sábado, 13 de julio de 2024

Crónicas Gallegas II. ALONSO MONTERO, prologuista del libro sobre el "Carballo de Padroso", en el encuentro de poetas y músicos

Xesús Alonso Montero, profesor de Literatura Galega

Asistentes al acto de reconocimiento ante el "Carballo de Padroso", con el pintor Anton Pulido y su esposa Fina en primer plano

         Julia Sáez-Angulo
Fotos: Mai Pire

        13/7/24.- Madrid .- Un total de 65 autores, en su mayoría poetas, han escrito y exaltado el “Carballo de Padroso” (Orense), por lo que el profesor de Literatura Gallega Xesús Alonso Montero, patriarca de las Letras Galegas, ha dicho que “nunca un carballo ha suscitado tanta literatura como el Carballo de Padroso”. La declaración la hizo en la clausura del homenaje al citado Carballo, donde poetas y músicos se han dado cita convocados por el escritor Bieito Leo, y han recitado o cantado al célebre árbol exaltado. 

Todos los poemas han sido publicados en dos libros por la Fundación Bieito Ledo y entre ellos figuran Adela Figueroa, Afonso Vázquez-Monxardin, Alberto Barciela, Alicia Savaxe, Juan Cabanelas, Fernando Franco, Carmen Villar Alonso, Rubén Ríos, Paco Ledo, Xose Lois Ripalda, Luisa Abad, Moncho Borrajo, Ernesto S. Pombo, Carmen Penim
Xesús Alonso Montero, patriarca de las Letras Galegas, ha sido el prologuista del libro de esta II edición de “O Carballo de Padroso” en el que habla sobre “el año en el que Rosalía de Castro retrató la grandeza y el espíritu de las encinas y los robledales”: 
    “El presente volumen colectivo es el segundo que levanta el Carballo de Padroso, el Roble por excelencia, en la actualidad en Galicia. No conozco ningún roble, pasado o contemporáneo, que haya levantado tantas páginas por parte de los escritores de un país, hecho que hay que oponer, al margen de las virtudes de este portentoso ejemplar botánico, a la oportuna iniciativa de su dueño, el dinámico y dinamizador Bieito Ledo, por lo que merece un abrazo.
    Su iniciativa es, de hecho, oportuna, que las decenas de colaboradores acogemos en un momento en el que los espíritus más sabios y exigentes del mundo nos alientan so…don de los ojos, los robustos y robles centenarios, cuyos troncos llenos de arrugas, parecían monstruos con el ceño fruncido y una mirada sombría, que te hacen pensar en mundos desconocidos; los robles centenarios, bajo los cuales Las ramas vagaron en silencio tantas soñadores testarudos e impenitentes... ¡Todo al suelo y devastado todo!
    Y ante esta derrota, el Poeta deja esta reflexión:
Pero nosotros, si talan nuestros bosques centenarios... ¡quedarán tan pocos!
y la voluntad de otro ejerce su imperio
en lo nuestro, las cosas de la vida,
nos parecen, tal vez, vanos e inútiles.
que no ofenden a nadie y no le importan a nadie. [...]
La destrucción botánica que consiste en la tala inconsciente de robles y otras especies del país (castaños, encinas) provoca, en nuestro afligido autor, esta reflexión final:
    “Cara al suelo y entristecido exclamo, con el Mártir del Gólgota... perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen, pero, ¡oh, Señor!, no consientas otra vez que se apague el soplo de la gélida indiferencia. la protesta en nuestros labios, que es silencio el hermano de la muerte, y no quiero que muera mi patria, pero, como Lázaro, ¡Dios bueno! resucita la vida que has perdido, y en alta voz, venga la gloria, decirle al mundo que Galicia existe, tan llena de valor que la has hecho, tan grande y tan feliz, que hermosa es.
    Pocas veces, ni siquiera la propia Rosalía nos ofreció en un texto una defensa de una realidad física, los bosques, principalmente los robles, tan ligados a la forma de vivir de la gente y al compromiso con la patria, con la "madre patria", mutilada cuando la Los bosques que daban sombra son talados, y tal vez a la fuerza, para los soñadores.
   Los versos elegíacos y reivindicativos de Rosalía
¿Por qué Rosalía se queja tanto de la destrucción de la especie noble de nuestra flora, como es el roble? En realidad, ¿qué estaba pasando en los años cercanos a 1884, fecha en la que se publicó el magistral En las orillas del Sar, libro que alberga los dulces y contundentes poemas que comentamos? Robles y robles de nuestros mejores robledales cayeron bajo el imperio irreflexivo del hacha corta-árboles, sólo atentos a las virtudes físicas de este árbol sagrado para fabricar las traviesas que requirieron los primeros ferrocarriles en Galicia. Son, entonces, las parodias que provocan los versos elegíacos (y, a la vez, reivindicativos) de la lira patriótica de Rosalía de Castro. Ilustres robles fueron talados hacia 1880 para sustentar nuestros primeros ferrocarriles, entre ellos el que anota Eladio Rodríguez González en su célebre Diccionario:
    "Algunos robles son el orgullo del pueblo por su corpulencia, llegando al punto que un Ejemplar que se encontraba en el ayuntamiento de Cervantes (Lugo), cedió hasta 152 traviesas para el servicio del ferrocarril".
En la misma página Don Eladio afirma:
    “En Galicia, la encina era considerada, antiguamente, como un auténtico árbol sagrado. Por reminiscencia, sin duda, de la época druida, todavía conserva para nuestros compatriotas virtudes especiales que otros árboles no tienen*”.
    Murguía ya había hablado de la condición sagrada de las encinas en 1885: "Lo mismo ocurría con los árboles, y especialmente con las encinas, que son los verdaderos árboles sagrados para nosotros**". Es elemental suponer que Rosalía quien se refiere a la sacralidad de la encina y la encina coincidiera con el pensamiento de su marido.
    Pero lo cierto es que Rosalía de Castro fue, entre los poetas gallegos, la primera voz que dejó un retrato físico, espiritual e histórico del roble insuperado, en su condición poética, por las musas posteriores; un retrato, hay que tenerlo en cuenta, en el que el espíritu de los textos está atravesado por la dimensión cívica y reivindicativa de una escritora que no se resigna a la derrota, tan dura para Galicia.
*Diccionario Enciclopédico Gallego-Castellano I, Galaxia, 1958, p. 487.
** Galicia, Barcelona, Establecimiento tipográfico-editorial de Daniel Cortero y Cía, 1888, p. 196. La dedicatoria, a Rosalía y sus cinco hijos, está firmada en "Iria, 20 de agosto de 1885", un mes después del fallecimiento del Poeta.
    NOTA BENE.- Ambos libros se han publicado en gallego, así como el prólogo de Alonso Montero. La ceremonia del Carballo de Padroso también transcurrió enteramente en gallego. Una breve bienvenida y despedida en castellano hubiera sido de agradecer. El alcalde de Xunqueira, José Luis Gavilanes, cerró el evento.
Abrazo al Carballo de Padroso
Bieito Ledo, organizador del evento, junto al profesor Xesús Alonso Montero,  con los gaiteiros, uno de ellos de origen cubano


Bieito Ledo, animador cultural del Carballo de Padroso



Julia Sáez-Angulo y el pintor Antón Pulido


5 comentarios:


  1. javier villán zapatero : Hola Julia VIAJERA. inmejorables recuerdos de ALONO MONTERO. Cuando salí del Seminario tuve que examinarme, para cnvalidarr Instituto JORGE MANRIQUEde Palencia. Me examinó un comprensivo Alonso Montero. y compasivo. Estaba destinado allí, desterrado creo yo . Debo mucho a su magisterio y tengo sus libros sobre lengua gallega. Un MAESTRO y un ejemplo de ética

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  2. Cuca Berenguer : Leo que ya estás por Orense,muy bonita la crónica.
    Os galegofalantes te matarán por decir Orense.
    Disfruta de esa bonita tierra. Yo soy de los topónimos en español si estás hablando español.

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  3. Los galleguistas reivindican mucho a Rosalía pero ella renegó de los talibanes de lo gallego y escribió a su marido Murguía que nunca volvería a escribir en gallego.

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  4. Gracias por la crónica, que me recuerda la laboriosidad del pueblo gallego y la bella naturaleza de Galicia. Nunca estudié gallego pero leo a Rosalía y entiendo bastante.
    Nuevos saludos,
    Raúl

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  5. A próxima homenaxe, Julia e Xesús, que sexa ó carballo de Santa Margarita, en Mourente, Pontevedra. Máis de 500 anos de vida. Apúntome.

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