domingo, 31 de marzo de 2024

C.S. Lewis, gran antídoto contra el venenoso pensamiento débil de Vattimo, dicen Borges y Ormazabal


De izquierda a derecha, C.S. Lewis y Gianni Vattimo.


C.S. Lewis (1898-1963) murió antes de que Gianni Vattimo (1936-2023) escribiese sus obras más célebres. Sin embargo, la obra del escritor inglés es el antídoto perfecto contra el veneno letal inoculado por el filósofo italiano en el pensamiento dominante, no sin razón autodenominado 'débil': el que está configurando una posmodernidad basada en la irracionalidad, el nihilismo y el relativismo.

Contraponer ambos autores es un inteligente ejercicio de crítica cultural al que han consagrado Julio Borges Junyent y Javier Ormazabal Echeverría un libro profundo, sorprendente y muy útil para comprender la ideología dominante y para contrarrestarla: La posmodernidad en jaque. Un debate entre C.S. Lewis y Gianni Vattimo (LibrosLibres). 

-¿Por qué eligieron a C.S. Lewis como antídoto para el veneno del 'pensamiento débil'?

-Bueno, de algún modo, la elección de Lewis tiene sentido incluso desde su propio punto de vista. Lewis habló del “camino del Tao" para referirse al conjunto de valores objetivos compartidos por todas las culturas. En su libro La abolición del hombre, hace toda una recopilación de máximas morales que demuestran la universalidad de ciertos valores en todo tiempo, en toda cultura y en todo lugar desarmando el subjetivismo o relativismo radical de nuestra época. A ese conjunto de valores lo llama “camino del Tao”, para dejar claro que no está hablando de algo particularmente perteneciente a la cultura occidental, sino de algo universal.

Julio Borges (a la izquierda) y Javier Ormazabal.

Julio Borges, a la izquierda, es doctor en Filosofía por la Universidad Santo Tomás, y tiene Maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Oxford y Maestría en Filosofía Política en el Boston College; fue presidente del parlamento de Venezuela (2017). Javier Ormazabal es graduado en Filosofía y Literatura por la Universidad de Navarra y maestrando en Filología Antigua por el Instituto Polis de Jerusalén y en Educación Secundaria por la UNIR.

»De un modo similar, nosotros podríamos haber recurrido a un autor católico, pero esto se trata de un debate universal: creemos que la posmodernidad hace un cortocircuito con la fe católica pero también con cualquier forma de civilización, porque va en contra de la propia persona más allá de religiones concretas. Esto, podríamos decir, es una razón secundaria, pero interesante. Lo principal es que Lewis escribió La abolición del hombre, que es un ensayo absolutamente visionario que supo describir la posmodernidad mucho antes de su aparición.

-Y anticipó la contrarréplica...

-De hecho, Vattimo es perfectamente clasificable bajo el grupo de “innovadores” de los que habla Lewis en el texto como aquellos que pretenden crear de cero una nueva ética y un nuevo tipo de ser humano. Lewis demuestra ser, además, un pleno renovador de los clásicos, de modo que no hay mejor remedio contra “innovaciones” y experimentos modernos o posmodernos. Al final, Lewis representa todo un compendio del sentido común que se puede interponer entre una sociedad viciada y la consecución de todas sus intenciones. 

-¿Qué es la neurosis en el contexto de la filosofía de Vattimo? Toda su filosofía parece orientada a evitarla... 

-Cuando Vattimo habla de neurosis, se refiere a un estado en el que el hombre se halla sumido en un sueño ideológico. Podríamos llamarlo alienación, porque lo que le falta al neurótico vattimiano es emanciparse, tomar conciencia de que las narrativas que toma como ciertas no lo son: por ejemplo, luchar por algo llamado verdad, creer que Cristo es Dios o incluso defender una teoría científica no son más que fábulas en un mundo de fábulas. El neurótico sería entonces alguien impotente, un siervo ciego al servicio del poder de quien ha conseguido imponerse sobre él desde la metafísica, la religión o el sistema económico.

»Para Vattimo, todo relato con pretensión de verdad es impositivo porque lo “verdadero” no es más que un instrumento de poder: la objetividad no existe, sólo es una excusa con la que justificar el dogmatismo y la violencia. Por eso, Vattimo propone el “ultra-hombre” (que vendría a ser como el superhombre nietzscheano 2.0, el verdadero hombre libre) que supera ese estado de neurosis aceptando que todo son relatos, fábulas bajo las que nos entendemos a nosotros mismos.

»Para Vattimo, eres libre si eres capaz de entender que los relatos que usas para dar sentido a tu vida no son “ciertos” u “objetivos”, sino opciones dentro de un vasto océano de relatos válidos. Por eso cree que el nihilista posmoderno puede superar la ilusión objetivista y emanciparse, porque ya no cree en la verdad de las cosas.

-Algunos psiquiatras relacionan el auge actual de las enfermedades psiquiátricas con la ruptura con la realidad que implica el pensamiento débil de la postmodernidad...

-Obviamente, Lewis, igual que cualquier psiquiatra mínimamente sensato, vincularía la neurosis más con la ignorancia de la realidad. Neurótico es quien actúa y piensa independientemente de cómo las cosas son en realidad, y de esa ceguera surgen sus problemas y sus esclavitudes.


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