viernes, 20 de junio de 2014

Ricardo Zamorano, presidente de la Tertulia “Contra aquello y Esto”




Ricardo Zamorano



Carmen Valero

         El pintor Ricardo Zamorano (Valencia, 1923) dirige la tertulia “Contra Aquello y Esto” -alterando el orden de lo escrito por Larra-, que tiene lugar todos los viernes al mediodía en el madrileño Café Gijón. Más de treinta años de fidelidad a esta tertulia que fue fundada y dirigida por el poeta Medardo Fraile.

         Entre los miembros de la tertulia: Teresa Núñez, Héctor Alperi, Isabel Hierro –hermana del poeta Pepe Hierro, Mercedes Solé, Alfonso Sebastián, Angelina Gatell, Juanjo Soria, Carlos Ortega, María Guía Boix… También formaron parte de ella los desaparecidos Alfonso Martínez Mena, Manuel Ortega o Luis Cañada.

         Ricardo Zamorano, profesor de Dibujo en el Instituto Tirso de Molina de Madrid, donde se jubiló, ha sido un retratista notable, un grabador excelente y un pintor figurativo expresionista y crítico.


Zamorano e Isabel Hierro


Grupo Estampa Popular

         En los años 60 perteneció al Grupo Estampa Popular, formado por artistas con gran sentido crítico hacia la situación político- social del momento, que nació en Madrid y se extendió a ciudades como Bilbao, Sevilla, Granada y Córdoba. Algunas de sus exposiciones fueron censuradas o prohibidas como la que pretendió inaugurarse en la galería Quijote de la plaza de España.

         Al grupo Estampa Popular pertenecieron Pepe Ortega, Manolo Calvo, Ortiz Valiente, Luis Garrido, José Luis Delgado o Arturo Sánchez. Carlo Saura lo hizo en ocasiones concretas.

         Zamorano obtuvo una beca de la Diputación de Valencia a finales de los años 40 y en 1955 viajó la República Dominicana para trabajar como pintor en la denominada Feria de la Paz en la República Dominicana, que celebraba los veinticinco años del régimen del dictador Rafael L. Trujillo.

En la República Dominicana

En la isla caribeña, Zamorano estuvo ocho meses, trabajando en primer lugar haciendo grandes murales al temple con el retrato de Trujillo para los distintos pabellones de la Feria de la Paz y seguidamente pintando pequeños retratos para el yate de Trujillo, denominado “el Benefactor de la nación” o "Jefe", así como de su hija Angelita, -Lita Trujillo-, “la primera y la única”, según rezaba la leyenda de un sello postal de aquellos momentos.

“Nos contrató el pintor Juan Alcalde, enviado por Vela Zanetti, que tenía un puesto importante en la República Dominicana”, explica Zamorano. Junto a él viajó también el pintor Manuel Ortega recientemente fallecido.

“Nos pagaban muy bien en dólares y con aquel dinero pudimos vivir bien un buen tiempo”, añade el pintor, que se divierte con la anécdota de que metió la pata al encontrarse con el presidente Trujillo a petición del pintor:
“Yo lo pintaba de fotografía, pero quise verle al menos una vez. Una persona me llevó ante su presencia y Trujillo me preguntó:
-¿Por qué quería usted conocerme?
-Porque, Excelencia, sólo le retrato de fotografía y quería verle de cerca. Ahora compruebo que es usted más moreno.
El dictador dio un golpe en la mesa con las dos manos y la persona que le llevó hasta él, me invitó a irnos de inmediato porque le había llamado “negro”, al decirle “moreno”, (la manera de hacerlo en la R. Dominicana), que era lo que más detestaba en el mundo.
Trujillo soñaba con el gran deseo de blanquear la isla y las mujeres negras buscaban hombres blancos para conseguirlo. Esa fue la razón de que admitiera en la isla a numerosos judíos que huían de Europa y a republicanos españoles exiliados.






           

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