martes, 10 de septiembre de 2013

MUJER ACTUAL E ICONOGRAFÍA CLÁSICA




M. DOLORES   GALLARDO   LÓPEZ

 Comunicación presentada  en el  XIV  Congreso Nacional de la Asociación Española de Críticos de Arte, LA MUJER EN EL ARTE, celebrado en el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía de Madrid los días 22 y 23 marzo de 2013.

  Hace bastantes años, en una de  nuestras charlas,  D. Antonio Fontán, ilustre humanista,  destacado periodista (fue el último director del diario Madrid, que hicieron saltar por los aires) y  excelente político (entre otros cargos, el primer Presidente del Senado en nuestra Transición, Ministro de Extensión Territorial, Director de la Biblioteca Nacional, etc.) me dijo: “Desengáñese, Lola, al Museo del Prado hay que ir con una Biblia en una mano y con un Manual de Mitología en la otra”. Llevaba razón: es imposible comprender el significado de la mayoría de los cuadros de nuestro principal Museo si se carece de los conocimientos  que  aportan la Biblia y la Mitología.

 Por otra parte ambas obras ejemplifican  los dos grandes ejes en los que se basa la cultura occidental: el eje judeo-cristiano y  greco-romano. No se puede entender el concepto de Europa y la cultura en la que aún hoy día vivimos si se hace tabla rasa, como a veces se pretende, de alguno de ellos.

Más exactamente en lo que respecta a las artes plásticas -pintura, grabado, escultura…-  lo que hay que conocer muy bien es la ICONOGRAFÍA,  la cristiana y la clásica. Los rasgos iconográficos de las imágenes, junto con  los símbolos que la acompañan,  son los que nos indican si en el arte religioso, estamos ante una imagen de la Virgen del Carmen o de la Virgen de la Paloma, por ejemplo. O si,  dentro del mundo clásico, estamos ante una imagen de Diana o de Venus; o si la representación del dios Sol que estamos viendo corresponde al antiguo titán Helio, o, como en el caso de La Fragua de Vulcano de Velázquez,  al apuesto  dios olímpico Apolo.

  Roma, dentro del  gran legado cultural que aportó a occidente, nos transmitió los mitos griegos y algunos -pocos- autóctonos. Desde entonces esos mitos han estado en la base de nuestra cultura. El poético encanto de los mitos clásicos atravesando la azarosa Edad Media, tomando nuevos bríos en el Renacimiento y siguiendo su andadura a través de los siglos que siguieron, ha sido capaz de llegar  a nuestros días. Afianzándose más vez en nuestra cultura, han estado presentes en   la mente y en la obra  de los grandes  autores de la Literatura occidental, pero también en la Pintura y Escultura, hasta llegar completamente frescos hasta nuestro mundo actual. 

     En nuestra época siguen inspirando a muchos artistas.  Lo sé muy bien: he explicado durante catorce años en la Universidad Complutense una asignatura denominada La Mitología en el Arte contemporáneo y, hace años, comisioné, por encargo de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, una Exposición denominada la Mitología Clásica en la Pintura y Escultura actuales.

   Como más arriba indicaba, la Iconografía es fundamental para identificar las imágenes que contemplamos. Pongamos, por ejemplo,  que vemos pintada  una figura femenina con el pelo cortado a la “garçon”, traje suelto hasta el tobillo y un largo collar. Rápidamente  reconocemos que es una imagen propia de los años previos a la primera guerra mundial, a la época del charleston. Un pantalón campana nos lleva a los 60 del pasado siglo. El pelo largo en hombres vestidos al uso de la segunda mitad del XX nos remite a la época de los Beatles y así sucesivamente. Lo mismo sucede con el mundo de los mitos clásicos: Los rasgos iconográficos  son fundamentales para las identificaciones.

  Resulta evidente que cualquier  código iconográfico deber ser conocido y compartido por el autor de la imagen y por el espectador: Si el autor/a no me da las claves iconográficas yo no sabré qué es lo que ha querido representar; por otra parte, si yo no conozco esas claves, por mucho que el autor/a se esfuerce en hacerlas evidentes, yo no comprenderé lo que veo.

 En el caso de las mujeres actuales que se ocupan de los mitos y  la iconografía clásica hay que establecer dos grupos bien diferenciados e igualmente importantes: las creadoras y las estudiosas o investigadoras.

 LAS CREADORAS

 Estas artistas, pintoras, escultoras grabadoras, ceramistas, dentro de su personal mundo estético para realizar alguna de sus obras a veces acuden al repertorio de los mitos.

  Los mitos ofrecen la gran ventaja de que son susceptibles de ser reinterpretados no sólo en cada época, sino por cada autor que quiera trabajar con ellos. Es decir, una obra de contenido  mítico puede ser puramente descriptiva, sin más, o bien su autor/a puede hacerla portadora de un determinado significado. Veamos algunos ejemplos en pintoras españolas de hoy día:

 El lienzo de Leticia Arbeteta titulado Perséfone es una bella obra  descriptiva que refleja el momento en el que Perséfone,  coronada de flores y portando un gran ramo de lilas y espigas, regresa del mundo infernal para pasar  los seis meses  anuales que  corresponden con su estancia en la tierra, junto a su madre la diosa Ceres. La autora caracteriza perfectamente el mito, no podemos confundirlo con ningún otro porque muestra muy claramente los elementos iconográficos y simbólicos.

  Lo mismo podemos decir de la Penélope -o de otras obras- de Concha Gómez Acebo (colaboradora de  Carlos Franco en las pinturas de la Casa Panadería de la Plaza Mayor de Madrid) o de las numerosas pinturas mitológicas que hace años realizó Delia Piccirilli.

 Junto a esta corriente, puramente descriptiva, está también -cada vez ocupa un lugar más  destacado- la  de aquellas artistas que toman el personaje mítico y lo hacen portador de un mensaje que en principio no tenía, pero que es perfectamente compatible con él.

  Así por ejemplo en el año 1994 la pintora María Carrera hizo una pequeña tabla al óleo de 42 por 42 representando a Dafne, la ninfa que, para huir de las ansias amorosas de Apolo, corría y corría y, cuando el dios estaba a punto de alcanzarla, suplicó a Zeus que la librara del destino que la esperaba: Zeus accedió y la transformó en el árbol del laurel. María tomó  a Dafne y la convirtió en símbolo de la mujer que anhela escapar de la excesiva prepotencia masculina, de las  mujeres que a lo largo de los tiempos han  buscado escapatorias diversas para huir de un destino no deseado. Más de veinte años después una artista portuguesa afincada en España, Linda de Sousa, sin conexión alguna con María Carrera, también  ha elegido a Dafne para ilustrar el mismo tema de huída femenina, en este caso se trata de una escultura de acero corten que se encuentra ubicada en un parque de la ciudad de Oporto. 

  Estas artistas eligen un personaje mítico, lo  caracteriza adecuadamente con rasgos tomados de la iconografía tradicional del personaje -si no fuera así, sería irreconocible- pero lo hacen intérprete y portador de un determinado mensaje. Es decir nos transmiten su personal versión sobre él.

  Quizás uno de los ejemplos más interesantes de cómo un tema mítico puede evolucionar sea el de Iluminada García-Torres que partiendo un primer lienzo en el que en 1987 pintaba  la escultura de Ariadna  traída por Velázquez para Felipe V (se exhibe en el Museo del Prado), ha creado a través de Laberinto y Trazado espacial continuo su propio “Hilo de Ariadna”, que del realismo la llevó a la abstracción geométrica y posteriormente al arte digital, como quedó demostrado en su Exposición Retrospectiva 1982-2009.

 Éstos son sólo algunos ejemplos  de mujeres artistas de hoy día que en algún momento han tratado temas de mitología clásica. Podemos añadir otros muchos como Belén Franco, Luz de Alvear, Irene Iribarren, Cati Rigo, Concha Moncada, Cova Sánchez Fontecha, Natividad Cañadas, etc.

LAS  INVESTIGADORAS

Entre las mujeres investigadoras de la Iconografía  clásica hay que destacar algunos casos importantes, como el de Pilar González Serrano, que tras años de explicar Arte griego y romano en la Universidad Complutense de Madrid, creó hace más de veinte años el Seminario  Iconografía clásica vinculado al Departamento de Arqueología y de Estudios Clásicos de las Facultades de Geografía e Historia y de Filología (Dpto. de Griego) de esa Universidad. Todos estos años se ha  celebrado ininterrumpidamente y ha contando con la participación de destacados profesores de Universidades españolas y extranjeras. En este Seminario se ha formado una escuela de expertos iconografístas, la inmensa mayoría  son mujeres, autoras de numerosos trabajos y artículos científicos. Desde la  jubilación  de su creadora, en año 2005, se hizo cargo de la dirección del Seminario  Isabel Rodríguez López.

Unas y otras -mujeres creadoras y mujeres investigadoras-  son dos caras de la misma moneda, entre las cuales, en mi opinión, deberían tenderse puentes que, a día de hoy,  no existen.


Pérséfone  de Leticia  Arbeteta           I. García Torres

1 comentario:

María Jesús Soler dijo...


Muy interesante.
María Jesús Soler