martes, 20 de mayo de 2025

'ESA COSA CON PLUMAS". La sorprendente vida de las aves y lo que revelan sobre el ser humano' , de Noah Strycker, editado por Capitán Swing

«Muchas de las increíbles proezas de las aves tienen su contraparte en los humanos, con lecciones interesantes»


        L.M.A.

        19.05.2025.- Madrid.-



 Esa cosa con plumas es el libro con la sorprendente vida de las aves y lo que revelan sobre el ser humano, del escritor, ornitólogo y fotógrafo estadounidense Noah Strycker, una mirada profunda, científica y divertida a la vida y la naturaleza de las aves, que explora su sorprendente mundo y su honda conexión con la humanidad.

    El libro ha sido publicado por la editorial Capitán Swing.

    En 2015, durante una búsqueda que abarcó más de cuarenta países, Strycker estableció un récord mundial al encontrar 6.042 especies de aves —más de la mitad de las aves de la tierra— en un año natural. Es autor de varios libros y guía polar. En 2004, fue nombrado «Joven Observador de Aves del Año» por la American Birding Association.

    «Noah Strycker piensa como un biólogo pero escribe como un poeta, y uno de los pequeños placeres de este libro es verle destilar la investigación empírica en imágenes líricas. Casi se puede ver al naturalista y locutor británico David Attenborough de pie con un casco de médula, sonriendo con divertida aprobación ante la descentrada sensibilidad de Strycker», dicho el "Wall Street Journal".

    "Compartimos el planeta con diez mil especies de aves. Los pájaros son animales muy inteligentes, pero su inteligencia es muy distinta a la nuestra y ha sido poco comprendida. Cuanto más estudiamos a las aves y conocemos más sobre sus comportamientos, más similitudes encontramos entre nosotros y nuestros amigos emplumados.

    En prácticamente todos los ámbitos del comportamiento de las aves —reproducción, poblaciones, movimientos, ritmos diarios, comunicación, navegación, inteligencia, etc.— existen paralelismos profundos y significativos con los nuestros.

    El ornitólogo Noah Strycker ha vivido gran parte de la última década involucrado en proyectos de investigación con científicos que estudian el comportamiento de las aves, una experiencia que le ha permitido pasar meses seguidos observando aves en algunos de los lugares más remotos del planeta, como la Amazonia ecuatoriana, una colonia de pingüinos en la Antártida, el interior de Australia, los Farallones, las selvas de Costa Rica y Panamá, islas remotas en Maine y Hawái, las Galápagos o las Malvinas.

    El autor ha observado alrededor de 2.500 especies de aves con la siempre creciente certeza de que no son nuestros súbditos, sino individuos alegres e impredecibles, cargados de personalidad y alma. 

    En Esa cosa con plumas, Strycker explora la asombrosa capacidad de búsqueda de las palomas, las buenas acciones de los malúridos, la influyente capacidad de congregación de los estorninos, el hábil arte de las aves de emparrado, la extraordinaria memoria de los cascanueces o el amor eterno de los albatros, mostrando por qué las aves hacen lo que hacen y la vez ofreciendo a su vez una visión de nuestra propia naturaleza. Para explicar esto, cada capítulo explora un llamativo comportamiento aviar y se centra en un ave que lo practica ofreciendo ejemplos de sus capacidades y talentos.

    Este libro no aborda solo el mundo de las aves, sino que también habla sobre el mundo humano. Porque las aves podrán comportarse de maneras curiosas, ostentosas y sorprendentes, pero persiguen las mismas cosas básicas que nosotros: alimento, refugio, territorio, seguridad, compañía... un legado.

    Partiendo de su experiencia, de la ciencia más avanzada y de una historia llena de detalles vívidos, Strycker narra con agilidad cautivadores relatos sobre las aves que habitan entre nosotros y sorprende al mostrar hasta qué punto estas conviven íntimamente con los seres humanos. Con humor y belleza, su trabajo revela cómo nuestra visión del mundo se forma a menudo a través de la experiencia de las aves.

    «Un cambio muy reciente en el pensamiento científico sobre el comportamiento animal nos alienta a concentrarnos menos en la singularidad de los humanos y más en lo que el animal humano comparte con otros animales. Características humanas distintivas como bailar al ritmo de la música, reconocer el propio reflejo y la conciencia del yo, crear obras de arte e incluso el enamoramiento y el amor, se reconocen ahora también en las aves. Esto de ninguna manera es antropomorfismo; quien sugiera lo contrario es porque ignora gran parte de lo que significa ser pájaro. Más aún, una corriente de investigación neurológica en humanos indica que ciertos comportamientos humanos podrían ser más instintivos de lo que muchos de nosotros pensamos, como consecuencia de eones de selección natural; dicho de otro modo, ciertos comportamientos evolucionaron como ventajas para la supervivencia. De este modo, el aparente abismo entre los humanos y otros animales se ha ido reduciendo en ambos extremos».

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