sábado, 20 de enero de 2024

M. PILAR VENEGAS, pintora, seis autorretratos, cinco Madonnas ,y próxima exposición en El Toboso

María Pilar Venegas y su cuadro "Celia"
M P Venegas ante la Casa de muñecas

Julia Sáez-Angulo

Fotos: Adriana Zapisek

20/1/24.- Madrid.- Llegar a casa de la pintora María Pilar Venegas y del profesor Antonio López de Zuazo en La Rozas es recorrer un laberinto circular hasta llegar al destino. Ellos dicen que es muy fácil, pero más de dos amigos nos hemos perdido en el laberinto dando vueltas como Teseo, sin que un hilo de Ariadna viniera en nuestra ayuda. El GPS resultaba ambiguo, confuso, polísémico. Pero en esta ocasión hemos llegado, al fin, los amigos con más puntualidad para tomar el roscón de Reyes tardío, distanciado de las fiestas pasadas, por invitación acertada de los anfitriones.

Primero el arte. Subimos al taller/estudio de M. Pilar Venegas donde nos cuenta que prepara su exposición de pintura en El Toboso, concretamente durante el mes de mayo, en la Galería Domus Artis, dirigida por un buen profesional, Juan Alfonso García Donas, donde ya ha expuesto en otras ocasiones. Recordamos con afecto al ex alcalde Marciano Ortega y le envío de inmediato un correo electrónico.

M. Pilar Venegas y el profesor L. de Zuazo, aunque residan en Madrid, son dos toboseños de pro, porque la pintora tiene allí una casa, que visitan los fines de semana, un museo monográfico de su trabajo pictórico, amén de obras en el salón de plenos del Ayuntamiento y en la iglesia, que vieron de lejos Don Quijote y Sancho Panza, según narración de Don Miguel de Cervantes: “Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho”. El profesor Zuazo, por su parte, ha publicado un libro titulado “Las calles de El Toboso”, un estudio de nombres, cuando y porqués de su denominación

La pintora nos va presentando sus cuadros, el último pintado durante las navidades: unas cajas de  galletas y bombones, rodeadas de una cenefa de muérdago. Nos señala un autorretrato, vestida de chulapa. “Es el sexto autorretrato que pinto”, “Muchos egos ¿no?”, comento yo con torpeza manifiesta. “No es cuestión de ego, replica la pintora, sino de modelo a la vista del espejo, a falta de otro más cercano y asequible”. Los autorretratos van, desde su segundo año de carrera de Bellas Artes, hasta el de 2023, tres de ellos en carboncillo y otros tres al óleo”. 

M. Pilar Venegas dice que le gusta pintar retrato, porque es la mejor versión de la figura humana, me gusta plasmar el gesto, la mirada, su expresividad. He pintado retratos gratuitamente, por el solo hecho de posar para mí. Después de entregarlos, les he perdido la pista y eso me apena. Uno de los recientes retratos de encargo fue el de Monseñor Álvaro del Portillo para el Colegio de Ingenieros Civiles de Madrid, del que fue alumno el beato.

Para un acto de solidaridad, la pintora hizo decenas de retratos al carboncillo, para lograr fondos, que fueron a la buena causa. Fueron muchos niños a posar con sus padres. El proyecto resultó un éxito y la gente guarda esos retratos firmados como un tesoro.

La serie de flores y floreros de la pintora es formidable. Los cuadros en este campo son preciosos por el color que conllevan, desde un campo de amapolas y margaritas, a un espléndido florero de azucenas que cuelga en el salón. M. Pilar presume de las flores y plantas, que tiene en su jardín o en el porche: clivias, helechos, celindas, alegrías de distintos colores…

    Nos muestra una Madonna de la Rosa, que ella denomina la “Virgen del Niño peinadico”. “La he pintado cinco veces y la he vendido en cuatro ocasiones. La quinta versión la llevo a la exposición y también espero venderla". Ciertamente se trata de una Madonna preciosa, cuyo original está en la iglesia de Alquézar (Huesca), y una copia, muy noble, en la seo de la capital Huesca. Colocada en uno de sus muros, era muy venerada, pero lamentablemente se retiró el cuadro al museo de la catedral, lo que dificulta su visión frecuente por los fieles.

    El recorrido termina con la muestra de la casa de muñecas que M. Pilar Venegas construyó con sus propias manos. Esta encantada y orgullosa de ella.

    Después del paseo por el arte, pasamos a la merienda de chocolate y grandes roscones de masa seca y de relleno de trufa. “Los hacen en un obrador muy bueno de Las Rozas”, explica la anfitriona. Antonio da vueltas a la chocolatera clásica con la varilla de madera, para que se diluya bien el cacao. Caliente y precioso, lo derrama en las jícaras de porcelana, sobre un mantel impoluto. Lo saboreamos y disfrutábamos entre conversaciones sobre arte y artistas, casos de violencia vicaria, o recuerdos de infancia. El mantel impoluto comienza a registrar alguna que otra gota de chocolate, de ese cacao maravillao, que un día vino de América. Al despedirnos, un buen trozo de roscón envuelto en papel de plata para Mario Saslovsky, que se había quedado en casa.

    Arte, chocolate, roscones, palabras de amistad… también la IV edición del “Catálogo de periodistas españoles”,  que el profesor Zuazo acaba de sacar a la luz. Todo forma parte de la vida, y de la actividad artística e intelectual de los creadores que la enriquecen. 

Más información

https://lamiradaactual.blogspot.com/search?q=Mar%C3%ADa+PIlar+Venegas



Vueltas a la chocolatera por el Dr. Zuazo

Mercedes Ballesteros, Julia y Lola Gallardo
Carmen Valero, Pablo Reviriego y Antonio L. de Zuazo

Adriana, Julia, M.PIlar, Lola y Mercedes, junto a cuadro de "Celia"
Carmen Valero y el profesor Zuazo con los dos tomos del "Catálogo de periodistas"

M. Pilar Venegas muestra el cuadro adquirido por el Museo de los Pizarro, en Trujillo (Cáceres)
M Pilar Venegas ante el espejo y el autorretrato, homenaje a Madrid

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