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Julia
Sáez-Angulo
03/08/18
.- MADRID.- Nacida argentina en Buenos Aires, en primera generación, de padre
polaco y madre italiana, Adriana Zapisek, ama con pasión la tierra que le vio
nacer y adora España, en especial Madrid, la ciudad en la que reside buena
parte del año. En realidad se siente una mujer melting-pot de la historia. Goza de doble nacionalidad, argentina e
italiana, por méritos propios.
Cuando
habla de su papá, ella recuerda que él estuvo en la segunda guerra mundial como
oficial polaco y estuvo a punto de perder la vida en la masacre soviética de
Katyn. De su familia italiana menciona con afecto a sus primos; cuando le faltó su mamma italiana, quedó largo tiempo tiempo muy afligida. Está casada con el empresario Mario Saslovsky, un argentino de cuarta
generación, cuya familia llegó a la Argentina
a finales del XIX; huyendo de la dureza de los zares contra los judíos.
Adriana
Zapisek, artista visual pluridimensional, practica y cultiva la abstracción en
la pintura con gran colorismo vital. Presume de su aprendizaje, entre otros,
con el gran profesor Eduardo Mac Entyre (1929 -2014) y de su presencia y
constancia en el panorama artístico, que ni siquiera la maternidad de dos hijos
interrumpió, porque el arte merece el respeto de la entrega. La célebre escuela
argentina de los Madi está cerca de la poética de su arte, si bien ella fue más
allá de la geometría, con el movimiento de Arte Generativo.
Primero
fue el aerógrafo con su trazo perfecto y estarcido, pero la creatividad no
puede quedarse estancada, por más que algunos galeristas y coleccionistas le
pedían que siguiera por ese camino técnico. En arte: o se avanza o se muere. La
pintora siguió investigando sobre la forma y el color para plasmar en óleo y
acrílico su serie más definitoria: Núcleos,
Vertientes e Intervenciones. Líneas y colores con dicción y significación
propias.
En
Madrid goza con un número notable de amigos argentinos y españoles que
disfrutan con lo porteño y se reúnen con frecuencia en La Doma, donde se canta y baila folklore argentino y se toman
especialidades sabrosas del país. En las fiestas que el matrimonio
Saslovsky-Zapisek organiza en su espléndido piso de Claudio Coello, también
cuentan con la música argentina o intérpretes de ópera del país ,como la soprano
Virginia Wagner.
Sus
amigos artistas madrileños cuentan con Adriana siempre, con o sin Mario. Ella
tiene verbo e imparte conferencias sobre su propia obra o sobre su país,
Argentina, en la Fundación Esther Koplowitz. La Tertulia Peñaltar de Artes
Plásticas le ha dedicado un homenaje por su trayectoria artística.
Adriana
Zapisek disfruta la vida cultural madrileña como pocos. Trabaja intensamente en
la mañana, para salir en la tarde con artistas amigos al recorrido de galerías de arte, museos,
salas de concierto o reuniones de amigos. “Madrid es una ciudad completa en el
mundo de la cultura”. Mujer de estilo, en los últimos actos del Grupo pro Arte
y Cultura, en casa de su fundadora Mayte Spínola, la pudimos ver radiante, vestida de Carolina Herrera, su diseñadora preferida hasta el momento.
La
pintora prepara su gran exposición retrospectiva y está en gestiones para ello.
Como las folklóricas del Flamenco, no suelta prenda para que no se deshaga la
operación. Para ella lo importante es seguir trabajando e investigando con la
ayuda de su gran ordenador y el plotter. Después pasa sus conclusiones al
papel, lienzo, tabla o fotografía. Su deseo a medio plazo es llevar sus formas
aladas a la tridimensionalidad de la escultura. Todo llegará en su momento.
Más información
http://www.adrianazapisek.com/
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Adriana Zapisek