lunes, 8 de enero de 2024

PABLO REVIRIEGO Y MERCEDES BALLESTEROS, estudio de arte amplio, luminoso, bien compartido y no muy lejos del Retiro. Acuarela y óleo

Mercedes Ballesteros y Pablo Reviriego, pintores


Julia Sáez-Angulo

Fotos: Luis Magán

8/1/24 .- Madrid.- Cuentan con un taller/estudio de arte magnífico, amplio y luminoso. Más de cien metros cuadrados, no lejos del Parque del Retiro, con ventanales espléndidos al norte -la luz que conviene a la pintura- donde Pablo Reviriego y Mercedes Ballesteros pueden trabajar la acuarela y el óleo, respectivamente. Juntos, pero no revueltos, porque a ambos les va la dialéctica, mientras que a la creatividad le conviene más el silencio y la concentración.

El crítico de arte Luis Romo dijo, en su día, que, después del estudio de Eduardo Naranjo en La Moraleja, el de Mercedes y Pablo era el mejor de cuantos conocía 

    Pablo Reviriego (1948) muestra satisfecho un cuadro de gran formato, recientemente pintado, con una puesta de sol formidable, los colores encendidos y calientes doran ese paisaje digno de un gran premio. Paisaje que frisa la abstracción y ante el que el fotógrafo y yo nos quedamos boquiabiertos. No permite fotografiarlo, por si lo presenta a concurso.

    Los admiradores de este acuarelista en la Red son infinitos. Y así lo pude constatar en Castro Urdiales, cuando Teresa Ahedo, pintora vasca y amiga, me confesó que seguía puntualmente las acuarelas de Pablo Reviriego, porque eran magistrales. ¡Es muy amigo mío!, le repliqué con orgullo.

    “Apóstol de la acuarela” le han llamado con razón a Reviriego, porque ha hecho mucho por mostrarla y difundirla durante un lustro, con una serie de exposiciones por toda España bajo el título de “Veinte pintores unidos por la acuarela”. Por esas muestras ha pasado lo más granado de los artífices de la pintura al agua, donde “hay que pensar con agilidad, antes de aplicar el pigmento, porque no cabe arrepentimiento alguno, como en el óleo”.

    Comisario de exposiciones de acuarela en diversas muestras, Pablo ha culminado esta tarea comisariando la reciente exposición de acuarelas de gran formato en la Casa de Vacas del Parque del Retiro. Un éxito de pintura, autores y arte. Todo un hito para los acuarelistas. 

    Por las retinas de Pablo Reviriego han pasado al papel vedutte de la hermosa sierra de Gredos, los Picos de Europa, los Pirineos…, siempre con su propia traslación alquímica a la acuarela. A veces, pinta de imaginación y se encuentra con sorpresas como la del marino mercante que vio una de sus acuarelas “imaginadas” -quizás una marina- en una exposición, y se lanzó hacia ella como una flecha y le aseguró al autor, que ese paisaje lo había visto él cientos de veces en sus recorridos. La compró y se fue feliz. Está claro que la imaginación también puede imitar la realidad, al menos subjetiva. 

    La tauromaquia es también un trasunto temático de Reviriego. Buen aficionado a los toros, no podía ser menos que representar de vez en cuando algunas suertes del arte de Cúchares. 

    A Pablo no le tiembla el uso cuando hace demostraciones de acuarela en público, sea enla Tertulia Ilustrada o en TVE. No vacila.

        En el ámbito de Mercedes Ballesteros

    Cruzamos el pasillo para entrar en el ámbito de la artista visual Mercedes Ballesteros (1946), pintora figurativa, realista, que adora la figura humana dentro de los géneros pictóricos. Asistió mucho tiempo a las clases con modelo vivo del Círculo de Bellas Artes. Contrata con frecuencia modelos femeninos para representar a la mujer en escenas casi románticas o mitológicas, como la ninfa del agua. Le gusta pintar desnudos, porque sabe que en el cuerpo humano está la belleza de la proporción áurea. 

    ¿No pintas desnudo masculino? le increpo. "Sí, pero menos. En un curso que di con Pedro Cano, recibí el premio de reconocimiento a la mejor obra, con un desnudo masculino", responde. "Se lo quisieron comprar de inmediato, pero ella no quiso", alega Pablo. "Es que era un premio y no quería desprenderme de él", se justifica Mercedes. Comienza la dialéctica y se animan uno al otro. Son únicos.

    Aunque prefiere la figura humana ahora sin embargo, la hemos pillado pintando un gran ramo de rosas rojas, que le han regalado por Navidad y todavía compiten ambos, ramo y pintura, en lozanía cercana, aunque ya sabemos aquello de que “ars longa, vita brevis”. La pintura prolongará la vida artística del ramo, frente a la decadencia de la naturaleza, máxime una vez cortadas las flores.

    En otro caballete está haciendo un retrato de encargo. La modelo se llama María y es una joven rubia y hermosa. Más allá, descubro el retrato ya terminado del crítico de arte Antonio Calderón con su clásico sombrero. Me gusta mucho y el fotógrafo se apresura a tomar la imagen. Delicada, Mercedes quiere consultar antes por teléfono con el representado. Antonio, gentil, nos da permiso para reproducirla.

    ¡La de retratos que habrá pintado Mercedes Ballesteros! Dentro de la figura, es el reto que más le motiva. Le gusta hacerlos con el modelo delante, nada de fotografía, pero de esto ya hablé en otra ocasión

    Mercedes Ballesteros trabaja con una disciplina increíble todas las mañanas, dejando su casa en buena marcha. Siempre digo que es como la mujer fuerte de la Biblia, madruga y no para de hacer cosas, para que la familia y el arte estén atendidos al cien por cien, como a ella gusta. "El estudio es mi segunda casa", repite la artista con frecuencia. NO le pilla lejos de la primera.

    El realismo de Mercedes Ballesteros le ha llevado a que el Museo Español de Arte Moderno, MEAN, de Barcelona haya adquirido reciente una de sus obras, así como el Museo de los Pizarro de Trujillo (Cáceres). El realismo de Mercedes se acerca un tanto al hiperrealismo, cuando pinta los bordados de los manteles de mesa o las flores y flecos de los mantones de Manila. La pintora trabaja también la acuarela;  confiesa que aprendió mucho en un curso con José Zorita.

    Mercedes se siente muy satisfecha de su reciente exposición en Zaragoza, porque el espacio, el Palacio Banterra era magnífico y tuvo buena afluencia de público.

    La pintora  trabaja tanto, que de sus obras se pueden colegir series como Desnudos, retratos, Galicia o, finalmente, escenas de tauromaquia, donde aparece una singular lucha del toro y la mujer, no sé si de carácter simbólico, que me ha traído a la memoria los cuadros y bocetos de Pablo Picasso, en los que representaba la lucha de él y su esposa Olga durante el divorcio, cuando él se representaba como un toro y a la mujer como un caballo -cuadro del “Guernica” incluido, según la tesis del profesor y crítico de arte José María Juarranz.


    Al bajar las escaleras del retranqueado alto de madera, donde se almacenan los cuadros de ambos pintores, Mercedes y Pablo, veo los dos sonetos elogiosos que el crítico de arte Luis del Pozo dedicó a los artistas. 

Más información

https://lamiradaactual.blogspot.com/search?q=Mercedes+Ballesteros

https://lamiradaactual.blogspot.com/2017/09/pablo-reviriego-i-premio-ciudad-de.html

Pablo Reviriego, acuarelista


Pintura de Mercedes Ballesteros
Retrato de Antonio Calderón, periodista


Retrato de María, por Mercedes Ballesteros
Mercedes Ballesteros y Pablo Reviriego. 2024

4 comentarios:

  1. Magnífica crónica. Les va encantar. Se lo merecen. Maravillosos anfitriones y extraordinarias personas. Un placer el haber podido fotografiar su estudio, sus obras y sus bellezas, Mercedes mujer bella, cercana y con un sonrisa franca y resplandeciente. Pablo hombre atractivo, varonil y un gesto profundo pero no distante. Es una muy bonita idea la que has tenido de hacer una serie de ESTUDIOS de los artistas. Dan muchísimo juego L.M.

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  2. Perfecta y objetiva crónica sobre dos grandes artistas que han tenido la suerte de complementarse en todos los sentidos

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  3. Manuela Picó : Qué buen estudio!. Una pareja que se formó en Azuaga

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