sábado, 19 de abril de 2014

José Antonio Loriga, pintor, retratista, ilustrador, grafista, humorista, con obra en varios museos




Retrato de Torrente Ballester por Loriga


Julia Sáez-Angulo

19.04.14 .- MADRID .- Pintor, retratista, ilustrador, grafista, humorista…, José Antonio Loriga Méndez (Burjasot, Valencia, 1939) acaba de exponer sus cuadros de pintura y dibujo en la sala de exposiciones del Club 567 de Madrid. Tres de sus retratos, a Pablo Neruda, Dámaso Alonso y Juan Gris, han sido adquiridos por la Biblioteca Nacional de España; su dibujo sobre Francisco de Quevedo, por el Museo de Quevedo en la Torre de Juan Abad en Salas de los Infantes (Burgos) y varios dibujos sobre los derechos humanos en el Museo del Dibujo de ABC en Madrid. También El Toboso cuenta con dibujos suyos en el Museo Mena.

           
            Loriga –así es como firma sus obras de creación artística- dice que ha trabajado mucho y es verdad, como lo demuestra su currículo de trabajo para el mítico periódico Informaciones, para ABC, Ya, Diario 16, Última Hora, Cinco Días… También en las revistas Cuadernos para el Diálogo, Sábado Gráfico, Tenisbol, Ronda de Iberia, AEDE, Informática IBM… Las editoriales han contado con él en Bruguera, Master Line, Grupo Pandora, Tráfico y otras.

No faltó a la cita con televisión y junto a Manolo Martín Ferrán, dibujó de manera rápida y sintética los rostros de numerosos personajes, entre ellos, Maurice Berger o Gunter Grass en el programa Hora 15. Televista, El Revistero, Informativo Juvenil o Qué es fueron otros programas que mostraron sus dibujos.

            Ilustraciones y dibujos en blanco y negro o color, pero con una diligencia y maestría que lo sitúan entre los mejores de una generación de grandes ilustradores como Mingote, Juan Ballesta, Cabañas, Mena, Pablo, Cruz Novillo… Con varios de ellos fundo la Tertulia humorística de los años 70 en el recinto de Mayte Commodore, la gran restauradora madrileña.

            Loriga tuvo la dirección artística de la revista de AEDE, fundada por Pedro Crespo de Lara, donde participaban muchos de sus colegas. Él distingue muy bien los humoristas de los dibujantes como Gene o Luis Vigil, también de su generación. Estos últimos viajaron a Brasil para trabajar durante un periodo prolongado. Es buen amigo de Grau Santos a quien también admira en su pintura.

            Pero ha sido la publicidad la que inició a Loriga en su trabajo como buen dibujante, desde muy joven, de la mano de Antonio Mingote en la revista Don José. Formó parte del Grupo 13 de publicistas, que duró hasta los llamados 25 Años de Paz durante el franquismo, en que algunas diferencias del Grupo con Fraga Iribarne, les llevó entre otras causas a su disolución.

LA ILUMINACIÓN DE LA PINTURA

            Después vino la iluminación de la pintura, cuando Loriga vio una exposición de Antonio Saura en la Casa de la s Alhajas de Madrid en los años 80. Fue una iluminación. Confiesa que fue desde el primer momento su referencia como maestro, para seguir adelante con una pintura expresionista, poblada de personajes misteriosos, angustiados, torvos…

            Sus colores son fundamentalmente “el blanco y el negro con su infinita gama de grises. Con blanco y negro se puede hacer todo.  A veces doy toques de rojos y marrones, más excepcionalmente de azul turquesa”, explica al tiempo que se confiesa un “daltónico singular porque confundo marrones y verdes”.

            Su dibujo, actividad abundante a todas horas, se nutre igualmente del blanco y negro, con toques de color de vez en cuando. “Los dibujos me sirven como modelo para pintar los cuadros, aunque no son bocetos en sentido estricto”, aclara Loriga.

            Casado con la actriz Mariluz Torrenova, Loriga reside actualmente en la Costa del Sol, donde recibe la visita de hijos y nietos, entre ellos del escritor Ray Loriga.

Más información
www.loriga.net.


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