viernes, 25 de diciembre de 2009

Tecla Portela traduce y edita al escritor portugués Raúl Brandao



Las islas desconocidas
Raúl Brandao
Ediciones del Viento
La Coruña, 2009
Los pescadores
Raúl Brandao
Ediciones del Viento
La Coruña, 2009




Julia Sáez-Angulo

      25.12.09 .- MADRID .- (1867 – 1930) es uno de los nombres clave de la literatura portuguesa y la escritora y traductora María tecla Portela Barreiro ha llevado a cabo la traducción y edición de la novela “Las islas desconocidas”, así como “Los pescadores”, ambas publicadas por Ediciones del Viento en 2009.

Para Tecla Portela (Tomiño. Pontevedra, 1956) ambos libros contienen “las más bellas páginas del impresionismo literario escrito en portugués –no sólo marcaría un hito en la Literatura portuguesa sino que consagraría las Islas –y su desconocimiento- presentándolas como un lugar lejano y csi inaccesible –algo más que una cuestión de distancia física- en el que el color toma cuerpo y lucha con la luz –filtrada, tamizada, “colada” por nubes o por vientos en una orgía de cromatismo que deja a uno inebriado...”

Brandao comenzó muy joven a escribir en diversos géneros como narrativa, teatro, artículos... y nunca lo dejó pese a que se dedicara a la carrera militar. Entre sus obras destacan “Humus” (1917), la más célebre, “El-Rei Junot”(1912) y “Los pescadores” (1926).

“Era un contemplativo” dice Portela de Bandao, “y nunca pudo dejar de ser un pintor... (¡él, que había llegado a ser alumno del gran Columbano!) –pero de sus impresiones visuals cra cuadros cargados de trazos que van de lo más delicado a los más agresivo, de los tonos blanquecinos y perlados al negro arrancado a la roca que se funde en un charco de azul”.

Las Azores y Madeira al descubierto

En “Las islas desconocidas” narra su viaje por las Azores y Madeira en 1924 y con este libro se conocieron mejor entre los portugueses, brasileños y franceses. El libro, que se publica por vez primera en español, es una joya de aquella mirada intensa del escritor a primeros del XX.

Por parte en el libro “Los pescadores”, Raúl Brandao cuenta cosas insólitas como la que sigue: “Hace cincuenta años que no se recuerda aquí a nadie que haya muerto de accidente en el mar. A veces la ola vuelca el barco, envuelve a los hombres y los deja sin sentido. Cuando los sacan por muertos, fuera del mar, los meten en sal como a las sardinas, “para apretarles los huesos”. Es gran remedio, dicen. El año pasado hubo uno que, después de estar en sal durante cuarenta y ocho horas, todavía volvió en sí.”

Tecla Portela, una de las mejores traductoras del portugués al español y viceversa, es a su vez escritora y ha publicado un libro de poemas.


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