sábado, 17 de julio de 2010

Museo de la Vida Romántica con Chopin y Georges Sand al fondo



Museo de la Vida Romántica
Hotel Scheffer-Renán
París. Metro Pigalle
Entrada gratuita



Julia Sáez-Angulo

Con motivo del bicentenario del nacimiento del músico polaco Frederic Chopin (1810 – 1849) el Museo de la Vida Romántica de París ha llevado a cabo una exposición sobre el mismo, al tiempo que su música sirve de fondo en todo momento mientras se recorren las salas del Hotel Scheffer-Renán, donde se encuentran instaladas las colecciones de cuadros y artes decorativas del museo.

Situado en una bella casa a la italiana, al fondo de un sendero arbolado y bordeado de rosas y lilos, que conservan el perfume de antaño, el museo se sitúa en la casa del pintor Ary Scheffer, construida a la llegada del rey Luis Felipe y que permaneció en los descendientes de la familia Scheffer-Renan-Psicari-Siohan.

El Museo de la Vida Romántica se inscribe en la relación de pequeños museos artísticos que alberga la capital del Sena, entre ellos tres nacionales de artistas como son el Henner, Hubert y Gustav Moreau. El citado museo se encuentra en el barrio conocido como la Otra Atenas, no lejos de la zona de Pigalle. Para la escritora francesa Mercedes Deambrosis, este "es uno de los museos con más encanto de París".

La fundación del Museo de la Vida Romántica es reciente, data de 1983 y la institución alberga recuerdos de la escritora francesa Georges Sand, pseudónimo de Amandine Aurore Lucile Dupin, baronesa Dudevant (París, 1 de julio de 1804 - Nohant, 8 de junio de 1876), y de su amante Federico Chopin, además de los numerosos cuadros del pintor Ary Scheffer (1795 – 1858), como los retratos de “La princesa de Joinville” o de “La Malibrán en el papel de Desdémona”.

No es el único museo de Georges Sand y Chopin juntos, ya que la Cartuja de Valdemosa, en Mallorca, también alberga un museo de los dos artistas con importante evocación estética de ambos autores y de su obra. También la pequeña villa de Nohant, en plena ruta del río Loira y sus castillos, conserva la casa de la escritora hoy hecha museo. Por todos ellos “peregrinan” numerosos polacos, además de franceses y otros turistas.

Descendiente de Federico Augusto I de Saxe

En el gran salón del Museo de la Vida Romántica de París figura el gran cuadro de Georges Sand pintado por Auguste Charpentier y efigies de sus antepasados, entre ellas la del mariscal de Francia Maurice de Saxe, hijo de Federico Augusto I de Saxe.

Curiosos cuadros los de las dendritas, pintado por la propia Georges Sand, a base de aplicar el pigmento del óleo con ciertas ramas que dejaban una visión de boscaje muy singular sobre el papel.

Los moldes de rostros, brazos y manos en escayola, tanto de Chopin como de Sand, muy al gusto de la época, figuran en las vitrinas junto a joyas de oro y piedras preciosas del XIX de la familia de la escritora.

Georges Sand figura por ser la primera mujer que empezó a usar pantalones, algo que causó verdadero estupor entre la población de Valdemosa, lugar del que escribió “Un invierno en Mallorca”, libro que juzga con dureza a los campesinos de la isla por su cortedad de miras ante una mujer cosmopolita y provocadora como ella. La escritora francesa no tuvo la más mínima empatía con los habitantes de Mallorca.


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