Carmen Pagés, pintora
Julia Sáez-Angulo
6/1/24 .- Madrid .- Reciben generosamente en la tarde de Reyes, en su amplio estudio, un ático de la calle Fuencarral, donde residió el escritor Benito Pérez Galdós y tuvo su cercana editorial, algo que se recuerda con un gran retrato del canario, en el portal de la casa. Manuel Alcorlo y Carmen Pagés, pintores de 88 y 82 años respectivamente en torno a una mesa camilla, donde Carmen hace leer a Manolo en voz alta, un libro de Antonio Machado, para que mejore su dicción, tras un Parkingon, que le afecta a la voz y a la movilidad de las piernas.
Carmen Pagés Valcarlos, buena conversadora, elogia el buen servicio de ayuda que tiene de los Camilos y de las cuidadoras que le envía la Comunidad de Madrid, para poder mover y atender bien al pintor, sentado en silla de ruedas.
“Manolo sigue dibujando, pero ya no tanto como antes”, me cuenta Carmen “y yo me dedico especialmente a hacer distintos libros de artista y me los va mostrando, principalmente sobre plantas, que a ella le encantan, como el de plantas mediterráneas, l cipreses o las hojas de ginkgo biloba, que algunos asocian con la longevidad, pero yo con la resistencia. Sobrevivieron a la catástrofe de Hiroshima, es un árbol mítico, que yo adoro, desde que estuvimos en Japón. Es un árbol mítico”.
Los libros de artistas participan del dibujo, la pintura y el collage sobre tela, más bien lonetas, que se presentan a modo de acordeón. Otro de los libros de artista versa sobre retratos de distintos personajes. “A Manolo y a mí nos ha gustado siempre asistir por las tardes a exposiciones, conferencias o presentaciones de libros” y yo silueteaba a los personajes que actuaban y los he juntado a todos”.
"Carmen tiene mucha agilidad y energía", me comenta Alcorlo en un aparte.
Carmen me muestra una amplia buena terraza llena de plantas y flores, que ella misma planta y cultiva, porque le produce un gran placer ese contacto con la naturaleza. “Esta terraza no sería nada si no contara con todo este verdor alrededor de ella”. Allí aparecen distintas variedades de plantas y verdes, y no falta un ginkgo, que se aclimató estupendamente.
Manolo Alcorlo, académico de Bellas Artes de San Fernando, nos escucha y nos mira con sus ojillos despiertos. De vez en cuando dice algunas frases cortas. “Afortunadamente está muy bien de cabeza”, comenta Carmen. “Nosotros hemos compartido siempre el estudio en casa, pero en ámbitos diferentes para no interferirnos”.
Hojeamos y ojeamos el catálogo titulado “Universo Manolo. Dibujos – Pinturas – Grabados – Libros de artista”, para la exposición que tuvo lugar en 2019, en la citada Academia de Bellas Artes. “Fue costeado por una convocatoria de crowfounding -micro-patrocinio-, que superó con creces el presupuesto del catálogo”. En sus páginas diversas fotos con Alcorlo tocando el violín, una de sus aficiones musicales que le definen.
“Como verás, la mayoría de las fotos son personales y familiares de Manolo, con su familia y sus hijos. Yo quise que así fuera, porque dan mejor idea de la persona. Hay fotos entrañables y tiernas de Manolo con su hijos y nietos, porque él es así. Prescindí de las fotos institucionales con el Rey, el presidente de Gobierno o con ministros, porque esas fotos son pasajeras y siempre me han dado cierta risa, cuando las veo publicadas en los catálogos de algunos colegas.
“Seguramente mi reserva o rechazo a los ámbitos palaciegos y de alta burguesía ha podido perjudicar a Manolo, porque él no asistía a esas invitaciones, si no iba yo. Y sé que en estos ámbitos se logran influencias. De todos modos, nosotros hemos vivido siempre del arte, de manera holgada y sobria. Manolo ha tenido coleccionistas muy fieles. Hemos podido dar buenos estudios a nuestros dos hijos y sobre todo hacer lo que nos gustaba, que era el arte, y eso es lo más importante en la vida”.
Del grupo El Paso, en los 60, a la Movida
Madrileña en los 90, hay artistas olvidados
La pareja de pintores cuenta con una amplia casa restaurada en el pueblo madrileño de Cadalso de los Vidrios, donde residieron varios años, para tratar de paliar el asma de su hija.
Manolo y Carmen son colegas de artistas como Eduardo Sanz, Isabel Villar, Carrilero, Zarco, Alfredo Alcaín… “Son artistas extraordinarios, un tanto olvidados, que merecen estar más arriba de lo que ya están”, comenta Carmen. “Del grupo El Paso a la Movida Madrileña, hay una generación de artistas que se merecen una valoración mayor de la que tienen. Gerardo Aparicio, por ejemplo, me parece un artista extraordinario que debiera de estar por encima de muchos que han obtenido fama. Pero este mundo del arte es muy complejo y no siempre justo”.
Carmen, buena lectora de prensa, recorta y guarda declaraciones de personas del circuito artístico que denuncian o ponen de relieve la situación del arte, en cuanto a los movimientos y manipulaciones del mercado, sin que el precio tenga nada que ver con la obra y su valor, como pone de relieve la artista argentina Liliana Porter. “Marchantes y artistas recurren a hábiles operaciones de relaciones públicas para conferir valor a la obra”, señaló el escritor Luis Racionero y Carmen lo lee en voz alta.
“Nunca antes la crítica había sido tan ninguneada. Es el triunfo del capitalismo artístico”, señaló en su día el sociólogo Gilles Lipovetsky, de la Universidad de Montpellier. “Los museos están colonizados estúpidamente por artistas son interés, que creen que son modernos. Eso no ocurre en música o literatura, donde coexisten artistas de todo tipo. Hoy el arte está en manos de funcionarios”, señaló en su día el pintor Eduardo Arroyo. Estas y otras “perlas” las va leyendo Carmen Pagés en voz alta.
Carmen Pagés preside la Asociación de Artistas Plásticos sin Fronteras, que llevan a cabo distintas actuaciones solidarias y de reconocimiento, como el gran mural que se instaló en el Hospital Gregorio Marañón, para reconocer la labor de los médicos y enfermeras durante la pandemia del covid-19. En la actualidad, cien artistas preparan sus donaciones de obra artística, para un museo de arte contemporáneo en Zamora. “Ahora, con la parada del AVE ,será más fácil acceder a Zamora”.
El estudio de los pintores rebosa de grandes cuadros de Manolo en las paredes, algunos con autorretratos del pintor, como el que tiene junto al arquitecto Juan López Jaén, o los de sus hijos siendo niños o jóvenes. “Este estudio goza de una gran luz por el día y eso estimula el trabajo”.
Manuel Alcorlo, académico y pintor
Muchas gracias, Julia, por este gran reportaje sobre Carmen Pagés y Manolo Alcorlo.
ResponderEliminarQué alegría queridos Carmen y Manuel, veros y leer vuestros comentarios. Qué grandes artistas y buenas personas sois. Os deseo lo mejor en este 2024... Un g miran abrazo...
ResponderEliminarOtra vez gracias. Soy Marie-Claire.
ResponderEliminarDos personas maravillosas , dos artistas impresionantes y dos ejemplos a seguir en compromiso y preocupación social. Son un verdadero regalo.
ResponderEliminarEstas magníficas personas, estos dos grandes artistas, Manolo Alcorlo y Carmen Pagés, son un verdadero lujo y un ejemplo de compromiso con el arte y con la convivencia... los dibujos de Alcorlo son virtuosos y rebosan mensaje y humor, como pequeños relatos resueltos con maestría...
ResponderEliminarNos ha gustado mucho tu encuentro y texto com Manuel Alcorlo y Carmen Pages, dos excelentes artistas Lourdes Ventura y Fernando Verdugo
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