Martín Giraldo ante su cuadro, el políptico "El cerro del Viso" (Alcalá de Henares) (300 x 840 cm)
Julia Sáez-Angulo
Fotos: Luis Magán
14/6/25 .- Madrid.- El pintor Alberto Martín Giraldo cuenta que su epifanía artística se produjo cuando, en 2010, pintaba la Puerta de Murillo del Museo del Prado y un galerista francés se le acercó y le dijo: “Si me pintas 10 cuadros como este, te hago una exposición en París”. Dicho y hecho en 2011. El artista visual pintó diversos cuadros con el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía como motivo y tuvo reconocimiento y éxito en la capital del Sena. “Pintar Madrid ha sido una de mis actividades primeras más intensas”, dice el pintor.
Hoy, Martín Giraldo vuelve a exponer en la misma parisina Galerie des Orfevres, situada en la Place Dauphine, una nueva exposición titulada “A Sables d´Or-les Pins. Su galerista Jack Philippe Ruellan tiene fe plena en el pintor español, dada su experiencia. De hecho, la serie de paisajes que presenta Giraldo, los hizo durante una estancia en la casa del marchante en Bretaña. “Fue complicado, porque un pintor tiene que hacerse primero con el lugar, pero creo que lo logré de modo satisfactorio”, asegura Giraldo.
“Expongo 15 cuadros, pero llevo muchos más, que se acabarán vendiendo, cuenta Giraldo mientras recorremos su gran estudio, adquirido en 2021, en el madrileño pueblo serrano de Robledo de Chavela, con una buena tradición de artistas en su seno. El artista compró una antigua residencia de verano de las teresianas seglares y en ella piensa situar su museo monográfico, que enriquecerá oferta cultural de Robledo, con ya buena historia de creativos artísticos como Luis Ochoa, Francisco López Soldado y otros. El paraje boscoso del lugar no puede ser más bello.
Martín Giraldo está casado con la checa Lucie y tienen dos hijos de 8 y 5 años.
Al fondo del estudio, en lo que fue la antigua capilla se encuentra el cuadro "El cerro del Viso" (Alcalá de Henares) (300 x 840 cm), un políptico de 16 cuadros que conforman una visión panorámica del lugar castellano/madrileño. Lo pintó al lado del pintor Antonio López que pintaba el propio suyo, a 360 grados. “Fue una experiencia única pintar junto Antonio. Aproveché el momento, para hacerle también un retrato de cuerpo entero, del que ambos quedamos muy satisfechos". El cuadro se encuentra hoy en la colección de las Bodegas Enate.
Otro de los grandes cuadros que pintó Giraldo fue el Instituto de Francia, en medio de grandes dificultades de tener que plegarlo cada día para guardar y desplegarlo con caballetes y puentes especiales para que no se lo llevara el viento. Quedó magnífico. El cuadro de París sustituyó a los tapices en la Residencia de Francia (C/ Serrano 124), durante un tiempo. Ahora está en el salón de dirección de la Casa de Velázquez. Y será el último año del préstamo. En la residencia de Serrano estuvo en 2017. "A mí me gustaría que luciera en el propio Instituto de Francia”, confiesa el pintor.
Martín Giraldo gusta de los grandes formatos y, por eso, necesitaba un taller grande como el que tiene ahora. Su éxito, a partir de 2010 -año gozoso- está en que ha expuesto antes en grandes instituciones que en galerías. Ha expuesto dos veces en la Casa de Vacas, 2017 y 2022, donde lucen de veras sus grandes cuadros. También en la Casa de Velázquez en Madrid, donde fue becado por Francia. “Siempre he tenido propuestas de galerías, pero no me compensaba dejar los continuos encargos, y aparcar quince cuadros para una exposición”, explica Giraldo.
Lo cierto es que el día de nuestra visita tenía concertadas otras dos, con la dirección del Jardín Botánico madrileño, que le prepara una exposición para 2028, y también con una galerista madrileña que está a punto de lograr que exponga con ella.
El retrato es también otro género que cultiva, aparte de los encargos, sobre todo con Lucie, su mujer, y sus hijos. “Me gusta trabajar siempre con la misma modelo. Lucie me da buen juego para retratarla de todas las maneras”, cuenta el autor. Lucie de frente, de espaldas, ante el espejo, en el sofá… “Me gusta con el pelo recogido, más que con melena. Me gusta ver así mejor su cara, su óvalo, su nuca… Antonio López me confesó que, á él, también le gusta más la mujer con el pelo recogido a la hora del retrato…”
“¿No lo miran con recelo algunos colegas modernos, por dedicarse a la figuración?, le provoco al final de nuestra conversación.
Sonríe y contesta: “Bueno, ya sabes cómo es esto… Yo sigo mi vocación... Muchos de mis paisajes resultan abstracciones”.
Martín Giraldo está lleno de energía y de proyectos. Quiere abarcar la escultura, después de su exposición de París, que se inaugura el 24 de junio. Sueña con sembrar el jardín con sus esculturas, ir adecuando la Casa/museo poco a poco… Confiemos en que los numerosos encargos no lo impidan.
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Martín Giraldo en su estudio
Junto al retrato de su esposa
Martín Giraldo en su inmenso estudio
Martín Giraldo, Lucie y su retrato
El matrimonio en el estudio y el paisaje de Roble de Chavela
Junto al retrato de su esposa
Martín Giraldo en su inmenso estudio
Martín Giraldo, Lucie y su retrato
El matrimonio en el estudio y el paisaje de Roble de Chavela
Pequeña isla de Saint Michel en Bretaña
Retrato de Lucie, su esposa checoslovaca
Selfie: Martín Girando, Luis Magan, Julia Sáez-Angulo y Lucie Martín
Martín Giraldo y Lucie
Martín Giraldo. Paisaje pintado y real, a través de la cristalera en Robledo de Chavela
Martín Giraldo junto a su pintura
Retrato de Lucie, su esposa checoslovaca
Selfie: Martín Girando, Luis Magan, Julia Sáez-Angulo y Lucie Martín
Martín Giraldo y Lucie
Martín Giraldo. Paisaje pintado y real, a través de la cristalera en Robledo de Chavela
Martín Giraldo junto a su pintura
Martín Giraldo y Julia Sáez-Angulo
1 comentario:
Que derroche de talento ,belleza y glamour.
Que suerte.
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