domingo, 22 de mayo de 2011

Luís Puelles Romero analiza el papel del espectador en el arte


Julia Sáez-Angulo


La obra de arte y su autor han sido siempre motivo de estudios y análisis, no así el espectador de la obra, por lo que Luís Puelles Romero, profesor de Estética y Teoría de la Universidad de Málaga ha escrito un ensayo apasionante sobre el tema bajo el título “Mirar al que mira”, editado por Abada. El libro será presentado próximamente en el Museo Picasso de Málaga.


El libro va profusamente ilustrado de fotografías en blanco y negro sobre otras de arte que incorporan al espectador, algo muy de agradecer, si bien la mayoría de las fotos responden al período francés del are moderno, con persistencia en autores como Daumier o Courbet, así como de los surrealistas, autores bien conocidos por el autor a juzgar por sus libros anteriormente publicados.


Se echa de menos, por mi parte, la inclusión del cuadro de Murillo “Muchachas en la ventana”, que hoy se conserva en una pinacoteca inglesa y que revela muy bien la mirada de los que observan. La relación de fotos, así como una amplia bibliografía figuran y completan el libro que nos ocupa.


“El espectador se nos oculta y se nos descubre bajo los rasgos del fantasma”, dice Puelles Romero. “Parece entonces oportuno recordar la conocida novela de Gaston Lerroux, publicada en 1910, esclarecedora de esa definición del espectador que lo hace “existir sin ser visto” y mientras se mantenga en su encubrimiento”.


Dos certezas como conclusión


El autor concluye el ensayo hablando de dos certezas: “La primera es que los espectadores viven de su incógnito hasta el punto de que su desenmascaramiento coincide con su desaparición. Descubrir es, por tanto, asistir a su muerte. La segunda convicción es que no hay más fantasmas que los que el detective va figurándose en su propia cabeza; o que la identidad es el resultado de un proceso de identificación más o menos razonadas”.


“En la revisión de la modernidad que el siglo XX ha asumido preguntándose por los presupuestos de una nueva subjetividad social y política, las artes de la ficción contribuyen dándonos a imaginar “lo posible”, sigue diciendo Puelles Romero. “Sin la constelación de espacios compartidos tejidos por los imaginarios de la ficción (de la alteridad) y sus invenciones utópicas, quedaríamos expulsados de la casa política. Es una de las casas encantadas de la ficción donde perviven los placeres de los fantasmas que somos y compartimos”.


“Mirar al que mira” alberga los siguientes apartados: La carta robada o el espectador ante los ojos; Buscando las diferencias. Límites y contrastes del sujeto espectador; Saber hacer. El arte como acción eficaz; Exponerse a la ficción. Aproximaciones a una antropología del espectador; Los fantasmas en el espejo. Hacia la desaparición de los espectadores, y Metamorfosis del espectador.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico tema, como casi todos los que aborda Luis desde el conocimiento y perfil crítico. Como alumno diré que fue un profesor ejemplar, cosa que contrasta con su actitud para con el alumno, que suele ser despótica y en resumidas cuentas lamentable como las cosas no sean como el quisiera. Si algo queda claro en el trato con Luis es que los alumnos somos poco mas que un número.
Aun así, seguiremos asistiendo a sus conferencias: al fin y al cabo en ellas resplandece.