miércoles, 12 de junio de 2024

Textos imprescindibles de la filología y lingüística españolas, parte del legado de la FAMILIA BLECUA a la Caja de las Letras

  • Homenaje del Cervantes a esta saga de destacados filólogos, lingüistas y académicos: José Manuel Blecua Teijeiro y sus dos hijos, José Manuel y Alberto Blecua Perdices

Instituto Cervantes (Foto Wikipedia)

    L.M.A.

    https://www.youtube.com/watch?v=mLNPyjbdNHU 

 

Madrid, 10 de junio de 2024 .- La Caja de las Letras del Instituto Cervantes ha recibido hoy el triple legado de dos generaciones excepcionales de filólogos y lingüistas: el legado in memoriam del filólogo y profesor universitario José Manuel Blecua Teijeiro (1913-2003) y de sus dos hijos, el lingüista José Manuel Blecua Perdices, director de la Real Academia Española de 2010 a 2015 y director Académico del Cervantes con el primer director de la Institución, Nicolás Sánchez Albornoz, en 1995-96 y el filólogo y crítico literario Alberto Blecua Perdices (1941-2020), este último también in memoriam.

Han participado en el acto el director de Cervantes, Luis García Montero, y como testigos, el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado; José Manuel Blecua Perdices, el exdirector del Cervantes, Santiago de Mora-Figueroa, y Beatriz Blecua Falgueras, hija del homenajeado Alberto Blecua Perdices y profesora de la Universidad de Girona.

El legado de Blecua Teijeiro, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Barcelona, y académico de Honor de la RAE, considerado como uno de los grandes especialistas en la poesía española del Siglo de Oro, ha sido guardado en la caja n.º 986.

 Consiste en el libro de texto Gramática histórica del Bachiller, ejemplar que estudió el psiquiatra, ensayista y también académico Carlos Castilla del Pino; un libro de los utilizados por Blecua padre en sus clases en la Universidad de Barcelona —«usado y manoseado y que él quería muchísimo»—, Floresta Lírica Española. Antología Hispánica, de la editorial Gredos; los dos primeros tomos de la edición manuscrita de la poesía de Quevedo y como era muy aficionado a la fotografía, la foto de un crepúsculo del Pirineo para acompañar a uno de los búhos de su colección, a la que tenía un gran aprecio.

José Manuel Blecua Teijeiro, el gran magisterio filológico en la universidad

Para García Montero, pensar en José Manuel Blecua Teijeiro es «pensar en el amor al saber, a la cultura, a los libros que tantos hemos leído».

«Pensar en España, el exilio interior y el exterior tenían muchos temas de conversación y una sabiduría compartida una verdad familiar que necesitaba de gente capaz para ponerlo en marcha», señaló el director del Cervantes recordando el Blecua padre.

«Así supo comprenderlo su hijo José Manuel Blecua Perdices y su legado miró hacia la gramática española, los sinónimos y antónimos, el horizonte amplio de la lexicografía y la lingüística, siempre relacionada con la literatura», añadió García Montero.

El paso de José Manuel Blecua por el Cervantes como director Académico

 Por su parte José Manuel Blecua hijo también ha dejado, esta vez en la caja n.º 1001, textos de gran valor: un manual clásico en la enseñanza universitaria, la Gramática española (1975), en homenaje al filólogo Juan Alcina Franch con quien la elaboró «a quien tanto debo, ya que escribirla nos hizo independientes», explicó el filólogo, doctor en Filología Románica y catedrático de Lengua Española y pionero en la aplicación de las nuevas tecnologías al estudio de la lengua española.

 En su legado también ha incluido el tomo III de la Nueva gramática de la lengua española (NGLE), Fonética y Fonología (Madrid, 2011): «Este volumen de la NGLE iba acompañado de un disco complejísimo, Las voces del español, tiempo y espacio, que el paso del tiempo y de la tecnología han hecho inutilizable en los ordenadores actuales y que se está renovando».

 Además, Blecua Perdices ha añadido trabajos de temas americanos y también un texto que para él tiene un alto valor: Principios del Diccionario de Autoridades (Madrid, 2006), que es el discurso de su ingreso en la RAE.

 García Montero también ha tenido palabras de agradecimiento para José Manuel Blecua Perdices y su paso por la institución: «El Instituto Cervantes tuvo la suerte de vivir su aprender y su enseñar junto a su trabajo como director Académico».

 Blecua Perdices guarda un gran recuerdo de su paso por el Instituto: «Desde que trabajé en el Cervantes los topónimos ya nunca más son fríos: lees que hay sequía en Egipto y piensas en que bajarán las matrículas en el Cervantes de El Cairo; escuchas que ha pasado algo en Beirut y te estremeces pensando en el Cervantes de esa ciudad».   

Alberto Blecua, investigador, crítico literario... y dibujante

     Beatriz Blecua, hija de Alberto Blecua, fue la encargada de depositar su legado in memoriam en la caja n.º 987: «Desde pequeña he sido testigo de cómo recibía en casa a los estudiantes para mostrarles, orgulloso, su biblioteca y cómo les transmitía ese amor por la literatura y les transmitía el gusanillo de la investigación».

 «Queríamos incluir en la Caja de las Letras estas dos facetas: su producción científica, representada por los cuatro libros sobre Garcilaso que hemos cedido, y la relación cercana y de equipo con otros investigadores, sobre todo, los jóvenes, porque en la trayectoria de mi padre se entretejen las dos», explicó.

 Con este propósito se ha entregado el primer documento oficial del ‘Proyecto ProLope’, fundado y dirigido por Alberto Blecua durante más de 20 años: la primera solicitud al Ministerio en 1989 de propuesta para la edición crítica de la totalidad del teatro de Lope de Vega.

 Además, se ha legado su Método sobre la crítica textual, que se utiliza en todas las universidades.

 Alberto Blecua Perdices, miembro correspondiente de la RAE y presidente de la Asociación Internacional de Cervantistas, también tenía una faceta poco conocida, la de dibujante: «Regalaba todos sus dibujos, pero hemos encontrado uno, ‘El rapto de Europa’ (1968), que también legamos», ha concluido su hija.

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