real si Shakespeare o Hamlet. Y hay toda una filosofía generada a través de personajes cuya existencia histórica es cuestionable. Cada día creo más en la fusión de los géneros, en la fusión de todo a través de la percepción. Bienvenido el libro y, como siempre, interesante aportación de La Mirada Actual.
ResponderEliminarA propósito de la reflexión que propones, amigo Emilio, guardo yo una anécdota (esta sí de un personaje real). El paisano, de un pueblo de La Mancha, tenía clarísimo que don Quijote había existido realmente; afirmaba, incluso, que en el pueblo vivió algún familiar del Caballero de la Triste Figura; y los más viejos del lugar osaban incluso afirmar que vieron la tal desgarbada figura, trotar por los barbechos y veredas...
ResponderEliminar¿Quién se atrevía a desmentir al bueno de Baltasar (que así se llamaba el paisano) cuando afirmaba que él mismo era descendiente del sabio que adoró los pies del Niño Jesús en Belén?
Vivir loco y morir cuerdo.
Habrá que leer a Gómez de Liaño y felicitarnos por la reseña de La Mirada Actual.