martes, 4 de octubre de 2011

Venancio Blanco, José Carralero y Agustín Redondela exponen juntos en el Centro Salmerón



Grandes maestros de las Bellas Artes
Venancio Blanco, José Carralero y Agustín Redondela
Centro Cultural Salmerón
Comisaria: Manolo Ruiz
Octubre, 2011






Julia Sáez-Angulo

Una exposición grata y hermosa en el Centro Cultural Salmerón, donde se aprecia el arte de unos artistas que han trabajado a conciencia en piezas que pueden ser asequibles a todos. Unas obras de pequeño o mediano formato que revelan la grandeza de unos autores que también han accedido al gran formato pero que, en esta ocasión, de la mano de su comisaria, Manolo Ruiz, nos ofrecen un panorama cercano y de sumo disfrute.

Venancio Blanco, José Carralero y Agustín Redondela, grandes maestros de las Bellas Artes se han dado cita conjunta, a petición del primero, en un encuentro de amigos y artistas, en una inauguración donde no faltaron numerosos colegas de arte y de la crítica: Maribel Torre Cañeque, Mariano de Blas, Carmen Pallarés, Benito de Diego, Alfonso Sebastián, Carmela Santamaría, Albano, María Dolores Arroyo...

Venancio Blanco llevó sus esculturas en bronce, con figuras que representaban a Don Quijote, la música de Beethoven o al Espíritu Santo. Su pieza “Pianista” es magistral por la economía y síntesis de las formas sin perder un ápice de sugerencia. En la presentación, a petición de Tomás Paredes, presidente de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte, AMCA, el escultor contó el concierto de los mirlos en la Academia de España en Roma de la que fue presidente.

En el catálogo una reflexión del escultor: “El dibujo en el niño es un juego. / Más tarde será rigor y disciplina,/ y por último libertad para disfrutar de la belleza. / Un lenguaje que estimula a la gente/ y alimenta la ilusión de los hombres. / El dibujo me enseñó a ver las cosas, / a conocer las personas, / a gozar de la naturaleza y a sentirme hombre ante el Creador. / Es quien facilita al artista el encuentro con la obra de arte”.

Agustín Redondela (Madrid, 1922) es el veterano paisajista más luminoso del panorama español. Tomás Paredes dijo de él que era el más italianizante. Paisajes ocres y verdes que plasman la visión del artista en Castilla y el norte. El arbolado lo refleja con una gran maestría en formas abiertas y esponjosas que reflejan y apresan un sinfín de matices.

José Carralero (Cacabelos. León, 1942) expone tres retratos expresivos al óleo, de corte íntimo, lejos las pompas académicas o áulicas; se trata de los pintores Daniel Merino y Rafael Martínez Díaz, así como del escultor José Luís Medina. No faltan sus paisajes, genero en el que el profesor es maestro, en este caso dos de Urueña –Valladolid- (33 por 166 uno de ellos). A caballo entre figuración y abstracción, el lenguaje de Carralero es único para plasmar los lugares con un lenguaje moderno. Es cabeza de fila de numerosos alumnos seguidores.

Tomás Paredes recordó que el arte es o puede ser polisémico, al comentar un reciente artículo de Paco Nieva sobre el arte, en la prensa madrileña, donde lo calificaba de ambiguo.


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