sábado, 2 de noviembre de 2024

MARIANO BRULL, poeta cubano. Cómo salió del olvido su Biblioteca en Madrid

Mariano Brull (1891-1956), poeta cubano

Palacete habanero


por Julia Sáez-Angulo

2/11/24.- Madrid.- Mariano Brull y Caballero (Camagüey, 1891 - Marianao, 1956) fue un poeta cubano de origen catalán, considerado el iniciador del vanguardismo en su país y divulgador de la «jitanjáfora» en América Latina. En principio admirador de los simbolistas franceses, pasó después a un modernismo en la línea de Juan Ramón Jiménez, con el que sostuvo largas conversaciones en el exilio. Su interés por las vanguardias de los años 20 se perpetuó largo tiempo en su quehacer lírico.

De niño M. Brull vivió en el sur de España, Ceuta y Málaga. De allí guardó recuerdos poéticos de romances. Estudió en la Universidad de La Habana y se hizo diplomático, por lo que residió en distintos países como Estados Unidos, Francia, España...

Alfonso Reyes, ensayista mexicano, definió la jitanjáfora como una «filigrana lírica», hermana menor de la metáfora tradicional, que se elevó a la categoría de género poético al emplearse como designación de las combinaciones fonéticas sin significado concreto. En ese sentido, el libro de Brull Poemas en menguante (1929) inauguró el vanguardismo isleño. Dentro de este movimiento, Mariano Brull se decantó por la corriente de la «poesía pura», en la que alcanzó altos niveles expresivos. Entre sus obras:  La casa del silencio (1916). Poemas en menguante (1928). Canto redondo (1934). Poëmes (1939) (Antología bilingüe: español-francés).  Solo de rosas (1941) o Tiempo de pena (1950).

En 1939, una edición bilingüe (francés-español), Poëmes, salió en París, con un prefacio escrito por una de las grandes figuras literarias de Francia en aquel momento, Paul Valéry. Brull trabajó durante muchos años en una traducción al español de los poemas más famosos y más difíciles de Valéry: "Le Cimetière Marin" (El cementerio marino) y "La Jeune Parque" (La joven parca). Sus poemas también aparecieron en las publicaciones literarias cubanas más importantes: Social, Gaceta del Caribe, Espuela de Plata, Clavileño, Orígenes y El Fígaro.

La contribución de Brull a la poesía de Cuba es el contrapunto entre lo concreto y lo ideal. Un equilibrio entre lo sensual y lo abstracto es alcanzado más plenamente que en cualquier otro libro en Solo de rosas, una colección de poemas en los que el poeta alaba la rosa en su pura esencia, frágil y maravillosa, y no corrompida por el paso del tiempo, según explica De Armas en la edición de la Obras de Brull.

Tras una diferencia con el dictador cubano Fulgencio Batista, renunció a la carrera diplomática en 1949. Sus últimos poemas fueron de desolación y tristeza, sobre la misma destrucción de la belleza.

¿Qué fue de la biblioteca de Mariano Brull?

Llegada la Revolución cubana de Fidel Castro en 1959, la casa de Mariano Brull fue expoliada de cuadros y joyas principalmente, aprovechando uno de los viajes de la hija del poeta, Ana María, a Miami con su Cadillac, completamente despojado en aduana. La situación no era propensa para regresar, por lo que Ana María Brull hizo un contrato con el embajador español en La Habana, para que fuera a vivir a su casa en La Habana, algo, que el embajador hizo, después del primer saqueo. Afortunadamente a los libros no les dieron importancia en esta primera etapa de la revolución y no se los llevaron, por lo que el embajador español los pudo sacar a España y entregarlos a Ana María, quien depositó las numerosas cajas de libros, en el gran sótano de la casa en la sierra madrileña de un primo de la hija de Brull.

Ana María Brull contaba que el expolio de los cuadros de Picasso y otros pintores vanguardistas, se hizo a punta de pistola, amenazando a la mucama que custodiaba la casa en La Habana. La hermosa casa del poeta cubano, un palacete habanero, pasó a ser la residencia protocolaria y oficial de los visitantes extranjeros a Cuba.

Conocida esta situación de los libros de Mariano Brull, los buenos oficios del ex presidente colombiano Belisario Bethancourt (gran protector de los libreros de lance), residente en Madrid, y el editor José Ortega  Spotorno, se pusieron en contacto con un librero de lance, especializado en literatura y temas hispanoamericanos, para que se hiciera cargo de aquella biblioteca oculta y cerrada en un sótano, durante 40 años.

La situación de las cajas, sobre todo las inferiores, dejaban mucho que desear, con todo, el librero salvó buena parte de los libros de Brull, un auténtico tesoro sobre las vanguardias, muchos de ellos firmados por sus autores. El librero se llevó la mayoría de los libros y los más deteriorados, los recogió otro librero, Don Alfonso, que tenía su tienda en la madrileña Cuesta de Moyano.  

Lamentablemente, la mayoría de los libros del poeta cubano no quedaron en España, sino que se vendieron a las Universidades de Nueva York y California, principalmente. En todo caso, se salvó buena parte de la biblioteca de Mariano Brull. 

    El librero recuerda un conversatorio sobre poesía y poetas, que tuvo lugar más adelante entre Ana María Brull, el escritor español Tomás Paredes y él.

Más información

https://www.cubanet.org/la-jitanjafora-de-mariano-brull/


Rompo una rosa y no te encuentro

Rompo una rosa y no te encuentro.

Al viento, así, columnas deshojadas,

palacio de la rosa en ruinas.

Ahora —rosa imposible— empiezas:

por agujas de aire entretejida

al mar de la delicia intacta,

donde todas las rosas

—antes que rosas—

belleza son sin cárcel de belleza.

(“Solo de rosas” (1941). Mariano Brull)

Filiflama alabe cundre

ala olalúnea alífera

alveola jitanjáfora

liris salumba salífera.

Olivia óleo olorife

alalai cánfora sandra

milingítara girófora

zumbra ulalindre calandra.

(Jitanjáforas de Mariano Brull)

4 comentarios:

  1. Jaime Siles Ruiz ; Interesante historia la de la biblioteca de Mariano Brull, de quien tengo en la mía un ejemplar de la edición bilingüe de sus poemas con prñologo de Valéry. Abrazos, Jaime

    ResponderEliminar
  2. Tomas Paredes Romero : Julia, que grata sorpresa de mañana ¿Por qué aparece este amanecer ahora?. Tengo algunas cosas de Brull y jitanjáforas, pero hace tiempo que no lo visito y lo haré hoy. Abrazo agradecido. Tomás

    ResponderEliminar
  3. Como siempre, Julia, me enseñas muchas y muy buenas cosas. Ignoraba la existencia de este poeta y su espíritu de coleccionismo, que siempre valoro. No soy tan afecto a las jitanjáforas pero me gustó mucho el poema que nos das. Gracias nuevamente,
    Raúl

    ResponderEliminar
  4. Mila Salvador : Buenos días, como siempre Gracias.
    Mariano Brull no es muy conocido en España, acaso lo más cercano es POESÍA REUNIDA que editó Cátedra en el año 2000, al menos, una buena presentación de su poesía.
    Me dijeron hace años, lo recuerdo, que era una persona muy elegante. La Habana fue una gran ciudad, y muy significativa en muchas cosas. Un abrazo Milagros

    ResponderEliminar