Silos Manso
29/8/23.- Madrid .- En 1880, monjes franceses de la Congregación de Solesmes, concretamente del Monasterio de Ligugé (cerca de Poitiers), con un Abad del Monasterio de Solesmes – Dom Guepin- restauran la vida monástica en Silos, interrumpida en 1835 consecuencia de la desamortización de Mendizabal. Y plantan, en el claustro románico, un ciprés, que será famoso , cantado por los poetas; el más conocido es el que le dedica Gerardo Diego.
En 1993, Clemente Serna, Abad de Silos, me cedió unos retoños del ciprés, que fueron creciendo en el balcón de mi casa de París, en donde yo estaba destinado. En noviembre de 1997, los Abades de Solesmes, Ligugé y Silos, plantaron uno de ellos en la “Cour d´honneur” del Monasterio de Solesmes, por donde pasan todas las visitas que se dirigen a la iglesia. Al pié del árbol una placa lo identifica.
El otro ciprés prospera en el jardín monástico de Ligugé. El ciprés ha crecido y está hermoso. Lo he visitado hace unos días. El Monasterio de Solesmes da, por uno de sus lados, al Sarthe, que sigue siendo navegable, aunque hoy día para el turismo. La Congregación de Solesmes son alrededor de treinta monasterios (entre monjes y monjas) en Europa, América y África.
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