viernes, 21 de septiembre de 2012




Amín Maalouf publica “Las cruzadas vistas por los árabes” en Alianza Editorial

Amín Maalouf


Julia Sáez-Angulo

         En Europa conocemos la versión de los caballeros cruzados que fueron a reconquistar Tierra Santa para salvarlo los santos lugares donde vivió y murió Cristo. Ahora el escritor libanés residente en París, Amín Maalouf (Beirut, 1949), premio Príncipe de Asturias de las Letras, nos da la otra versión de la historia, siguiendo la documentación árabe.

“Las cruzadas vistas por los árabes” es el título del libro publicado en Alianza Editorial, edición de bolsillo, que nos habla de la nueva versión, la islámica, la de los árabes, no siempre contradictoria pero sí distinta en muchos aspectos.

El libro, con doce capítulos, lleva también una introducción, un prólogo y un epílogo de gran utilidad para el lector, así como la relación de fuentes utilizadas por el autor, una cronología, un índice de nombres y un mapa de la zona que ayudan al seguimiento y comprensión de los hechos.

         La historia se escribe siempre desde el propio prisma y los documentos no siempre dicen todas las verdades como fueron, desde el lado cristiano o musulmán; conviene estudiarlos y contrastarlos.

         Recordemos que las cruzadas comienzan en 1096 con la primera llegada de soldados europeos a Oriente Medio y terminan en 1291 con la toma de Acre por el sultán Jalil. Dos siglos de encuentros bélicos entre Oriente y Occidente que ha dado lugar a la conformación de unas relaciones, amén de una literatura amplia sobre el tema.

         Las matanzas encarnizadas se sucedieron ante el horror de todos: cristianos, islámicos y judíos. Los hijos de la religión del Libro no tuvieron piedad unos con otros. El suelo natal de unos es causa de dolor ante una invasión franca, de quien se cree con derecho a unos  lugares sagrados.

         “Para muchos creyentes, el exilio es incluso un deber imperativo en caso de ocupación. El gran viajero Ibn Yubayr, un árabe de España que visitará Palestina casi un siglo después de la invasión franca, se escandalizará al ver que algunos musulmanes, “subyugados por el amor al suelo natal”, se resignan a vivir en territorio ocupado”, se escribe en la introducción.

         Saladino por su parte escribió la cita con que se abre la primera parte: ¡Mirad a los frany! Ved con qué encarnizamiento se baten por su religión, mientras que nosotros, los musulmanes, no mostramos ningún ardor por hacer la guerra santa”.

Todo lo contrario de nuestros días.



         

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