viernes, 30 de noviembre de 2012




El Museo Reina Sofía expone al pintor surrrealista  canario Óscar Domínguez



· Es una ocasión única para adentrarse en dos tipos de creaciones del artista: las decalcomanías y los objetos surrealistas
· El Museo le dedica una gran sala de su Colección que ha quedado temporalmente vacía, al viajar las obras que albergaba de Dalí al Pompidou, con quien el Reina Sofía ha organizado conjuntamente una exposición que en abril llegará a Madrid.


        Ha quedado abierta al público una sala de la Colección permanente del Museo Reina Sofía que albergará hasta el próximo septiembre, treinta y cinco piezas, además de un valioso material documental compuesto por revistas, libros, cartas y una maqueta, así como una filmación realizada por Alain Resnais sobre la figura del artista del artistaÓscar Domínguez (La Laguna, Tenerife, 1906-París 1957). Este espacio que habitualmente está ocupado por importantes obras de Salvador Dalí, es ahora utilizado temporalmente para ofrecer al visitante una representación de dos tipos de creaciones del artista relacionadas con la praxis surrealista: losobjetos y las decalcomanías. Además,. La muestra ha sido coordinada por el Departamento de Colecciones del Museo Reina Sofía. 

La conservadora del Museo Reina Sofía Paloma esteban ha escrito en torno a la exposición:

Los objetos
Fue en París, en el año 1936 enla Exposition Surréaliste d'Objets, inaugurada enla galerie Charles Ratton de París, cuando Óscar Domínguez presentó sus primeros objetos. Despojándolos de su significado original, el artista conseguía dotarles de un nuevo sentido próximo al absurdo, que sin embargo y a diferencia del ánimo destructivo inherente al dadaismo, no dejaba de contribuir a la construcción del universo surrealista. En otra exposición celebrada también en París, en 1938 en la Galerie de Beaux-Arts –laExposition Internationale du Surréalisme-, se incluyó un pequeño conjunto de objects trouvés que se presentan ahora en el Museo. Es el caso deLe Tireur, perteneciente a las Colecciones ICO. Además, se muestraJeux (1937), conservado en el propio Reina Sofía, junto a los cuadros-objetoPérégrinations de Georges Hugnet (1935). Por último la pieza 1955(1955), cedida entre otras por el TEA (Tenerife Espacio de las Artes, de Tenerife), cierra este conjunto de obras.

Tanto André Breton como Paul Éluard reconocieron la importancia de los objetos de Domínguez al incluir reproducciones fotográficas de algunos de ellos en elDictionnaire abrégé du surréalisme, parala Exposition Internationalede la Galerie des Beaux-Arts.

Las Decalcomanías
La decalcomanía fue descrita así por Bretón: «Extended, mediante un pincel grueso, gouache negro más o menos diluido en distintos puntos de una hoja de papel satinado blanco, que recubriréis inmediatamente con otra igual, sobre la que ejerceréis una ligera presión. Levantadla deprisa». Y fue él, junto a Eluard, quien atribuyó al artista tinerfeño la creación de esta técnica pictórica surgida en el seno del movimiento surrealista.


Estas imágenes que surgen directamente del subconsciente son manchas, figuras, fondos marinos, abruptos paisajes o nubes que atraviesan el cielo. El artista, en su papel de medium o buceador del subconsciente colectivo, queda equiparado, en cierto modo, a un adivino.Bretón consideraría este descubrimiento de Domínguez como un hito excepcional en el contexto del surrealismo y aseguraría que “el automatismo absoluto sólo pudo lograrse tras la aparición de la decalcomanía del pintor tinerfeño…”

A pesar de que Bretón dataría la invención de la decalcomanía en 1936, el artista canario ya había realizado su primer intento en el año 1934, cuando entró en contacto con el cenáculo surrealista. Domínguez llevaría a cabo su primer ensayo en este terreno al ilustrar la cubierta y la contracubierta de una publicación de Eduardo Westerdahl sobre el pintor Willi Baumeister editada porGaceta de Arte. Estas ilustraciones se incluyen ahora en la muestra.


En 1937, Domínguez realiza una de las piezas más célebres llevadas a cabo por medio de esta técnica y que ahora se puede contemplar. Se trata deEl árboltambién conocido como Drago, “representación de un fósil hallado sobre una superficie mineral, espécimen arbóreo al que Bretón no dudó en atribuir aspecto ‘jurásico’ en 1935, durante su visita a Tenerife.

Tras las “decalcomanías sin objeto preconcebido” ó “decalcomanías del deseo”, vendría la segunda serie de obras realizadas por este mismo procedimiento, las “decalcomanías automáticas de interpretación premeditada”. En ellas, a la técnica primitiva se le incorporan viñetas, plantillas e incluso algún cartón recortado, que darán como resultado un conjunto de obras con dos motivos principales:un león -especialmente el león-bicicleta, del que se encargará Domínguez - yuna ventana, que elaboraría junto al artista Marcel Jean. Participando de diversas combinaciones, estos dos temas se situarán sistemáticamente sobre fondos brumosos y cielos sombríos bajo el título genérico deGrisou.


El Museo recoge ahora una nutrida selección no sólo de losGrisou de Domínguez y Marcel Jean, sino del resto de la tipología de las decalcomanías creadas en solitario por el artista tinerfeño, hasta untotal de una treintena de obras.


A partir de 1937Domínguez aplicará al óleo los principios de la decalcomanía. La mayoría de los lienzos que incorporan esta fórmula suelen estar inspirados en motivos que rememoran la isla natal del pintor, bien sean representaciones que evocan la lava volcánica o fragmentos de escenas que semejan tenebrosos océanos. Gracias en su mayoría a la generosa colaboración del TEA (Tenerife Espacio de las Artes, de Tenerife), el Museo Reina Sofía ha reunido para esta ocasión un pequeño pero muy interesante grupo de este tipo de obras del artista: Les siphons (1938),Apparition sur la mer(1939), Apocalypse (1956),Delphes (1957)y Nature morte (1954,).




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