Julia Sáez-Angulo
1/6/21.- Madrid.- Benito Pérez Galdós (18843-1920) fue un gigante de las letras españolas, como se ha puesto de manifiesto en el recién conmemorado centenario del escritor canario. “Galdós responde. Desde los siglos XIX y XX a preguntas del siglo XXI y sus cuentos, ¡faltaría más!” es el libro de Juan Carlos de Sancho, número 41 de la colección Mercurio en la editorial del mismo nombre.
El libro se abre con la cita de Galdós: “Charlemos, charlemos, que una charla sabrosa es el mejor alivio de los ánimos destemplados”.
“Galdós está a la altura de Cervantes, autores inagotables, los relees durante toda tu vida y siguen siendo modernos, perspicaces analistas de la Humanidad”, escribe Juan Carlos de Sancho. “Eran dos vividores, no dos moridores, o sea es fácil comprobar que estuvieron dentro de la vida con una actitud participante, vigilante, experimentando lo que escribían, reinventando la realidad”, escribe el autor del libro “Galdós responde”.
“Los personajes de Galdós y de Cervantes parecen querer escaparse de sus libros, buscan lectores en cualquier época porque no son personajes efímeros, sino metáforas de la vida y sus asuntos en estado inmortal. Galdós busca en su forma de escribir reavivar la vida entre el tiempo de la realidad y el entretiempo de las fantasías, luchando contra esa deidad que es la historia, temible y desconocida deidad, como si vivir bajo ella fuese estar dondenado a no vivir”.
Interesante la selección de textos que Juan Carlos de Sancho hace de las obras de Galdós: Nazarín, La familia de León Roch, Tristana, La razón de la sinrazón, Realidad, Marianela, Misericordia, ¿Dónde está mi cabeza?, y La conjuración de las palabras.
“Lo que a renglón seguido se cuenta, es verídica historia o una invención de esas que por la doble virtud del arte expeditivo de quien las escribe y la credulidad de quien las lee, resultan como una ilusión de la realidad?.. se interroga Galdós. “Y oigo además otras preguntas: ¿Quién demonios ha escrito lo que sigue… Nada puedo contestar, porque yo mismo me vería muy confuso si tratara de determinar quien ha escrito lo que escribo. No respondo del procedimiento; si respondo de la exactitud de los hechos. El narrador se oculta. La narración nutrida de sentimientos de las cosas y de histórica verdad, se manifiesta en sí misma clara, precisa, sincera”, concluye el escritor canario.
“Dejemos nuestro arte para guía de los venideros y encausamiento plausible de sus emociones. El arte y no la historia es el maestro de la vida”.
Con razón escribió María Zambrano: “Galdós, el descubridor del secreto de la íntima estructura de España”
buen blog
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