sábado, 9 de junio de 2018

Portia Bodegas, diseñadas por el arquitecto británico Norman Foster, una atracción enoturística en Gumiel de Guizán. Burgos


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BODEGAS PORTIA. EDIFICIO DE NORMAN FOSTER




Carmen Valero
Fotos: Peter Wall


            09/06/18 .- BURGOS. Gumiel de Guizán .- Vale la pena una visita viajera y turística por la Bodegas Portia, del grupo Faustino, diseñadas por el arquitecto británico Norman Foster, situadas en el pueblo de Gumiel de Guizán. Burgos, km 171 de la Nacional 1.

            Si bien el grupo Faustino, se ha dedicado siempre al vino de Rioja, con bodegas en Laguardia y Oyón (Rioja alavesa), desde hace tres lustros han apostado también por el vino de Rueda, bien elaborado y presentado desde su origen hasta su presencia en los lugares hosteleros o grandes y buenos supermercados. También cultiva el servicio en línea digital, aunque no refuerzan estas ventas para dejar su preeminencia a los distribuidores que llegan al último bar de España.

            Las Bodegas Portia ocupan un polígono de nueva lados que define muy bien las tres partes de las actividades del trabajo, una forma geométrica que a su vez define el logo de la firma y que aparece en los siete vinos de Ribera del Duero que se pueden degustar en el lugar o en las enotecas de toda España.

            Una visita junto a Carmen Martínez Zabala, socia y consejera de Bodegas Portia, ayuda a comprender bien los espacios de la hermosa arquitectura de hormigón, que su autor distribuyó por las distintas funciones que requiere hoy en día unas bodegas, desde la recepción de la uva a la recepción de visitantes para saborear esos vinos que han requerido estudio, atención y cuidado de enólogos como Raúl Quemada que explica con detalle los tiempos en tinaja o barrica, según el tipo de vino que se desea elaborar.

            No olvidemos que el vino no se fabrica, se cría y va a depender de la añada más o menos generosa en la climatología, tan decisiva para una criatura sensible como es el vino. En principio, Bodegas Portia elabora un millón de botellas al año, que acogen desde Portia Crianza a Portia Prima, pasando por un Portia Verdejo, Portia Roble y Triennia.

            Las visitas de los amantes del vino, la arquitectura y el arte –también se hacen exposiciones de pintura o escultura, como la actual de José Manuel Robles- duran unos 120 minutos bien explicados por un guía experto, e incluye la visita a la bodega, al taller olfativo con aperitivo y cata de cuatro vinos de la Bodega. Y un juego en el que a la “Nariz Portia” se le obsequia con una botella crianza.

            La denominación de Portia conecta etimológicamente con la idea de placer, en este caso gustativo de los vinos, que se pueden saborear en el restaurante del edificio de Foster, con una buena comida del chef Germán Jiménez a base de productos de temporada y de la tierra que maridan bien con los distintos vinos.

            Visitar lugares cercanos como Caleruega y su monasterio o Gumiel de Guzman con su espléndida iglesia, declarada de interés nacional, ambas localidades, respectivas cuna y lugar de crecimiento de Santo Domingo de Guzmán, completarían la ruta del visitante.

            NOTA BENE. Se vende la casa estupenda donde se educó Santo Domingo de Guzmán junto a su tío el arcipreste de Gumiel de Izán. Una ocasión para los amantes de lo histórico.



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