sábado, 31 de diciembre de 2022

COVADONGA LEYVA. Reunión de fin de año en su estudio junto a la Academia de la Historia

Autorretrato hiperrealista de Covadonga Leyva con sombrero de pájaro años 30

Covadonga Leyva junto a su perro Toy y sus invitados


Julia Sáez-Angulo
Fotos: Lancho y Valor 

31/12/22.- Madrid.- Una copa a las 13 horas el día 31, para convocar, reunir y despedir el año en su estudio a los amigos fue idea de la pintora Covadonga Leyva. Al encuentro acudieron poetas, arquitectos, abogados, diplomáticos, profesores, empresarios, periodistas, vecinos… ellos y ellas naturalmente. En suma, una reunión con el dulce encanto de los intelectuales que hablan, conversan y/o pontifican sobre artes, viajes, proyectos y cultura en general. Afortunadamente no hubo matracas políticas.
La anfitriona nos recibió ataviada con un tocado con cuernos de reno, que acabó dialogando con uno de sus autorretratos con sombrero de pájaro de plumas, muy en boga a principios del XX, pero que hoy sería políticamente incorrecto, dados los tiempos intolerantes y de censura que vivimos, en los que hay que medirlo todo.
Covadonga Leyva vive en una hermosa buhardilla dúplex de terraza, junto a la Academia de la Historia en la calle León, en el corazón del Madrid de los Austrias. Sus vecinos son todos sabios, estudiosos o singulares.
Un camarero culto y uniformado nos iba sirviendo el champagne o el cava, al tiempo que las bandejas de quesos, cecinas, canapés, sándwiches y frutos secos pasaban o se desparramaban en las bandejas y mesas de los tres salones. Al final, no faltó el roscón. Covadonga Leyva, buena arquitecta de interiores logra espacios hermosos y bien alhajados que diría el antiguo y viejo profesor Tierno Galván. El buen gusto y la buena elección de mobiliario y ornamentación conforman el todo.
Los distintos corrillos de conversación en que me aposenté hablaban de diferentes temas. El abogado José María Lancho nos ilustró sobre el patrimonio histórico artístico español, en el que está interesado e inmerso, para decir que le preocupa la arqueología subacuática española, últimamente abandonada de los brazos de Dios, o lo que es lo mismo que decir del Estado. Carabelas, corbetas y fragatas españolas en el fondo de los mares a punto de rescatarse y nosotros españoles, como propietarios, con los brazos cruzados.
El poeta Ilia Galán, con peluca de Luis XIV habló de recitales, presentaciones de libros, conciertos y demás actos culturales que tiene lugar en su castillo en la Toscana. Castillo, que no casa de Palladio, para que quede bien claro. Un castillo, que como todos los castellanos que picaron comprándose uno o unas ruinas, acaban arruinados, porque es un pozo sin fondo en mantenimiento y restauración. Ilia Galán no es una excepción, pero confía en aportaciones, óbolos, subvenciones y demás prebendas, que de momento no le llegan, pero que quizás algún día lluevan.

En el norte de África: Tetuán y Larache

María José Valor, que recorrió el norte de África con su marido como representante diplomático, recordaba la belleza y abandono de antiguas ciudades españolas como Tetuán y sobre todo, Larache. Yo le hablé de la damantio memoriae (tan de moda también en España) de los moros para aplastar toda huella de presencias y vestigios históricos, hasta llegar a abolir lo que hicieron “los otros”. 
    Junto a otros huéspedes, llegamos a la conclusión de que “los marroquíes son como son, de la misma manera que los españoles somos como somos”. Nos entendimos perfectamente en lo que queríamos decir, sin temor a ser incorrectas. 
       Conté la anécdota de Enrique Vázquez, amante de los árabes, en ABC, cuando el tesorero del Frente Polisario se fugó con los dineros y un viejo periodista de la casa le dijo: “Desengáñese Vázquez, el moro siempre es traidor”. Alguien dio la versión de otro viejo amigo suyo que decía lo mismo de otra manera: “Pongo al cielo por testigo de que, si el moro no te la juega a la entrada, te la jugará a la salida”. Alguien  informó de que, al parecer, se va a restaurar el antiguo Teatro Cervantes en Tanger, y, con mi pesimismo antropológico habitual,  respondí aquello de “que largo me lo fiáis”.

    Recordamos con agrado el bello, romántico y algo abandonado cementerio de los españoles en Larache, al borde del mar, como el Cimetière marin de Paul Valery, donde hoy yacen juntos dos Juanes: Juan Goitisolo y Jean Genet.
      Alberto Font, por su parte, que tiene un casa en Tánger, aseguró que la ciudad está tan viva o más que en tiempos de Paul y Jane Bowles en los 50.
        En otro corrillo se hablaba de vinos -no se olvide que soy hija y nieta de viticultores riojanos- con Carlos Morante, que comercializa vinos de la Rioja, algo que le aplaudí por su buen gusto. La sorpresa fue que también comercializa el “Agua de la Rioja”, que brota de la sierra de Cameros y tiene unas propiedades minerales magníficas como diurética y para limpiar el paladar con un simple sorbo en una cata de vinos. El Agua de la Rioja se comercializa con éxito en los Emiratos Árabes, para satisfacción de su empresa.
        En otro corrillo de amigos, que no recuerdo con quien, se habló de los cuatro crímenes de mujeres por violencia de género en España, durante este mes de diciembre. Cada vez que pienso en la mujer embarazada de nueve meses acuchillada por un monstruo, se me pone la carne de gallina. Uno de los presentes lamentaba que el feminismo fuera tan agresivo con los hombres, porque eso no facilitaba la simpatía y colaboración de los mismos en su causa, que ciertamente la hay, frente a los energúmenos asesinos.
        A última hora llegó el apuesto guineano Georges Epam, creador de su propia marca de ropa.
    Se habló de muchas cosas interesantes, pero será mejor que Covadonga Leyva invite el año que viene a la copa para comprobarlo. Ella como anfitriona estuvo perfecta atendiendo a los invitados agrupados por afinidades, seguida de su fiel perrillo Toy.
    Para algunos de nosotros fue la celebración ideal del nuevo año, sin tener que salir en la noche con la marabunta de gente, coches, beodos y provincianos que se arremolinan en la Puerta del Sol. Otros, más jaraneros, estaban dispuestos a seguir la fiesta nocturna de fin de año y celebración del 2023. Allá ellos.
Ilia Galán, poeta
Jose Mª Lancho e Ilia Galán en las esquinas. Luis Fernandez Cifuentes catedrático en Estados Unidos y Jorge Sobredo diplomático y consejero cultural
Carlos Morante en el primer salón

Luis Fernandez Cifuentes catedrático en Estados Unidos y Jorge Sobredo diplomático y consejero cultural
J.M. Lancho, abogado


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